Jesusmadrid
Curveando
[FONT=.Helvetica NeueUI]Llevo poco con esto de las motos y deseaba compaginar una salida con mi vaca ADV y alguna actividad de montaña, mi otra aficiòn. [/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]Así que hace un par de semanas me lo organicé todo y marché un viernes hacia Cervera de Pisuerga desde Madrid, con la intención de subir al Curavacas, en Fuentes Carrionas, montaña que en verano no tiene complicación técnica. [/FONT]
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[/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]La salida de Madrid fue bajo un calor horroroso pero ya abandonando la autovia de Palencia en Herrera de Pisuerga empecé a disfrutar del paisaje y la solitaria carretera, , incluyendo las iglesias románicas maravillosas a lo largo de la ruta, como la de Moarve de Ojeda o la de Santa Eufemia. [/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI][IM]
[/IMG]
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[FONT=.Helvetica NeueUI]En llegando a Cervera monté el campo base en el Camping a la salida del pueblo. Se encuentra junto al río y tienen un restaurancillo con unas croquetas impresionantes.
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[/FONT][FONT=.Helvetica NeueUI]Por cierto, cuando en Madrid había 39 grados, en la tienda pasé la noche del viernes un frío del carajo en mi saco de verano.
[/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]Al día siguiente partí hacia Vidrieros, donde comienza la ascensión al Curavacas, pasando por unos parajes espectaculares, junto al embalse de Cervera. [/FONT]
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[/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]Una vez en el Vidrieros, pasé primero por el bar de Aurelio, quien tuvo el detalle de guardarme la chaqueta que ya no me cabía en las maletas. Lo de combinar dos actividades diferentes obliga a organizarse y a estar atento para que no falte nada de ropa o material, así que va uno un poco apretado de espacio.
[/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]Aurelio es persona de gran amabilidad, ingeniero que regenta el único bar del pueblo y tiene la costumbre de plantear un problema de matemáticas cada semana, invitando a una cerveza a quien encuentre la solución. Aqui lo tenéis por si queréis echarle el guante.
[/FONT]
Hace tres años un amigo y yo estábamos haciendo la vía Diagonal en el Curavacas y nos encontramos a una perra jovencita enriscada en una cueva, sin poder subir ni bajar. Estaba en un lugar donde no nos explicábamos cómo había podido llegar hasta allí. Decidimos sacrificar la escalada para no dejar morir allí al animal, porque se la veía ya bastante hambrienta. Para ello tuvimos que montar un sistema de rappel y descuelgues bastante complicado.
Una vez en el pueblo, con la perra sana y salva, preguntando en el bar, el dueño nos comentò que se llamaba Ulma, que era suya y que llevaba dos días desaparecida. Así conocí a Aurelio, quien siempre nos ha dado buenos consejos para organizarnos por allí con los vivacs, acampadas y demás.
[FONT=.Helvetica NeueUI]Luego supe de ella por multitud de blogs de montaña, ya que a Ulma le encantaba escalar el Curavacas y le daba por subir con el primero que encontraba. Aqui la tenéis la última vez que la encontré por allí, no lejos de la cumbre.
[/FONT][FONT=.Helvetica NeueUI]
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[FONT=.Helvetica NeueUI]
Finalmente, tras cambiarme el "traje de luces" por el de montaña en plena plaza del pueblo, tiro hacia el Curavacas y en tres horas me planto en la cumbre. Llevo tiempo sin salir en serio, pero el cuerpo responde bien. Ayuda también la suave brisa que acompaña toda la subida, haciendo más soportable la pedrera que lleva hasta un poco más abajo de la cima[/FONT]
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Desde la cima
Después del descenso y ya llegando al pueblo, despunta la torre de la bonita iglesia de Vidrieros
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[/FONT][FONT=.Helvetica NeueUI]A la bajada, otra cerveza donde Aurelio y me cuenta que Ulma desapareciò hace dos años, probablemente víctima de los lobos. La vida es dura por aquí para los perros.
