VIAJE A CÓRCEGA Y CERDEÑA JULIO DE 2018.

[Antonio_RT]

VIAJE A CÓRCEGA Y CERDEÑA JULIO DE 2018
Del 09 al 21 de julio.

Hola, os pongo el viaje que hicimos este verano mi mujer y yo a las Islas de Córcega y Cerdeña por si a alguien le sirve de inspiración o ayuda.

El viaje que teníamos preparado para las vacaciones se cayó por la imposibilidad de hacerlo con la pareja que siempre viajamos. Ante las circunstancias optamos por un plan B.
Siempre habíamos tenido en mente visitar Córcega y Cerdeña, pero no en fechas estivales, pero ante la posibilidad de quedarnos sin el viaje en motos del verano nos pusimos manos a la obra y finalmente preparamos el viaje centrado en Córcega y el norte de Cerdeña.
Salimos con los alojamientos reservados y un plan de rutas, pero con la idea de ir realizándolas en función del como fueran pasando los días.
Por circunstancias familiares, no pude terminar de preparar las rutas hasta la misma noche de la víspera de iniciar el viaje, por lo que luego tuve que corregir e improvisar sobre la marcha. También nos paso con la preparación del equipaje y nos olvidamos de algunas cosas y llevamos otras que ni siquiera usamos.

Día 09/07/2018. Madrid – Barcelona.
Por fin comenzábamos nuestras vacaciones. Este año más que nunca necesitábamos desconectar y por unos días dejar los problemas y la rutina aparcados.
Nos levantamos con tranquilidad ya que teníamos todo el día para llegar a Barcelona a coger el ferry a Porto Torres, ya zarpaba a las 22:15 horas.
Para la ruta decidimos ir por carreteras convencionales el máximo posible, ya que teníamos todo el día para viajar.
Salimos de Madrid por la A-II hasta Alcolea del Pinar, donde nos desviamos para coger la carretera de Molina y llegar hasta Alcañiz donde paramos a comer.

Tras la comida reemprendimos la marcha hacia Caspe y Fraga disfrutando del recorrido y del poco trafico.
En Fraga volvimos a coger la A-2 y según nos acercábamos a la urbe el tráfico y el calor se fueron intensificando. Solo paramos a repostar para llenar el depósito a precio español. Y tras comernos un buen atasco en la Ronda Litoral llegamos por fin al puerto de Barcelona.
Como ya conocemos el punto de embarque de otras ocasiones fuimos directos a la zona del papeleo, donde nos informaros que el proceso había cambiado y ahora se entraba directamente a la zona de embarque y allí daban los documentos de embarque para los vehículos.
A las 19:15 ya estábamos esperando para embarcar, y un cuarto de hora después dieron orden de embarcar por la pasarela a los acompañantes de las motos, otra novedad, así que me quede solo esperando.

Por suerte llego otro motero de Murcia con el que la espera se hizo menos aburrida.

Como el barco hacia escala en Cerdeña embarcamos los últimos. Con la moto en la bodega fui a buscar a mi mujer, para ir a sacar las llaves del camarote y poder quitarnos la ropa de la moto. No fue sencillo por el ajetreo del embarque pero finalmente dejamos el equipaje en el camarote y nos pudimos duchar.
Para cenar elegimos el restaurante del barco y en el transcurso de la misma el barco soltó amarras y zarpo puntual.

El día había sido largo por lo que dimos un paseo por cubierta y nos fuimos a descansar.

Día 10/07/2018. Barcelona – Porto Torres - Bonifacio.

Nos despertó temprano el sol que entraba por la ventana, nos vestimos y bajamos a desayunar, en ello estábamos cuando nos avisaron que llegaríamos casi con una hora de adelanto sobre el horario previsto. A las 09:30 ya estábamos en cubierta con el equipaje esperando que el barco llegara a puerto, por suerte encontramos un banco en el que daba algo de sombra y pudimos esperar bastante cómodos.

Sobre las 10:30 desembarcamos en Porto Torres, ya en tierra firme nos colocamos bien los trajes y pusimos en marcha el gps para dirigirnos a Santa Teresa de Gallura, donde nos esperaba el siguiente ferry para cruzar a Córcega.
Acostumbrándonos al tráfico de la zona empezamos a disfrutar de la costa norte de Cerdeña. Como era temprano encontramos las carreteras despejadas por lo que pudimos ir relajadamente disfrutando del paisaje y de la compañía del mar.
La costa era agreste con mucha roca y poca vegetación. Hacia un calor soportable y no demasiada humedad para estar en una isla.
Sobre las 12:30 llegamos a Santa Teresa, y como teníamos bastante tiempo por delante hicimos turismo por la población. Aparcamos la moto en la parte alta muy cerca del centro. Mientras paseamos vimos una terraza con una agradable sombra y nos sentamos a refrescarnos, acabamos comiendo allí.
El ferry a Bonifacio zarpaba a las 15:00 por lo que bajamos al puerto para esperar el embarque.

La zona de espera carecía totalmente de sombra por lo nos cobijamos en la poca que daba la cabina de embarque.

