McBauman
Curveando
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Yo he pasado frío y calor. He aguantado tormentas de lluvia y de nieve. He viajado kilómetros y kilómetros tumbado por el viento lateral. He subido montañas hasta tocar el cielo y las estrellas. Me he tenido que dar la vuelta en otras e incluso he cruzado alguna por su interior en un tren. He visto lagos helados, niños jugando con trineos, pueblos comunicados por pistas de esquí de travesía. He cruzado diez fronteras en diez días. He dormido en buenos hoteles y en otros no tan buenos. Solo y acompañado. He comido queso y chocolate. He bebido pintas y más pintas.
Yo, he estado diez días en Suiza y alrededores.
¿yo? No. Nosotros.
27 de febrero de 2009. Ibiza-Villafranca del Penedés. 436 kms
LAS DOS
Son las dos de la tarde en la villa ducal de Alba de Tormes, cuna de grandes motoviajeros. Todavía hace fresco pero el sol luce imponente. Casi nadie sospecha que está a punto de arrancar el motor de una BMW con la intención de no parar sino 800 kms más tarde, en el Penedés.
Son las dos de la tarde.
Aunque teníamos la idea desde hace algún tiempo hoy no era el día elegido, pero los acontecimientos se han precipitado y desde hace ocho días sólo tenemos en mente las dos de la tarde de hoy. Y ya son las dos de la tarde.
Escucho, impaciente, a Shakira que canta que “cuando alguien se va el que se queda sufre más” y me acuerdo de las dos. De las dos motos que no van a arrancar hoy. A las dos. Las dos motos de los dos amigos que nos van a faltar en este viaje.
Son las dos de la tarde en Alba de Tormes y mientras Juanma pulsa el interruptor para arrancar su moto la mía sube, al fin, al barco que me debe llevar hasta Denia.
Son las dos, en Ibiza, de la tarde.
De vez en cuando salgo a cubierta y me despido de mi Isla. A veces pienso que todas las ciudades deberían ser vistas desde el mar.
Según me voy alejando de Ibiza el sol se va metiendo y la temperatura desciende. Recuerdo que el frío en la Isla ni es frío ni es ná. Me voy preparando para los días venideros y para las dos tazas que me esperan.
Ya estoy llegando a Denia. Bajo a la bodega y en vez de una moto encuentro algo parecido a un árbol de navidad. En mi ausencia alguien se ha preocupado con esmero de amarrarla. Tanto que hay cinchas colgando por todas las partes, hasta por los retrovisores. Uno se cimbrea un poco. ([ch61541][ch61539][ch61537][ch61543][ch61472]en su estampa) Me llama Juanma que ya está a 200 kms de Villafranca del Penedés. Yo a más del doble. Finalmente llego a Denia. Apenas hay luz. El día se acaba, la ruta comienza.
Arranco la moto con la intención de cumplir con el trámite de los 400 kms lo más rápido posible.
Optimista yo, no me he abrigado lo suficiente y paso frío. Mucho frío. Pero sonrío.
Algunos kms después de pasar Tarragona veo una gasolinera. Un puente cruza sobre la autopista por la que circulo. Allí hace un año me confundí y dejé plantado a Solitario. Sonrío y le guiño un ojo.
Casi a las doce de la noche llego al hotel totalmente helado. Empezamos bien. Veo la moto de Juanma y se me cruzan sentimientos de alegría y tristeza: tenía la esperanza de encontrarme allí con las motos de Toriles y Blackrider. Pero definitivamente no han venido. Lástima.
Ya en la habitación Juanma ronca como un bendito así que no le despierto.
Y como este día no tenía nada más que hacer me fui a la cama.
Y de aquel feliz viernes, no tengo nada más que decir.
,ole tus coj..nes.ke ganas tengo de leer el relato de tu viaje
