ITALIA (Roma-Florencia-Pisa-Toscana-Venecia-Ancona

JuanAMB

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Prólogo
Desde nuestro viaje a Italia con la V-Strom han pasado ya algunos días, incluso semanas, bueno han pasado meses, vamos que si me descuido un poco casi seria ya un viaje del año pasado (por eso de que ya estamos a apenas 15 día para el 2009)
Pese a este ligero retraso, por fin me he decidido a hacer una pequeña crónica del viaje, esperando especialmente que sea útil para aquellos que estén pensando en hacer un viaje similar. Decidiros, echaros la manta a la cabeza o las alforjas a la moto y a por ello, un viaje en moto es como mínimo diferente a un viaje en coche.

Introducción al viaje
Nuestra intención para este viaje no era la de hacer un viaje 100% motero, sino un viaje con la moto como medio de transporte. El destino elegido, no sin antes pensar en otros, era Italia un país que no está excesivamente lejos, cuya cultura y forma de vida facilitaría las cosas y sobre todo en el que podríamos visitar muuuuchas cosas interesantes.
Por supuesto queríamos ver lo máximo posible, y la ruta fijada seria Roma – Florencia – Pisa – La Toscana – Venecia – Ancona – Roma, si es una ruta circular pero tiene una explicación muy practica que ahora os cuento.
Desde un primer momento, la mayor pega que le veíamos al viaje era llegar al inicio de las visitas en Italia ya que desde nuestra casa, en Barcelona, nos separaban unos 1.300 km de carretera hasta Roma, y eso implica mínimo dos días de moto bastante duros. No tardamos mucho encontrar la solución a esto, de hecho es muy fácil y muy utilizada, se trata de los ferris de Grimaldi Lines que nos permitían llegar directamente a Civitavecchia, a unos 90km de Roma, cómodamente y con un primer día de descanso en el barco.
La fecha para el viaje agosto, cuando más calor y más gente hay en todas partes, pero son vacaciones y hay que disfrutar. La duración del viaje, 13 días, desde el 10 al 22.

Día 1. Barcelona
El viaje empieza en Barcelona, donde vivimos, tan solo nos separan unos 5 km hasta el puerto, por lo que ni tan siquiera nos disfrazamos de moteros para llegar sino que simplemente nos calzamos el casco y los guantes, bueno y la cazadora de verano. En el baúl trasero llevamos los pantalones de cordura y las botas, para ponérnoslo al llegar a Civitavecchia y hacer el recorrido hasta Roma.
El resto del equipaje es realmente poco,  como aquel que dice dos camisetas y dos pantalones para cada uno, es decir que las alforjas ni tan siquiera van llenas, no hace falta ni abrir la cremallera de la extensión que llevan.
Llegamos al puerto con mucho tiempo, el barco ya está allí y hay bastantes coches esperando para embarcar, pero somos la primera moto y nos indica que pasemos hasta adelante, delante de todos los coches.  Mientras esperamos el embarque llegan más motos, un grupito de cuatro o cinco amigos que llevan Transalps y F800GS y nos comentan que van a subir directos a los Alpes.
Maite ha de embarcar a pie, y cargada con las alforjas, tan solo una persona puede entrar a la bodega del barco con la moto, pero como la propia tarjeta de embarque es la llave del camarote ya hemos quedado en encontrarnos allí. Podríamos haber dejado las alforjas en la moto durante la travesía, nos les pasaría nada, pero hay que tener en cuenta que una vez se pone en marcha el barco la bodega se cierra y no se puede coger nada hasta llegar al destino.
El embarque de la moto es sencillo, el personal de barco te va indicando el camino que has de ir siguiendo, subiendo/bajando pisos, vamos lo más parecido a entrar en el parking de un centro comercial. Una vez la moto está en el lugar indicado me asalta la primer duda, ¿caballete central o lateral? ¿He de atar la moto yo o se encargan ellos? Finalmente la dejo con el caballete central que siempre es más seguro y suelta para que la aten ellos.