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[FONT=.Helvetica NeueUI]
Tenía ganas de moto, así que enfilé desde Vidrieros la preciosa carretera hacia Velilla del Río Carriòn en una tarde magnífica y con la satisfacción de haber cubierto parte de mi plan. Pasé junto al embalse de Camporredondo y bajo la imponente presencia del Espigüete, un monte de nombre gracioso pero que en invierno no tiene gracia ninguna.
[/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]La carretera es fantástica; sin nada de tráfico,y ya cerca de Velilla me vuelvo a Cervera por el mismo camino, donde me vuelvo a entregar a las croquetas. [/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]
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[FONT=.Helvetica NeueUI]Al día siguiente cojo la preciosa carretera hacia el puerto de Piedrasluengas. Se entienden los carteles que dicen "paisaje ganadero". Es un suave paisaje de media montaña lleno de vacas y caballos en una carretera trufada de curvas. [/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]A la bajada, en lugar de ir directamente a Potes cogí una carretera hacia el E, desviandome hacia Rionansa por una carretera tortuosa y muy divertida. [/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]Al llegar allí, torcí hacia Potes por un paisaje espectacular cruzando por Obeso hacia el desfiladero de la Hermida.
En Potes la parada y foto en el mirador de San Miguel es un clásico.
[/FONT][FONT=.Helvetica NeueUI]
La vuelta a Madrid fue desandando el camino hacia Rionansa y desde ahí, saliendo de Cantabria por Cabuerniga y la reserva de Saja, eso si, siempre con cuidado por el numeroso ganado suelto y la posible fauna salvaje. El bosque de Saja parece querer tragarle a uno.
[/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]El camino de vuelta hasta Burgos lo hice fuera de autovía por Herrera de Pisuerga, abandonando el frescor de Cantabria y dándonos de bruces con el seco calor castellano.[/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]
[/FONT][FONT=.Helvetica NeueUI]En total diez horas encima de la moto en una jornada maravillosa por unos parajes a cual mas bonito. La gorda se comportò bien, salvó una bombilla fundida, con 11.000 kms ya. Estoy intentando aclararme con el Garmin para poder colgar la ruta.
El viaje salió perfectamente y sirvió para descubrir que se pueden compaginar dos aficiones en el mismo fin de semana.
Sería injusto no citar a Carolus por su ayuda para poder colgar las fotos.
[/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]Saludos a todos. [/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]Así que hace un par de semanas me lo organicé todo y marché un viernes hacia Cervera de Pisuerga desde Madrid, con la intención de subir al Curavacas, en Fuentes Carrionas, montaña que en verano no tiene complicación técnica. [/FONT]
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[FONT=.Helvetica NeueUI]La salida de Madrid fue bajo un calor horroroso pero ya abandonando la autovia de Palencia en Herrera de Pisuerga empecé a disfrutar del paisaje y la solitaria carretera, , incluyendo las iglesias románicas maravillosas a lo largo de la ruta, como la de Moarve de Ojeda o la de Santa Eufemia. [/FONT]
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[FONT=.Helvetica NeueUI]En llegando a Cervera monté el campo base en el Camping a la salida del pueblo. Se encuentra junto al río y tienen un restaurancillo con unas croquetas impresionantes.
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[/FONT][FONT=.Helvetica NeueUI]Por cierto, cuando en Madrid había 39 grados, en la tienda pasé la noche del viernes un frío del carajo en mi saco de verano.
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[FONT=.Helvetica NeueUI]Al día siguiente partí hacia Vidrieros, donde comienza la ascensión al Curavacas, pasando por unos parajes espectaculares, junto al embalse de Cervera. [/FONT]
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[FONT=.Helvetica NeueUI]Una vez en el Vidrieros, pasé primero por el bar de Aurelio, quien tuvo el detalle de guardarme la chaqueta que ya no me cabía en las maletas. Lo de combinar dos actividades diferentes obliga a organizarse y a estar atento para que no falte nada de ropa o material, así que va uno un poco apretado de espacio.