Embarcamos puntualmente y en poco rato dejábamos atrás la costa de Cerdeña. Como el mar estaba en calma subimos a la parte alta y disfrutamos de la travesía entre las islas.

Cuando nos fuimos acercando a Bonifacio tuvimos una magnifica vista de los acantilados, de Bonifacio y del puerto.

A las 16.00 desembarcamos nos encaminamos a la parte alta, donde habíamos reservado habitación en el hotel Santateresa.
Encontrarlo fue fácil y en 5 minutos ya estábamos con la moto aparcada bajando el equipaje.

La habitación estaba bien y con muy buenas vistas, además en una zona tranquila y lo suficientemente cerca del centro como para no tener que mover la moto.

Nos cambiamos y salimos a pasear. No nos defraudo para nada, la mezcla entre la naturaleza, los paisajes, el casco antiguo y la zona del puerto es difícil que no satisfaga al viajero.

Recorrimos las murallas, pero no bajamos la escalera del Rey de Aragón, demasiados peldaños para subir y bajar.

Bajamos al puerto deportivo y allí me tome mi primera Pietra, que no fue la última.

A la hora de cenar volvimos a la parte del casco viejo donde habíamos vistos varios restaurantes interesantes, finalmente encontramos sitio en una terraza en donde acabamos cenando muy bien y tomando contacto con los vinos de la zona.

Con el estomago lleno y el espíritu elevado por el caldo regresamos dando un paseo hasta el hotel por las tranquilas callejuelas disfrutando de la agradable noche de verano.

Nos acostamos temprano, había sido un día muy largo y el viaje acababa de empezar.

Continuara...

 

[Overlander]

Bonito viaje yo lo hice en el 2007 y me encantó, Bonifacio es precioso.

 

[Antonio_RT]

Día 11/07/2018. Bonifacio – Sartène - Porto Pollo.

Una mañana con nubes y algo de viento nos saludo al levantarnos por la mañana, aunque la previsión era que fuera mejorando según avanzara el día.

Desayunamos en el hotel, cargamos el equipaje en la moto, e iniciamos la ruta del día. El destino era Puerto Pollo, pero por el camino más largo, para visitar la mayor parte de isla que pudiéramos.
Sobre las 10:00 iniciamos la ruta, pero pronto nos dimos cuenta del error de salir tan tarde. Teníamos que cruzar Bonifacio y nos encontramos un tráfico infernal, nos llevo mas de media hora llegar a la salida por la T40, además el gps también tenía ganas de jugar y no marcaba la ruta prevista. Lo solucione con una parada a la sombra y borrando un par de puntos para que marcara correctamente la ruta.
Por fortuna según nos alejábamos de Bonifacio las carreteras se iban despejando y al ir abandonar las vías principales llegamos a estar casi solos.
Por la D59 iniciamos la subida de una especie de puerto con un asfalto aceptable y unas vistas increíbles de la zona.

Seguimos camino por estrechas carreteras de montaña y rodeados de árboles y vegetación que por un momento nos hizo olvidar que estábamos en una isla en medio del mediterráneo.
Disfrutando del paisaje y las curvas llegamos sobre las 12.15 a Sartène, aparcamos la moto junto a la Plaza Porta y empezamos a visitar la población.

Sartène nos gusto bastante, con sus estrechas callejas, sus plazas y comercios, por lo que al final se nos echo encima la hora de comer.

Descubrimos que por un arco de piedra junto a la iglesia se accedía a una estrecha calle en la que había numerosos restaurantes y comercios, llena de gente recorriéndola.

Nos sentamos en uno de ellos a comer. Con el apetito satisfecho retomamos el camino. Bajamos de la montaña a la costa, pasamos por las playas llenas de bañistas en Propiano, resistiendo a la tentación de parar y meternos en el mar, continuamos bordeando la costa por la T40 hasta el cruce de la D157, la que tomamos para seguir por la costa y que nos condujo a nuestro destino Porto Pollo.
Sobre las 16:00 llegamos al hotel, no encontramos a nadie en la recepción y tuve que buscar al responsable, finalmente apareció una mujer y nos dijo que no nos esperaban tan pronto y que no estaba terminada la habitación.
Un rato después pudimos quitarnos la ropa de la moto, ponernos el bañador y disfrutar de la playa.

La playa estaba bastante concurrida y la zona de arena no era especialmente ancha, pero la limpieza y transparencia de su agua compensaba con creces.

Nos dimos nuestro primer baño en el mar de Córcega, pasemos por la orilla hasta donde se acababa la arena y vimos como los peces se acercaban a la orilla a comer.

Nos quedamos de los últimos, casi solos disfrutando del atardecer a la orilla del mar.

Volvimos al hotel a cambiarnos y salimos a buscar un restaurante para la cena.

Nos decidimos por el restaurante Jacqueline & François, con una coqueta terraza con vistas al mar. Por lo que comprobamos era un lugar frecuentado por los lugareños y que debía estar muy de moda. Pedimos unas tablas con productos locales, tanto del mar como de la tierra, todo estaba muy bueno.