Una vez llegamos al camarote nos resulta como minimo “gracioso” es una pequea habitación de hotel con cuatro camitas individuales, unas toallas recien puestas en un pequeño escritorio y un lababo pequeñito. No tenemos claro si tendremos que compartir la habitación con otras dos personas o no, pero ajeando una revista de la compañía naviera que hay en mesilla de noche creemos entender (en italiano) que la oferta de dos personas en camarote y vehiculo en ida y vuelta colleva que el camarote es para uso propio, no compartido con nadie más.

Soltamos las cosas en el armario, en el que también vemos que están los chalecos salvavidas, y subimos a la cubierta para ver zarpar el barco.

Como ya veníamos con la lección aprendida (leída en internet) llevábamos desde casa un par de bocatas para la cena, así no solo nos ahorraremos unos euros en el bufet de barco sino que podremos hacerlo en una de las cubiertas viendo el mar y la puesta de sol.

Con mucha suerte y estando atentos conseguimos las sillas para sentarnos tranquilamente, casi todos los pasajeros una vez zarpa el barco se quedan por la zona del bar o por la parte delantera del barco (¿Proa o popa? ¿Babor o estribor?, yo es que soy de secano), donde además hace mucho mas aire.



Día 2. Travesía y Civitavecchia – Roma. 94km
Si todo va con el horario previsto, no llegaremos a Italia hasta las tres de la tarde, tenemos todo un día para descansar en el barco, nos levantamos sin prisas, vamos a desayunar, a dar un vistazo por las cubiertas superiores y nos encontramos una agradable sorpresa, ¡estamos pasando justo entre Córcega y Cerdeña! Son las 9:30, dato importante para quien piense hacer la travesía y no perderse unas vistas preciosas.

Los pasajeros aprovechas este punto del viaje para llamar por sus teléfonos móviles, ya que dada la proximidad con tierra tienen cobertura. El mar está totalmente tranquilo, y el barco se mueve realmente despacio, quiero decir no es que se mueva despacio en ese momento sino que es lento en comparación a la velocidad a que estamos acostumbrados de los medios de transporte terrestres.  Gracias al GPS sabremos la velocidad exacta a que circulamos y el punto en que nos encontramos, nunca habría pensado que llegaría a usar el GPS para esto. Circulamos a 40km/h y estamos junto a Sta. Teresa Galli.


El resto de la mañana, hasta la hora de comer pues a tomar el sol y remojarse en la pequeña piscina de agua natural, es decir salada.


Cuando anuncian por megafonía la apertura del bufet bajamos a comer, no es una comida y no es muy barata, pero bueno tampoco hace falta ponerle pegas.
Más o menos sobre el horario previsto, a las 15:30 ya estamos casi en tierra, pero debido al gran tráfico portuario que había en Civitavecchia hemos de esperar para que nos dejen atracar.
Soncasi las 17 horas cuando finalmente bajamos del barco totalmente preparados para las carreteras italianas, próximo destino Roma a apenas 94 km.

Aunque llevamos la PDA con el TomTom y los mapas de Italia no hace falta encenderla, es hora de poner en práctica el refrán de “todos los caminos llegan a Roma”, es decir que seguiremos las indicaciones de la carretera/autopista y una vez en la ciudad ya tiraremos de tecnología para encontrar el hotel, aunque realmente dada la ubicación de este justo en Termini no será difícil dar con el.

