Gattaca1150
Curveando
....VENIMOS DE LA 1ª PARTE 
Descargadas las motos y cenados, hemos de decir que pasamos una entrañable velada con Roberto Musi, del equipo Sahara Dream (ver su web) y el grupo de italianos que guiaba. Muchas gracias Roberto por la ayuda
Tras un buen descanso y un buen desayuno, bajamos a arrancar las máquinas para que fueran cogiendo calor y nos encontramos que tenían una fina capa de escarcha congelada por todo lo alto... Vaya si hacia frio....
Puestos manos a la obra, decidimos empaquetar sin prisa y encaminarnos hacia Midelt.
La idea era emplear el día disfrutando de la pisa desde Imilchil a Midelt, intentando llegar a Missour. Roberto nos habia dicho que tendríamos que cruzar muchísimos ríos, y buena razón llevaba
La pista era bastante buena e invitaba a hacer multitud de fotos. Esta zona corresponde al Plateau des Lacs, encaminándonos hacía una altitud máxima de 3085 m .
Lo que más nos sorprendía era la cantidad de terrazas para plantaciones en el lugar...
Los neveros mantenían la nieve a pesar de las altas temperaturas que se llegan a alcanzar durante el día.
Toda esta zona del Atlas se encuentra salpicada de bosques de cedros y arbolado bajo que propicia el pastoreo. El hecho de disponer de tanta agua hace que los paisajes, salpicados por lo cedros castigados por tantos inviernos, resulten maravillosos e inviten a tomarse la ruta con bastante calma.
La verdad es que la pista era una pasada: fácil, asequible, rápida y muy paisajística
Llegados a las inmediaciones de Tagoudit, empezaba la cosa a pasarse por agua
David echaba un cigarrillo y buscaba la zona más cómoda por donde pasar.
Qué poderío tuvo el borriquillo al cruzar…casi se lo lleva la corriente… jajaja
Pero lo sorpresa fue cuando, después de pasar este afluente, nos encontramos que todas las calles del pueblo estaban abnegadas de agua y creo recordar que anduvimos más por el agua que por tierra…. >
Tras empaparnos de nuevo hasta los huesos, continuamos la marcha ya de nuevo por terreno firme y seco, esperando que el sol nos secara las vestimentas…
Vaya sombrita para echarse un rato después de comer…eh????
Y por fin llegamos al cruce hacia el Circo de Jaffar y Midelt.
Las perspectivas empezaban a cambiar y la pista iba ascendiendo poco a poco hacia los macizos montañosos…
Y llegados a este punto, y muy a nuestro pesar, la máquina de fotos se nos quedó sin bateria, no sabemos si por culpa del agua que le cayó sin darnos cuenta o por el frío que pasó la noche antes en el albergué…LO SIENTO… :-/
El resto de la pista, la verdad es para contarlo…Desde el cruce que manda a Jaffar hasta la interseccion con Midelt, nos encontramos con multitud de maquinaria pesada construyendo una carretera.
A este tramo de pista le quedan meses para desaparecer y convertirse en otro tramo asfaltado, aunque he de decir que será uno de los más bellos para transitarlo en moto.
El resto de la pista estaba o bien en perfecto estado tras pasarle las niveladoras, o bien llena de pedruscos gigantescos que las máquinas arrancaban de las laderas para ampliar la pista y hacerla transitable para dos coches y camiones…
Tan solo deciros que, en ocasiones, las excavadoras tenían que dejar de picar la piedra y salirse de la pista para dejarnos pasar…porque no cabíamos.
En otras ocasiones, levantaban el brazo percutor para que pasarámos por debajo…QUE CANGUELE, TIOS :-X
Y llegados a Midelt, como aún habia bastante luz, enfilamos hacia Missour para ganar algo de tiempo el dia siguiente, etapa que iría de Missour hasta Taza.
DIA 28: MISSOUR - TAZA
Llegados la noche antes a Missour, nos encontramos con el mismo problema de siempre: ¿dónde acampar? Como siempre, nos tocó buscar un lugar apatado de la población a fin de tener un mínimo de intimidad y tranquilidad a la hora de cenar y dormir.
El problema con que nos encontramos esta vez fue que el tipo de terreno en esta zona era muy rocoso, con lo que se hacía necesario localizar una superficie plana donde poder montar las tiendas.
A unos 10 kms de la población, y tras varios intentos frustados de localizar un terreno seguro, decidimos acampar a la espalda de uno de los aljibes municipales que se encuentran en las afueras de las poblaciones. Son instalaciones muy nuevas que están empezando a suministrar agua potable a la mayoria de los núcleos urbanos en desarrollo.