Salvo un queso local cuyo sabor nos recordaba al estiércol, no fuimos capaces de comérnoslo.

Acabada la cena volvimos paseando al hotel, la jornada del día siguiente era de relax por la zona.

Continuara...

 

[Antonio_RT]

Día 12/07/2018. Porto Pollo – Ajaccio - Porto Pollo.

Nos levantamos temprano y salimos a desayunar a la terraza frente al mar, el desayuno era normal pero la tranquilidad y las vistas eran de postal.

El plan para el día era sencillo, salir sin el peso de las maletas, recorrer la costa por la D155 y llegar a Ajaccio, visitarlo y volver cuando nos apeteciera.
La primera parte salio perfecta, las carreteras por la costa ofrecían unas panorámicas del mar, las playas y los acantilados idílicas. Circulamos tranquilos, disfrutando de cada curva y casi solos, daba la sensación de que estábamos solos en la isla.
Al llegar a Porticco, la cosa fue cambiando y nos vimos paulatinamente rodeados de coches. Al incorporarnos a la T40 cerca del aeropuerto de Ajaccio el tráfico ya se había convertido en una lenta caravana por los 2 carriles hasta llegar a una glorieta.
Una vez cruzada la glorieta nos internamos en el la ciudad, con su atasco, sus semáforos y el calor asfixiante. Según avanzábamos al centro se nos fueron pasando las ganas de hacer turismo. Nos paramos a la sombra de un árbol y visto que todavía era temprano decidimos dar la vuelta y regresar al hotel, a la tranquilidad de la playa sin apenas gente, al fin y al cabo estábamos de vacaciones.
Para la vuelta cogimos el camino mas rápido, la T40, que seguimos hasta que nos desviamos por la D757 que era el camino más corto al hotel.
A las 14:00 ya estábamos sentados en la terraza del restaurante hidratándonos a la espera del la comida.

Como era tarde para el horario de comidas francés pedimos el plato del día, que resulto ser únicamente una menestra rara de verduras locales, por lo que nos quedamos con hambre. Así que decidimos acompañarlo de una pizza, ante el asombro de la camarera. Para el postre pedimos un helado que daba pena comérselo.

El resto de la tarde lo aprovechamos tirados al sol en la playa hasta el atardecer.
A la hora de cenar fuimos a un restaurante junto a la playa, bastante más económico que el del día anterior, donde cenamos a base de marisco y pescado regado con un vino blanco que se dejaba beber muy bien y a precios normales para la zona.

Por la noche regresamos al hotel para hacer el equipaje ya que al día siguiente tocaba viajar más al norte.

Continuara...

 

[Antonio_RT]

Día 13/07/2018. Porto Pollo – Galéria.

Como este día teníamos previsto una ruta bastante larga para las carreteras de la isla, decidimos madrugar y antes del desayuno ya teníamos cargada la moto con el equipaje.
Desayunamos como el día anterior frente al mar y al acabar fui a pagar la cuenta del hotel. Me atendió el dueño y me presento la factura, al repasarla vi que no me había descontado el importe del deposito de reserva del 30%. Se lo comente y ahí empezó una situación muy incomoda en la que me decía que ese deposito no era para el hotel y que a el no le costaba mi pago. Por suerte, y por que sabe más el diablo por viejo que por diablo, en su momento hice copia impresa de la carta de pago de la reserva, por lo que al enseñarle los papeles, el cargo en mi cuenta y la tarjeta correspondiente al pago, rectifico la factura. Creo que también influyo en su decisión cuando le dije que nos iríamos sin abonar la factura en caso de no corregir la factura. Bien entendido que toda la conversación se llevo a cabo en mi mal ingles, mi pésimo italiano y mi nada de francés.
Con un humor de perros, con retraso y con uno de los días más calurosos finalmente nos pusimos en marcha.
Para no repetir carreteras salimos por la D355, una carretera estrecha y sinuosa que asciende por el interior, muy entretenida pero muy lenta, que nos retraso un poco más, por lo que cuando llegamos a la T40 cerca de de el aeropuerto de Ajaccio nos encontramos un atasco todavía mayor que el día anterior. Con la esperanza que se despejara al llegar a la glorieta fuimos avanzando lentamente. En la glorieta tomamos la salida de la T20 y metimos en un atasco aun mayor que duro hasta que nos desviamos en la D81.
Tanto retraso nos condiciono el resto de la ruta y nos quedamos con ganas de parar en varios puntos para hacer fotos.
Lo bueno es que por fortuna el tráfico fue bastante fluido y evitar paradas y circular bastante mas alegre nos permitió ir recuperando algo de tiempo.
Nos gusto mucho la subida y la bajada del col de San Bastiano, por las vistas desde la carretera y por supuesto de las curvas.
Al volver a la costa fuimos cruzando una tras otra las numerosas poblaciones costeras, más pequeñas, con menos tráfico pero encantadoras. La D81 discurre paralela a las costas subiendo y bajando según la orografía de la costa con lo que era difícil mantener la vista en la carretera.
Desde Cargèse la cartera se aleja de la costa, se vuelve una divertida carretera de montaña que se encamina directamente a Les Calanques de Piana, una espectacular formación geológica de enormes acantilados de roca roja. Tuvimos mucha suerte de llegar sobre las 12:00 ya que la afluencia de visitantes era moderada y pudimos parar a hacernos unas fotos.