Sobre las autopistas italianas, lo primero que hay que tener en cuenta es el cambio de colores con respecto a España, aquí estamos acostumbrados a que las autopistas y autovías están indicadas con carteles de color azul y las vías rápidas de color verde, además aquí se indican del mismo color la autopistas de peaje y las sin peaje. En Italia en cambio están indicadas en color verde las autopistas de peaje y en azul las de no peaje (así es como yo lo vi, y creo que no me equivoco). La segunda cosa a tener en cuenta, son los límites de velocidad máxima, en autopista son 110km/h y además están llenas de radares de velocidad media, los que aquí llamamos “de tramo”.  Si no me han informado mal, estas multas “automáticas”  no son enviadas nunca al extranjero, ni nosotros a los italianos ni nosotros a ellos, por suerte pues hubo algunos tramos que,… Cuando realmente puedes tener un problema es si una patrulla te para e impone un multa, pues has de pangarla en ese momento y en metálico por ser extranjero (aquí también se hace así con los guiris)
La conducción por Italia más o menos normalita, en autopista con la moto eres tan poco respetado como en resto de los sitios, los coches invaden tu carril se te pegan por atrás cierran por delante,… como en todas partes. En carretera en cambio se respeta y facilita a las motos como nunca había visto, circulando por carretera cuando un coche te ve llegar por detrás de el se orilla ligeramente  al igual que lo hace el que viene de frente para que la moto pase entre los dos carriles, sobre las líneas discontinua e incluso las continuas, al principio resulta un poco chocante/peligroso/ilegal,… pero al final lo haces como la cosa más normal, en los tramos de caravana o trafico muy lento es como si los coches se abriesen ante ti igual que las aguas del mar muerto se abrieron a Moisés.
En Roma esperaba ver muchas más motos pero yo creo que hay menos que en Barcelona. El tráfico es bastante caótico pues hay muchos cruces “difíciles” o “raros” sin semáforos y sin señalización, los carriles tampoco están marcados como aquí pero todo el mundo se mete por donde puede y circula perfectamente, es una circulación más activa y mucho más ágil que lo que nosotros tenemos por costumbre, nosotros estamos muy acostumbrados a meternos en un carril entre dos rallas e ir mirando solo al semáforo como si fuésemos autómatas.

Esa misma tarde, tras descubrir lo que pasa cuando cierras un casco modular con una avispa dentro, dejar las cosas en el hotel y la moto bien aparcada aún nos dará tiempo a hacer un paseo con la luz del día antes de cenar.
La primera visita, Sta Maria Maggiore, solo por el exterior.

Y para cenar,… la primera pizza en una terracita.


Como este día estamos totalmente descansados, por la noche recorremos prácticamente toda la zona monumental, y probamos el primer helado Italiano, una auténtica delicia.
El coliseo con la iluminación nocturna es toda una maravilla.

Y la Fontana di Trevi es con más gente que El Corte Inglés en rebajas, es imposible hacer una foto.


Día 3. Roma
El tercer día del viaje lo dedicamos por completo a recorrer Roma.
Empezamos el día prontito, aunque sin madrugar, y cuando llegamos al Coliseo ya hay una gran cola para entrar. Bueno, hay que tener en cuenta que en el camino al coliseo nos tomamos nuestro tiempo, no solo por ir caminando sino por la numerosas paradas que hicimos para ver principalmente iglesias.
Sta. Maria Maggliore




Una vez finalizada la visita al Coliseo, nos dirigimos bajo un sol de justicia al Palatino.
Todas las visitas las hacemos “por libre”, aunque hemos traído una guía de visita que nos han prestado unos amigos, lo que realmente nos es útil es la información histórica y explicaciones que sacamos de la Wikipedia para cada unos de los sitios a visitar y que hemos traído impresa.


Acabamos muy cansados ya que el calor es insoportable y no hay ni una sobra en el enorme palatino, y se ha hecho muy tarde. Decidimos regresar caminando al hotel y comer en algún sitio que quede de camino, echaremos una siestecita y luego saldremos de nuevo al ataque, a recorrer todas las plazas y calles de Roma.










Cuando acabamos nuestro recorrido hemos caminado durante horas y recorridos kilómetros, localizamos un Mc.Donalds prácticamente por el olor y cenamos algo rápido para acostarnos prontito, maña si madrugaremos.

Día 4. Roma (El Vaticano)
Pese a que hemos madrugado, corrido en los pasillos del metro y esprintado en el camino desde el metro hasta el vaticano, cuando llegamos a museo Vaticano la cola ya gira por la esquina y continua y continua,… y eso que la puerta aún no ha abierto.