Pues pasada la noche con más frío que otra cosa, nos levantamos engarrotados y con un poco de enfriamiento. Tanto David como yo coincidimos mientras desayunábamos que esa noche teníamos que haber compartido tienda y así haber sumado calorías a fin de hacer el habitáculo más caliente y evitar el enfriamiento que sufríamos.
Recogidas las tiendas y equipadas las tiendas, nos pusimos de nuevo a rodar, ésta vez rumbo a Taza. La ruta a seguir sería: Almis des Marmoucha, Imouzzér des Marmoucha, Tamtrouchte, Merhaoua, Jel Tazeka y Taza.
Visto el mapa, la ruta parecía fácil y bonita, con una pequeña ascensión y terminando en un bosque de cedros.
La carretera iba alternando asfalto bastante castigado con zonas agrestes.
No obstante, el hecho de llevar tacos nos daba a ambos bastante seguridad y confianza.
Llegados a Almas des Marmoucha, nos encontramos con una grata sorpresa…
Era exagerado la cantidad de agua con que nos coruzabamos, evidentemente consecuencia del continuo deshielo.
De vez en cuando, decidíamos hacer una paradita para estirar las piernas y echar alguna foto de recuerdo de tan gratos paisajes.
Yo, como siempre, me sentaba cerca de mi montura. David prefería buscarse sitios más idóneos para descansar… ;D
Y ahí estaba ese roadbook improvisado…
La pista discurria entre montañas salpicadas del blanco de la nieve, el verde de la hierba y el gris de la roca.
Con tanta nieve uno diría que debería de hacer frío, pero lo cierto es que, conforme iba avanzando el día, teníamos que ir quitándonos ropa.
No puedo explicar con palabras lo impresionante de la pista. Miradlo por vosotros mismos.
No obstante, nunca había que apartar la vista de la pista. Los desprendimientos eran frecuentes y cualquier sorpresa habia que evitarla.
Antes de llegar a Imouzzer des Marmoucha, nos encontramos que la pista empezaba a ascender buscando un bonito paso de montaña a unos 3000 m de altura.
El camino se estrechaba y encajonaba entre altas y blancas paredes de hielo.
Lo espectacular fue la salida de la garganta de hielo: un desfiladero con unas vistas impresionantes…aunque un tanto jodio el precipicio.
Todo lo que habíamos subido, ahora tocaba bajarlo.
Aunque a veces eso de seguir la marcha se hacía un tanto pintoresco…Pero eso es la aventura, ¿no?
***************************SIGUE EN LA 3ª PARTE ..... ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ******************************[sup][sup] [/sup][/sup]
Descargadas las motos y cenados, hemos de decir que pasamos una entrañable velada con Roberto Musi, del equipo Sahara Dream (ver su web) y el grupo de italianos que guiaba. Muchas gracias Roberto por la ayuda
Tras un buen descanso y un buen desayuno, bajamos a arrancar las máquinas para que fueran cogiendo calor y nos encontramos que tenían una fina capa de escarcha congelada por todo lo alto...
Vaya si hacia frio....
Puestos manos a la obra, decidimos empaquetar sin prisa y encaminarnos hacia Midelt.
La idea era emplear el día disfrutando de la pisa desde Imilchil a Midelt, intentando llegar a Missour. Roberto nos habia dicho que tendríamos que cruzar muchísimos ríos, y buena razón llevaba
La pista era bastante buena e invitaba a hacer multitud de fotos. Esta zona corresponde al Plateau des Lacs, encaminándonos hacía una altitud máxima de 3085 m .
Lo que más nos sorprendía era la cantidad de terrazas para plantaciones en el lugar...
Los neveros mantenían la nieve a pesar de las altas temperaturas que se llegan a alcanzar durante el día.
Toda esta zona del Atlas se encuentra salpicada de bosques de cedros y arbolado bajo que propicia el pastoreo. El hecho de disponer de tanta agua hace que los paisajes, salpicados por lo cedros castigados por tantos inviernos, resulten maravillosos e inviten a tomarse la ruta con bastante calma.
La verdad es que la pista era una pasada: fácil, asequible, rápida y muy paisajística
Llegados a las inmediaciones de Tagoudit, empezaba la cosa a pasarse por agua
David echaba un cigarrillo y buscaba la zona más cómoda por donde pasar.
Qué poderío tuvo el borriquillo al cruzar…casi se lo lleva la corriente… jajaja
Pero lo sorpresa fue cuando, después de pasar este afluente, nos encontramos que todas las calles del pueblo estaban abnegadas de agua y creo recordar que anduvimos más por el agua que por tierra…. >
Tras empaparnos de nuevo hasta los huesos, continuamos la marcha ya de nuevo por terreno firme y seco, esperando que el sol nos secara las vestimentas…
Vaya sombrita para echarse un rato después de comer…eh????
Y por fin llegamos al cruce hacia el Circo de Jaffar y Midelt.