Como se acercaba la hora de comer nos pusimos de nuevo en marcha descendiendo hacia Porto, que nos pareció desde lejos un lugar agradable para comer, pero eso mismo debió pensar el resto de la gente y cuando llegamos estaba abarrotado de coches, autocares y motos, por lo que dimos la vuelta u salimos a buscar algún lugar mas tranquilo.
Seguimos devorando curvas y cuanto mas al norte estábamos menos gente y poblaciones encontrábamos. Al llegara a Partinello vimos una moto aparcada en un pequeño restaurante y ahí paramos para ver si nos daban de comer, eran las 13:00 y por suerte no hubo problemas, eso si éramos los únicos en el restaurante ya que los dueños de la moto se fueron nada más llegar nosotros.
Por fin pudimos relajarnos un rato, por lo menos íbamos a comer y tranquilos y las vistas desde la terraza eran muy agradables.

Más descansados e hidratados volvimos perezosamente a ponernos los cascos y emprender la marcha. Todavía nos quedaban unos 50 kilómetro de curvas enlazadas y de todo radio, me lo tome con calma ya que entre el calor y la digestión el sopor era considerable.
Finalmente llegamos al estuario del río Fango y a nuestro hotel en la población de Galeria. El hotel era más modesto pero estaba bien y tenia una pequeña piscina, además de un restaurante pizzeria justo enfrente regentado por los mismos dueños y que era donde se servia el desayuno.
Descargamos los equipajes, nos pusimos el bañador y nos fuimos a la playa a darnos un chapuzón. La playa tenia una mezcla de piedra y de arena, no era de las mas bonitas que habíamos visto pero por suerte no estaba masificada, si uno se mantenía en silencio se podía oír el mar sin apenas voces humanas.

Cuando nos cansamos salimos a dar un paseo por los alrededores para estirar un poco las piernas y ver que teníamos en los alrededores.

Para la cena no nos complicamos la vida y fuimos al restaurante del hotel, la verdad es que cenamos muy bien y abundante y por un precio mucho más económico que en el sur.

Cansados pero satisfechos nos fuimos al hotel había sido un día largo y llenos de emociones.

Continuara...

 

[Antonio_RT]

Día 14/07/2018. Galéria.

Al ser fiesta nacional francesa decidimos no usar la moto y tomarnos el día de absoluto descanso, aprovechando para organizar bien los equipajes y hacer colada.
Sin prisa nos levantamos y nos fuimos a desayunar al restaurante, nos pusieron el mejor desayuno de todo el viaje, tanto por calidad como por cantidad, con mención aparte a las confituras caseras, un placer para el gusto.
El resto del día lo pasamos relajadamente en la playa, la piscina y por los alrededores dejándonos llevar por la calma del lugar.

Al día siguiente nos esperaba otra buena ración de curvas por el norte de Córcega.

Continuara...

 

[Pacodoctor]

MBD :excited:
Gracias por compartir ...
Muy emotivo .

 

[morsa]

Es un placer leer tus crónicas veraniegas. Este mismo viaje lo hicimos hace cuatro años, me parece un destino ideal para hacerlo en moto.

 

[xaviclip]

Gracias otro año mas.

 

[Antonio_RT]

MBD :excited:
Gracias por compartir ...
Muy emotivo .

Es un placer leer tus crónicas veraniegas. Este mismo viaje lo hicimos hace cuatro años, me parece un destino ideal para hacerlo en moto.

Gracias otro año mas.

Muchas gracias a los tres por comentar.

Saludos.

 

[Antonio_RT]

Día 15/07/2018. Galéria - Bastia.

Con el cuerpo descansado y llenos de energía y tras el potente desayuno cargamos los bártulos en la moto y dejamos atrás Galeria, nos esperaba ahora una gran ciudad como Bastia, pero antes un buen puñado de curvas.

Salimos de una solitaria Galeria y tomamos la D81 en dirección a Calvi, se notaba que el día anterior había sido festivo ya que apenas se veía un alma.

Dejamos atrás Calvi sin visitarlo, dudamos hasta el ultimo momento, pero se impuso el sentido más practico.

Circulamos por la T30 cruzando las poblaciones costeras del norte como Algajola, Ginebaru, Losari. En el cruce con la D81 nos desviamos y el la vía se fue retorciendo, discurriendo entre las agrestes tierras del norte.

En esta carretera encontramos al tonto de turno que circulaba por el medio de la calzada impidiendo que le adelantaran, a una velocidad absurdamente reducida en las curvas y acelerando en los pocos tramos rectos. Nos llevo un rato ir adelantando la fila de coches que llevaba detrás y pasarle a el finalmente por motor y pisando casi el arcén.