Una vez dentro, recorremos galería tras galería, pasillo traspasillo, cuadro tras cuadro,… y al final llega un momento en que estamos saturados y todo nos parece igual.  Bueno, es que el arte tampoco es nuestro fuerte. A destacar, la Capilla Sixtina y sobre todo las obras de Rafael, mirando estas no sabes si lo que ves es un cuadro o es una estatua en tres dimensiones, fascinante. Desde el museo hay también unas preciosas vistas a los jardines del interior del Vaticano, todo muy bien cuidado y muy tranquilo, perfecto para meditar je je je.
Así como en la calle y en las carreteras no hay una gran presencia policial, en museo vaticano está plagado de vigilantes.



Después de visitar la basílica de San Pedro, guardando una gran cola, decidimos subir a la cúpula y es aquí donde esperamos la cola más larga de nuestra vida, más de una hora y media. Finalmente el ascenso es duro pero interesante, y una vez arriba las vistas de toda la ciudad son inmejorables. Bueno, digo que el ascenso es duro aunque hay una primera parte que se puede hacer en ascensor, pero cuando después de la cola nos dicen que hay un precio diferente con ascensor y sin el decidimos hacer pierna (hacer pierna, sinónimo también de ahorrarnos unos cuantos euros, bastantes)




Al igual que el día anterior dedicaremos la tarde a callejear por la ciudad, se nos hace de noche estando lejos del hotel pero hemos de regresar caminando. Roma es caminar y caminar, es agradable hacerlo pues no ten siente agobiado pero al final acabas reventado.

Día 5. Roma – Florencia. 281km

A la mañana siguiente nos levantamos sin prisas, desayunamos, hacemos las maletas y nos dirigimos a Florencia, hacemos todo el recorrido por autopista y no tardamos ni tres horas. En la autopista hay muchas autocarabanas y coches con pintas de ir de viaje largo/vacacional, tan solo nos encontramos con una KTM española y una Custom Italiana. Llegamos al hotel de Florencia muy pronto, nos dará tiempo a deshacer las maletas y pasear un poco antes de la hora de comer. La tarde poco a poco empieza a empeorar, caen algunas gotas sueltas y el cielo está muy oscuro, ni tan siquiera apetece hacer fotos. Al final de la tarde ya llueve fuerte.

Día 6. Florencia
Después de pasar toda la noche lloviendo parece que el día como mínimo nos dará una tregua para conocer la ciudad, pues aunque está nublado no llueve. Nos pasamos todo el día caminando por la ciudad, y aunque nos acercamos a la cola para entrar en la Academia del Arte desistimos del empeño, “mas cuadro,… mejor que no”. En Florencia para recorrer la zona turística no queda otra que caminar, pero no es el mismo caso de Roma, pues en Florencia todo está muy cerca, la zona monumental no es muy grande.
Junto a una de las iglesias, en la plaza, Maite encuentra un mercadillo y decide que es el momento de comprar regalitos,… toca regalar colgantes de Cristal de Murano, aún no he entendido por que comprar Cristal de Murano en Florencia cuando dentro de unos días estaremos en Murano, pero mejor no preguntar...







Finalmente el paseo nos lleva hasta el Ponte Vecchio, la mejor vista de Florencia.


En un supermercado compramos cosas y subimos a comer a una montaña que hay al otro lado del río Arno, con vistas panorámicas de la ciudad.


Día 7. Florencia – Pisa – La Tsocana – Florencia. 285km

Este será el único día que usemos la moto en todo el viaje sin ser expresamente para unir dos ciudades, además la toscana es un sitio bastante motero. Si acaso nuestro único problema fue elegir una indumentaria inadecuada, nos confiamos con el tiempo y las distancias y salimos en manga corta y pantalón corto, pasamos bastante frio. Como los Schubert C2 no caben en el baúl trasero, Givi V46, estrenamos la cadenita de colgar los cascos de la V-Strom. Los tapamos con su funda para que no les de el sol, pero aunque es una calle muy tranquila da un poco de miedo dejarlos, por suerte no pasó nada.


La foto sujetando la torre con la mano es ya un clásico a nivel mundial.