Las perspectivas empezaban a cambiar y la pista iba ascendiendo poco a poco hacia los macizos montañosos…
Y llegados a este punto, y muy a nuestro pesar, la máquina de fotos se nos quedó sin bateria, no sabemos si por culpa del agua que le cayó sin darnos cuenta o por el frío que pasó la noche antes en el albergué…LO SIENTO… :-/
El resto de la pista, la verdad es para contarlo…Desde el cruce que manda a Jaffar hasta la interseccion con Midelt, nos encontramos con multitud de maquinaria pesada construyendo una carretera.
A este tramo de pista le quedan meses para desaparecer y convertirse en otro tramo asfaltado, aunque he de decir que será uno de los más bellos para transitarlo en moto.
El resto de la pista estaba o bien en perfecto estado tras pasarle las niveladoras, o bien llena de pedruscos gigantescos que las máquinas arrancaban de las laderas para ampliar la pista y hacerla transitable para dos coches y camiones…
Tan solo deciros que, en ocasiones, las excavadoras tenían que dejar de picar la piedra y salirse de la pista para dejarnos pasar…porque no cabíamos.
En otras ocasiones, levantaban el brazo percutor para que pasarámos por debajo…QUE CANGUELE, TIOS :-X
Y llegados a Midelt, como aún habia bastante luz, enfilamos hacia Missour para ganar algo de tiempo el dia siguiente, etapa que iría de Missour hasta Taza.
DIA 28: MISSOUR - TAZA
Llegados la noche antes a Missour, nos encontramos con el mismo problema de siempre: ¿dónde acampar? Como siempre, nos tocó buscar un lugar apatado de la población a fin de tener un mínimo de intimidad y tranquilidad a la hora de cenar y dormir.
El problema con que nos encontramos esta vez fue que el tipo de terreno en esta zona era muy rocoso, con lo que se hacía necesario localizar una superficie plana donde poder montar las tiendas.
A unos 10 kms de la población, y tras varios intentos frustados de localizar un terreno seguro, decidimos acampar a la espalda de uno de los aljibes municipales que se encuentran en las afueras de las poblaciones. Son instalaciones muy nuevas que están empezando a suministrar agua potable a la mayoria de los núcleos urbanos en desarrollo.
Pues pasada la noche con más frío que otra cosa, nos levantamos engarrotados y con un poco de enfriamiento. Tanto David como yo coincidimos mientras desayunábamos que esa noche teníamos que haber compartido tienda y así haber sumado calorías a fin de hacer el habitáculo más caliente y evitar el enfriamiento que sufríamos.
Recogidas las tiendas y equipadas las tiendas, nos pusimos de nuevo a rodar, ésta vez rumbo a Taza. La ruta a seguir sería: Almis des Marmoucha, Imouzzér des Marmoucha, Tamtrouchte, Merhaoua, Jel Tazeka y Taza.
Visto el mapa, la ruta parecía fácil y bonita, con una pequeña ascensión y terminando en un bosque de cedros.
La carretera iba alternando asfalto bastante castigado con zonas agrestes.
No obstante, el hecho de llevar tacos nos daba a ambos bastante seguridad y confianza.
Llegados a Almas des Marmoucha, nos encontramos con una grata sorpresa…
Era exagerado la cantidad de agua con que nos coruzabamos, evidentemente consecuencia del continuo deshielo.
De vez en cuando, decidíamos hacer una paradita para estirar las piernas y echar alguna foto de recuerdo de tan gratos paisajes.
Yo, como siempre, me sentaba cerca de mi montura. David prefería buscarse sitios más idóneos para descansar… ;D
Y ahí estaba ese roadbook improvisado…
La pista discurria entre montañas salpicadas del blanco de la nieve, el verde de la hierba y el gris de la roca.
Con tanta nieve uno diría que debería de hacer frío, pero lo cierto es que, conforme iba avanzando el día, teníamos que ir quitándonos ropa.
No puedo explicar con palabras lo impresionante de la pista. Miradlo por vosotros mismos.
No obstante, nunca había que apartar la vista de la pista. Los desprendimientos eran frecuentes y cualquier sorpresa habia que evitarla.
Antes de llegar a Imouzzer des Marmoucha, nos encontramos que la pista empezaba a ascender buscando un bonito paso de montaña a unos 3000 m de altura.
El camino se estrechaba y encajonaba entre altas y blancas paredes de hielo.
Lo espectacular fue la salida de la garganta de hielo: un desfiladero con unas vistas impresionantes…aunque un tanto jodio el precipicio.
Todo lo que habíamos subido, ahora tocaba bajarlo.
Aunque a veces eso de seguir la marcha se hacía un tanto pintoresco…Pero eso es la aventura, ¿no?
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