Unas cuantas curvas después llegamos a Saint-Florent desde iniciamos la subida para rodear el Cap Corse y llegar a la parte mas al norte de la isla.

Iniciamos la subida pegados al mar rodando por el borde de los acantilados de la agreste costa, los paisajes se van sucediendo, de rodar rodeados de vegetación a ver preciosas calas de blanca arena, a salir a escarpados cortados suspendido sobre el mar.

Llegamos a Nonza y pudimos ver su playa desierta de color gris. Continuamos siempre hacia el norte y comprobamos como se espaciaban la distancia entre las poblaciones. Cuando llegamos a Morsiglia vimos que la carretera empezaba a alejarse de la costa e iniciaba un giro a la derecha para cruzar la península de lado a lado. Cruzamos el Col Saint Nicolas e iniciamos lentamente la bajada a la costa este tomando contacto con ella en Macinaggio. Aunque era un poco temprano aparcamos la moto a la sombra y nos sentamos en la terraza del restaurante U Culombu.

Decidimos comer allí y realmente fue un acierto comimos a base de pescado y el atún a la plancha que tome estaba delicioso y muy jugoso.

Con mucha pereza y calor volvimos a ponernos en marcha, no nos quedaban más que unos 30 km de curvas por la costa, pero el calor empezaba a hacernos mella.

Observamos que este lado de la costa es mucho menos agreste y las poblaciones costeras con su playa correspondiente se suceden unas tras otras, aumentando de tamaño según nos acercábamos a Bastia. Prácticamente desde Miomo la carretera discurre se envuelve de edificaciones y es casi como un tramo urbano.

Finalmente sobre las 15:30 llegamos a nuestro hotel en Bastia. El aspecto exterior era un poco deprimente, pero por lo menos tenía garaje para la moto. Desde recepción nos abrieron el garaje, que realmente era como una explanada rodeada de edificios cochambrosos, a cielo descubierto.

Como pensábamos que el garaje tenía acceso directo al hotel no quitamos el equipaje en la calle. Por tanto nos toco subirlo por la rampa que daba acceso ya que era la única salida visible. Pero al llegar a la puerta solo había una botonera para introducir un código que por supuesto no me habían dado y por más gestos que hice a la cámara de seguridad no conseguí que me abrieran la puerta. Estábamos atrapados, volvimos sobre nuestros pasos y por suerte vimos que saltando una pequeña valla se podía acceder a una salida por otro edificio que daba al lado contrario de la manzana de edificios.
Con el equipaje, los cascos y el traje de la moto saltamos la valla, salimos a la calle y rodeamos la manzana para llegar a la recepción. Cuando nos vieron llegar sudorosos y con cara de pocos amigos nos pidieron disculpas por no darnos el código.
Para colmo el hotel ubicado en dos platas de un edificio antiguo era como un laberinto de pasillos que parecía no acabar nunca.
Descansamos un rato y tras una refrescante ducha salimos a patearnos la ciudad. Por suerte la parte mas interesante nos pillaba cerca y se podía ir andando tranquilamente.

Al ser domingo casi todo el comercio estaba cerrado y además se daba la circunstancia de que se jugaba la final del mundial y Francia era una de las finalistas.

Pasemos por la plaza de Saint Nicolas con su estatua a Napoleón. La marina, con la parroquia de Saint Jean Baptiste. La ciudadela y sus murallas. El jardín Romieu. Vamos que nos dimos una panza a andar. Nos llamo la atención el mal estado exterior de la mayoría de edificios, era como una extraña belleza decadente.

Cuando Francia gano el mundial, se desato la alegría y hasta los barcos del puerto hicieron sonar las sirenas.

Cansados de hacer turismo nos sentamos a descansar en la Marina y hacer tiempo hasta la hora de cenar.

Con tanta oferta de restaurantes no supimos cual elegir y finalmente nos sentamos a tomar unas tablas en unos que tenia buena pinta.

Volvimos paseando al hotel mientras los franceses seguían celebrando su mundial.

Continuara...

 

[Pacolf]

Me ha encantado tu crónica Antonio y espero con impaciencia la continuación.

Saludos

 

[Antonio_RT]

Me ha encantado tu crónica Antonio y espero con impaciencia la continuación.

Saludos

Gracias Pacolf, me alegro que te guste.

Saludos.

 

[Antonio_RT]

Día 16/07/2018. Bastia – Porto Vecchio.

La mañana amaneció nublada, era la primera vez que veíamos encapotado el cielo en las islas.

Desayunamos en el hotel, cargamos el equipaje y salimos rápidamente del centro de Bastia, aprovechando que no había ferrys soltando vehículos.
La ruta prevista nos llevaba desde el norte a al sur, pero para hacerla más entretenida pensamos rodar por las carreteras del interior.