En pisa fue el día que mejor comimos del viaje, un restaurante muy tranquilo a la orilla del rio con una gran variedad de pan entre otras cosas. Es muy habitual que en los restaurantes el camarero te atienda en castelllano, pero en este nos atiende en un catalán perfecto, nos explica que el no es de Pisa sino de L’Alguer “tenim la mateixa llengua i els mateixos costums” decía el.
La Toscana no es para verla en foto, es para recorrerla y si es en moto mejor, campos cultivados de girasoles, frutales, bosques,... Sant Gimignano es el típico pueblo que se quedó parado en el tiempo, y Siena,… pues no sabría decir como es Siena pues era 16 de agosto, y es la fiesta del Palio por lo que hay gente por todas partes, y la plaza del Palio está cerrada a cal y canto para los forasteros.








De regreso a Florencia, al anochecer, pasamos por una especie de autovía en no muy buen estado que pasaba entre bosques, me recordaba mucho a Galicia.

Día 8. Florencia
Este día lo dedicamos nuevamente a recorrer Florencia, a caminar por donde ya hemos caminado, realmente Florencia no es muy grande. Como única cosa destacable del día, ¡Toca hacer la colada! En la propia lavandería, al más puro estilo Estados Unidos, compramos la cajita de jabón por un euro, tres con cincuenta  para la lavadora y creo que dos para la secadora.


Día 9. Florencia – Venecia. 260 km

El camino a Venecia nos resulta muy entretenido, pese a que no hay una gran distancia se pasa por paisajes muy variados, unos primeros kilómetros de montaña con muchas curvas, luego una enorme caravana en el área de Bolonia (menos mal que íbamos en moto), y luego hasta Venecia mucho tráfico pero muy rápido, rodeados de coches con matriculas españolas todos entre 140 y 160 km/h cuando la limitación era de 110.
Al llegar a Venecia, la duda, ¿Dónde aparcamos? Era una de las cosas que había intentado averigual por internet con anterioridad pero no saque nada en claro.  En Piazzale Roma, la entrada a Venecia y fin de la carretera, los coches tan solo pueden estacionar durante una hora, y las motos durante veinticuatro, eso si encuentras un sitio libre. Finalmente un lugareño nos confirma lo de las 24 horas, y nos dice que si nos pasamos poco de las 24 horas no hay problema pero sino la grúa retira la moto, de hecho a escasos 50 metros la grúa se está llevando dos BMW españolas. Al lado de Piazzale Roma hay varios parkings, pero todos están completos, Maite se acerca a uno caminando y ni tan siquiera le dicen el precio pues está completo.


Ahora tan solo queda encontrar el hotel, y llegar a el cargados con las alforjas, en la zona de Piazzale Roma a todas horas se ve a turistas cargados con sus maletas. Por suerte el nuestro está muy cerca, justo en la manzana siguiente al Ferrovía, en una plaza muy tranquila y con vistas al Gran Canal.

Esta misma tarde, después de comer compramos el ticke de 24 horas para el Vaporeto y visitamos Murano y Burano.


En Murano las fábricas de vidrio ya están cerradas por la hora, pero la visita realmente recomendable es Burano, con sus casitas de colores  y tiendas en las que venden cristal de Murano, además allí ya no llega tanto turismo y puedes caminar más tranquilamente.


En Burano, caminando por las calles desiertas ves que realmente vive gente, hay cuerdas de tender la ropa, plantas, perros sueltos,… es un pueblecito. En Venecia en cambio es como si nadie viviese, hay muchísima gente de los cuales la mayoría son turistas, hay tienes y restaurantes pero no parece que nadie viva allí, de hecho pocos edificios tiene pintas de ser viviendas.

¿Qué tiene Maite en las manos? ¿Caramelos multicolor/multisabor? ¿gominolas?... no, eso es Cristal de Murano, ese es el aspecto que tiene el Cristal de Murano, y en este caso con forma de caramelos.