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[FONT=.Helvetica NeueUI]Aurelio es persona de gran amabilidad, ingeniero que regenta el único bar del pueblo y tiene la costumbre de plantear un problema de matemáticas cada semana, invitando a una cerveza a quien encuentre la solución. Aqui lo tenéis por si queréis echarle el guante.
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Hace tres años un amigo y yo estábamos haciendo la vía Diagonal en el Curavacas y nos encontramos a una perra jovencita enriscada en una cueva, sin poder subir ni bajar. Estaba en un lugar donde no nos explicábamos cómo había podido llegar hasta allí. Decidimos sacrificar la escalada para no dejar morir allí al animal, porque se la veía ya bastante hambrienta. Para ello tuvimos que montar un sistema de rappel y descuelgues bastante complicado.
Una vez en el pueblo, con la perra sana y salva, preguntando en el bar, el dueño nos comentò que se llamaba Ulma, que era suya y que llevaba dos días desaparecida. Así conocí a Aurelio, quien siempre nos ha dado buenos consejos para organizarnos por allí con los vivacs, acampadas y demás.
[FONT=.Helvetica NeueUI]Luego supe de ella por multitud de blogs de montaña, ya que a Ulma le encantaba escalar el Curavacas y le daba por subir con el primero que encontraba. Aqui la tenéis la última vez que la encontré por allí, no lejos de la cumbre.
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Finalmente, tras cambiarme el "traje de luces" por el de montaña en plena plaza del pueblo, tiro hacia el Curavacas y en tres horas me planto en la cumbre. Llevo tiempo sin salir en serio, pero el cuerpo responde bien. Ayuda también la suave brisa que acompaña toda la subida, haciendo más soportable la pedrera que lleva hasta un poco más abajo de la cima[/FONT]
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Desde la cima
Después del descenso y ya llegando al pueblo, despunta la torre de la bonita iglesia de Vidrieros
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Tenía ganas de moto, así que enfilé desde Vidrieros la preciosa carretera hacia Velilla del Río Carriòn en una tarde magnífica y con la satisfacción de haber cubierto parte de mi plan. Pasé junto al embalse de Camporredondo y bajo la imponente presencia del Espigüete, un monte de nombre gracioso pero que en invierno no tiene gracia ninguna.
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[FONT=.Helvetica NeueUI]La carretera es fantástica; sin nada de tráfico,y ya cerca de Velilla me vuelvo a Cervera por el mismo camino, donde me vuelvo a entregar a las croquetas. [/FONT]
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[FONT=.Helvetica NeueUI]Al día siguiente cojo la preciosa carretera hacia el puerto de Piedrasluengas. Se entienden los carteles que dicen "paisaje ganadero". Es un suave paisaje de media montaña lleno de vacas y caballos en una carretera trufada de curvas. [/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]A la bajada, en lugar de ir directamente a Potes cogí una carretera hacia el E, desviandome hacia Rionansa por una carretera tortuosa y muy divertida. [/FONT]
[FONT=.Helvetica NeueUI]Al llegar allí, torcí hacia Potes por un paisaje espectacular cruzando por Obeso hacia el desfiladero de la Hermida.
En Potes la parada y foto en el mirador de San Miguel es un clásico.
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La vuelta a Madrid fue desandando el camino hacia Rionansa y desde ahí, saliendo de Cantabria por Cabuerniga y la reserva de Saja, eso si, siempre con cuidado por el numeroso ganado suelto y la posible fauna salvaje. El bosque de Saja parece querer tragarle a uno.
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[FONT=.Helvetica NeueUI]El camino de vuelta hasta Burgos lo hice fuera de autovía por Herrera de Pisuerga, abandonando el frescor de Cantabria y dándonos de bruces con el seco calor castellano.[/FONT]
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El viaje salió perfectamente y sirvió para descubrir que se pueden compaginar dos aficiones en el mismo fin de semana.
Sería injusto no citar a Carolus por su ayuda para poder colgar las fotos.
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[FONT=.Helvetica NeueUI]Saludos a todos. [/FONT]
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