Avanzamos rápidamente por la T11, la primera autovía que tocábamos en varios días, hasta casi agradecimos rodar tan relajados.
Antes de que nos cansáramos nos desviamos por la T20 para encaminarnos a Corte. La carretera estaba bien asfaltada y llena de curvas, lastima que ocasionalmente pillamos tráfico, pero aun así pasamos un buen rato de moto. En este tramo coincidimos con bastantes moteros lo que no nos había pasado hasta ese momento.
Según avanzábamos al interior y nos rodeábamos de verdes montañas, el día se iba poniendo más oscuro, hasta el punto de empezar a ver gotas en la pantalla. Ante la perspectiva de lluvia decidimos no para en Corte y avanzar lo máximo con intención de dejara atrás la tormenta que se estaba formando en el interior. Todo fue en vano al cabo de un rato estábamos debajo de las amenazadoras nubes, lloviznando y con un fuerte viento.
Paramos para decidir la ruta, y tras mirar al cielo y ver por donde tenia peor aspecto, decidimos volver a la costa. Cambiábamos mejor tiempo a cambio de mucho más trafico.

Tomamos la T50, dejando poco a poco a nuestra espalda la tormenta, en Caterragio nos incorporamos a la T10. A partir de ese momento cruzar las numerosas poblaciones costeras, los cruces y hasta las glorietas se convirtió en un lento tormento de caravanas de coches en ambos sentidos.
El mar, el cielo nublado, el viento lleno de humedad y la temperatura en ascenso dieron pie a un bochorno pegajoso que no ayudaba a aguantar la marcha tan lenta.
La cosa fue a peor en las inmediaciones de Porto Vecchio y solo conseguimos avanzar circulando por el carril contrario los momentos en que no venían coches de frente.
Los últimos kilómetros ya dentro del casco urbano son para olvidarlos, parecía Benidorm en hora punta, con la temperatura de la moto a tope nos vimos obligados a parar el motor entre parada y parada para no fundirlo.
Finalmente agotados y sudorosos sobre las 13:00 horas llegamos al hotel. En recepción nos dijeron que no tenían lista todavía la habitación, por lo que dejamos los cascos en la consigna y nos fuimos a tomar una cerveza y a comer.
Nos metimos en el primero que vimos, nos sentamos frente al mar y comimos aceptablemente.

Refrescados por dentro y con el estomago lleno regresamos al hotel, descargamos los equipajes y por fin pudimos quitarnos los trajes de la moto.
La habitación estaba frente al mar por lo que las vistas eran de postal, además teníamos la moto a la vista.

El día termino por despejarse a costa de levantarse un fuerte viento que en la piscina del hotel se llevaba todo lo que no estaba anclado al suelo, pero no impidió que nos diéramos un buen chapuzón.

Cuando el vendaval amaino salimos a pasear por la población observamos el alto nivel de vida de la zona, que nos recordó a Saint-Tropez.
Para estirar las piernas subimos andando a la ciudadela, accedimos al interior por la Porte Génoise, y empezamos a pasear por sus bulliciosas callejuelas. Todo esta muy cuidado y limpio, numerosos restaurantes y comercios bullían de turistas como nosotros, aprovechamos para comprar algún recuerdo para la familia y los amigos.

Cuando la noche se fue cerrando y la hora de la cena se acercaba, nos llego el momento de buscar restaurante. Nos decidimos por Le Roi Teodore, un coqueto restaurante que daba la impresión de ser menos turístico y más cliente local.
Tras esperar un rato por una mesa en la terraza, nos sentamos, pedimos con algo de ayuda por parte de la camarera, que nos aconsejo un vino local que fue todo un descubrimiento, cenamos fenomenal y disfrutamos de las vistas.

Acabada la cena descendimos muy animados por las empinadas y solitarias cuestas hasta nuestro hotel.

Al día siguiente nos despedíamos de la bella Córcega.

Continuara...

 

[martinike]

Viaje chulo. Me suscribo al hilo.

Enviado desde mi WAS-LX1A mediante Tapatalk

 

[Antonio_RT]

Viaje chulo. Me suscribo al hilo.

Enviado desde mi WAS-LX1A mediante Tapatalk

Gracias Martinike

 

[Antonio_RT]

Día 17/07/2018. Porto Vecchio – Bonifacio – Santa Teresa de Gallura – Costa Paradiso.

Como en todos los viajes según van pasando la etapas se va acercando el final del mismo, aunque aun nos quedaban días por delante, era el momento de abandonar Córcega.
Nos levantamos temprano, la mañana era espectacular con las vistas desde la terraza, y además nos trajeron el desayuno a la habitación.

No teníamos prisa ya que el ferry zarpaba de Bonifacio a Cerdeña a las 12 de la mañana y además estábamos a poco más de 30 km. Cargamos el equipaje en la moto y nos despedimos de Porto Vecchio. Sin complicaciones de tráfico dejamos atrás la ciudad.
Tardamos menos de lo esperado y además no encontramos retenciones en Bonifacio por lo que pasadas las 10:00 estábamos en el puerto esperando que nos dieran paso para el ferry.