Día 10. Venecia
Pese a todo lo que hay por ver en Venecia, tan solo tenemos un día para hacerlo, así que empezamos bien pronto por la Plaza San Marco y la Basílica, luego por la zona militar y sus alrededores, un pequeño rincón de Venecia en que se ve la vida y las gentes de Venecia sin turismo (incluso pescadores arreglando sus redes, una ferretería de barrio,…).







Para acabar de amortizar el bono de Vaporeto iremos hasta Torcello, la isla más lejana y primera que se habitó en la historia, ahora es un parque natural con un par de restaurante de lujo extremo y unas ruinas de las épocas romanas y griegas.


Una vez acabado el tiempo del Vaporeto,… a caminar para no perder la costumbre, además es chocante pero agradable caminar por una ciudad en la que no encuentras ni un solo vehículo (Quizás en todo el día vimos dos bicis).


 
Re: ITALIA (Roma-Florencia-Pisa-Toscana-Venecia-An

Día 11. Venecia – Ancona. 360km

Tras comprobar gratamente que la moto sigue en el lugar que la dejamos, es decir, no ha sido víctima ni de chorizos ni de la grúa pues han pasado más de 24 h desde que aparcamos en Piazale Roma, empezamos el viaje camino de Ancona. En Ancona realmente no pretendemos hacer ninguna visita turística, sino tan solo una escala en nuestro camino de regreso. Pasamos muy cerquita de la República de San Marino, estamos tentados de desviarnos a dar un paseíto por allí, pero no lo hacemos. He dicho “estamos tentados” en plural, pues siempre viajamos con el ya famoso intercomuncador de 19 € en el Lild, ese que a altas velocidades se oye igual de mal que el de 300€, que es igual de legal/ilegal que el de 300€,… pero que tienes que enchufar y desenchufar cada vez que quieres bajar de la moto o alejarte del acompañante (ya sabía yo que por algo los otros cuestan 300€, será por los cablecitos). El camino se hace muy fácil, por autopista como los anteriores días, y por la tarde nos damos un baño en el Adriático.


Día 12. Ancona – Civitavecchia y Travesía. 291km

Hoy será el día de la moto, cruzaremos Italia de este a oeste, no son muchos kilómetros, pero serán por carreteras de montaña. Simplemente tenemos un objetivo, no perder el barco. En todo el recorrido se ven paisajes montañosos, pequeños pueblos, desfiladeros,… pero ni tan siquiera hacemos fotos.

Objetivo cumplido, hemos llegado al barco, ahora ya se puede decir que el viaje ha sido un éxito.

Día 13. Civitavecchia – Barcelona.
Llegamos a Barcelona, el viaje todo un éxito, sacamos nuestra moto del último rincón de la ultima bodega del barco y en menos de un cuarto de hora estamos en casa.
 
Re: ITALIA (Roma-Florencia-Pisa-Toscana-Venecia-An

Un viaje muy chulo y sobre todo cultural.Por lo ke veo no te lo has pasado muy bien ;D ;D
 
Re: ITALIA (Roma-Florencia-Pisa-Toscana-Venecia-An

Habéis hecho prácticamente el mismo viaje que nosotros el verano pasado. Lo único que después de Venecia, nosotros subimos a Milán y el Lago de Como, y cogimos el ferry de regreso en Livorno. Es un gran viaje, muy muy bonito. Italia me encanta y se come muy bien.

Nosotros ahora estamos centrados en nuestro USA costa a costa de este verano.
 
Re: ITALIA (Roma-Florencia-Pisa-Toscana-Venecia-An

Yo salgo mañana para Roma y Florencia,8 dias no dan para mas

pero esparo repetir algunas de esas fotografias.


saludos
 
Re: ITALIA (Roma-Florencia-Pisa-Toscana-Venecia-An

Hola a todos
Nosotros tambien nos pasamos el verano por esas tierras, pero nada de barcos.... a :cool: :cool: :cool:sufrir :cool: :cool: :cool: desde el 1º kilometro... la verdad es que fue una pasada... pero lo major Lago di Garda... y Cinque Terre... para no perderse....

Un saludo.
 
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