A las 12:00 zarpábamos a Santa Teresa de Gallura, el mismo recorrido que hicimos para llegar. Nada más salir del refugio del puerto nos dimos cuenta de que hacía un fuerte viento y que el mar se encontraba muy picado. Por megafonía prohibieron salir a cubierta durante la travesía por el estado de la mar.
El pequeño ferry se movía como los barcos de vela de las películas en medio de una tormenta, era difícil mantenerse en pie y no caerse. El agua salpicaba con fuerza por los ojos de buey, por donde veíamos como la línea del horizonte desaparecía alternativamente enseñando el cielo o el mar.
El trayecto duraba una hora pero se hizo eterno, yo solo podía pensar en la moto, atada solo con unas cuerdas, dando tumbos por la bodega del barco. Finalmente según nos acercábamos a la costa de Cerdeña el movimiento se fue calmando hasta que entramos suavemente al puerto.
Por fin autorizaron ir a los vehículos, con el corazón en un puño bajamos la estrecha escalera y se hicieron realidad los peores pensamiento.
La moto estaba muy inclinada, apoyada en el lateral. Con el movimiento se había quitado la pata de cabra y se había golpeado contra el casco del barco.

No se si fue mayor la rabia o la sensación de impotencia, pero ver la moto así, atada con una única cuerda de la ropa, cuando los encargados sabían del estado de la mar. Busque a un operario para que viera como estaba y me ayudara a levantarla, ya que allí el resto solo nos miraba sin acercarse.

Cuando pusimos la moto en pie vi que por suerte el topcase había salvado de sufrir muchos daños al quedarse encajado entre unas maderas. Por lo que la maneta, cilindro, espejo y carenado no tenían daños. Pero la piña izquierda se había llevado la peor parte, la tapa y todos los botones habían desaparecido.

Con temor puse la llave en el contacto y tras unos segundos eternos la moto arranco y las luces funcionaban. No teníamos mando de intermitencias, altura de la pantalla, control de tracción, warning, control de crucero y info.

Mientras venia el capitán para rellenar el parte, el ferry se quedo vacío y pude aprovechar para recoger todas las piezas y botones que pude. Tardamos un buen rato en rellenar todo el papeleo con el capitán. Sobre las 14:00 salimos de la bodega a puerto. Con la moral muy baja y de muy mal humor.

Ante la perspectiva decidimos ir del tirón a al hotel en Costa Paradiso, aprovechando que era la hora de comer y la carretera estaría más despejada. El camino se nos hizo eterno con el temor de que algo eléctrico fallase y no poder indicar los adelantamientos y los giros.
Cerca de las 15:00 llegamos al hotel, nos alojamos y pudimos comer en el restaurante a pesar de la hora. El lugar era impresionante y poco a poco se nos fue pasando el disgusto, por lo menos la moto funcionaba.

Después de comer mientras mi mujer deshacía las maletas estuve trasteando en la piña y con los trozos recatados conseguí hacer una ñapa y que funcionaran las intermitencias y la pantalla. Bueno parecía que empezábamos a enderezar la suerte.

Como estábamos al lado de la playa de Li Cossi, nos fuimos caminando por el escarpado camino que recorre la abrupta costa y que da acceso a esta preciosa cala.

En la misma playa desemboca un río, por lo que te puedes bañar en agua dulce o salada. Disfrutamos de una tranquila y relajante tarde de playa.

Volvimos al hotel por el mismo camino, nos dimos un chapuzón en la piscina y decidimos cenar en el hotel. Mañana sería otro día.

Continuara...

 

[Carolus]

Un mal trago que por suerte pudisteis más o menos superar. Cuando hice ese trayecto también hubo mar revuelta como nos has contado, ese barco es un cascarón comparado con los ferries que hacen travesías más largas y se mueve que parece una atracción de feria. Mi recomendación es dejar la moto con la pata de cabra, sí, pero con la 1ª marcha insertada, la dirección girada a tope a la izquierda y bloqueada. Con eso no se te mueve la moto salvo que el barco dé la vuelta...

.

 

[Antonio_RT]

Un mal trago que por suerte pudisteis más o menos superar. Cuando hice ese trayecto también hubo mar revuelta como nos has contado, ese barco es un cascarón comparado con los ferries que hacen travesías más largas y se mueve que parece una atracción de feria. Mi recomendación es dejar la moto con la pata de cabra, sí, pero con la 1ª marcha insertada, la dirección girada a tope a la izquierda y bloqueada. Con eso no se te mueve la moto salvo que el barco dé la vuelta...

.

Hola Carolus, si fue un mal trago y pensamos que se había acabado el viaje.
Se que en esa zona de fuertes corrientes suele haber mala mar, pero ese día rozaba casi lo peligroso para ese cascaron.
Juraría que deje la primera metida, como siempre en los ferrys, el bloqueo seguro, pero sabiendo lo movido que estaba, ya que acababan de cruzarlo, y atar la moto a un solo punto con una cuerda de las que usamos para la ropa, es de juzgado de guardia y así se lo dije al capitán.
A día de hoy seguimos esperando la respuesta de la reclamación del seguro y ya va para unos meses.
Saludos.

 

[Antonio_RT]

Día 18/07/2018. Costa Paradiso – Costa Paradiso.

Día sin rutas previstas, a nuestro aire, según nos apeteciera o no movernos con la moto por lo alrededores. Nos levantamos sin prisas y después del desayuno, llame al concesionario BMW que no nos pillaba muy lejos para pasarnos y que me apañaran en condiciones la avería. Por desgracia me comentaron que el mecánico las motos se había tomado el día libre y como era viernes hasta el lunes no podían hacer nada. Cuando las cosas se tuercen no hay más remedio que dejarse llevar por que cabrearse no sirve de nada, más que para amargarse.
Dedicamos la mañana a recorrer la costa y buscar donde darnos un chapuzón por las calas de la zona, al final andamos mucho y nos bañamos poco, ya que todas eran de rocas y no llevábamos escarpines.

A la hora de la comida volvimos al hotel para cambiarnos y coger la moto para acercarnos a un restaurante cercano que nos había gustado.
Al llegar a la moto y dar el contacto no hizo nada, repetí la operación y se encendió el contacto, mosqueado comprobé si funcionaba el injerto que había hecho, las intermitencias muertas y solo conseguí subir la pantalla un poco, bajarla tampoco. No entendía por que el día anterior funcionaba y ahora no.
De todas maneras nos montamos en la moto y fuimos a comer al restaurante Maia, así también probaba si fallaba algo más en la moto.
Comimos muy bien a base de pescados de la zona, y a un precio razonable para la zona donde estábamos.
Regresamos al hotel, los mandos seguían sin funcionar, por lo que desmonte la tapa y observe que había algo de humedad en los circuitos, al no ser estanco el rocío de la noche y la humedad del mar producía esa humedad. Decidí quitar la tapa y dejarlo al aire a ver si así volvían a funcionar los intermitentes por lo menos.
La tarde la pasamos en la piscina y preparando el equipaje para el día siguiente.

Para la cena nos fuimos andando por la calles de la urbanización hasta un pequeño centro comercial cercano, por el camino nos encontramos con un jabalí y sus jabatos que pasaron muy cerca de nosotros dándonos un buen susto.

Nos sentamos en el restaurante Antica Osteria, no cenamos mal pero tardaron mucho entre los platos y con la cuenta. Tardamos bastante más de lo esperado y nos toco volver por las oscuras calles donde volvimos a oír cerca el jabalí pero esta vez sin poder verlo. Finalmente llegamos al hotel sin más incidentes.


Día 19/07/2018. Costa Paradiso – Porto Torres.

Nos levantamos sin demasiada prisa, desayunamos, pagamos el hotel y cargamos el equipaje en la moto. Arranco sin problemas, pero la cercanía del mar le seguía sentando mal a los contactos y no funcionaba nada.
Ante el panorama cambiamos totalmente los planes y cancelamos las visitas que teníamos previstas, en su lugar pasaríamos el día en Porto Torres en previsión de la moto pudiera fallar mas.
Salimos con el sol apretando fuerte y un poco desanimados, el final del viaje no estaba saliendo como esperábamos. Llegamos al hotel Libyssonis sin incidentes antes de la hora de comer, por el camino habían vuelto a funcionar los intermitentes, eso si metiendo el dedo pulgar en el pequeño hueco.
Este era el último día antes de regresar a España y nos lo tomamos con calma. Porto Torres era una población poco triste, no encontramos nada de interés turístico, se nota que solo es un punto de llegada y salida de ferrys.
Comimos bastante bien, frente al mar en el restaurante L'Ostrica y casi a hora española.

Por la tarde dimos un largo paseo, cenamos en el hotel y nos fuimos temprano a la cama que teníamos que madrugar mucho ya que el ferry zarpaba a las 7:15 horas.


Día 20/07/2018. Porto Torres - Barcelona.

Esta vez si que nos toco madrugar, a las 4:30 sonó el despertador. Desayunamos algo en el hotel y fuimos a cargar el equipaje en la moto. Al llegar vimos que el riego automático del jardín se había activado empapando totalmente la piña rota, hasta el punto de estar llena de agua. ¡No nos lo podíamos creer!
Con ayuda de unas servilletas de papel y soplando pudimos sacar el agua de la piña, lo secamos lo mejor que pudimos rezando para que la moto funcionara. Tras dos o tres intentos de la llave de contacto el cuadro se ilumino haciendo el cheking, la pantalla se subió sola totalmente sin tocar nada, pero tras unos segundo que se hicieron eternos la moto arranco. Ya no la paramos y nos fuimos directamente a embarcar por si fallaba meterla dentro del ferry aunque fuera empujando, el caso era coger el barco y regresar a España.
En el puerto nos saltamos toda la fila y nos pusimos los primero para coger papeles de embarque. A las 6:00 de la mañana éramos los primero para embarcar cuando vimos como el barco se acercaba.

Por fortuna la moto no hizo mas cosas raras y pudimos embarcar sin mayores problemas. Nos echamos en el camarote para dormir un rato, pero duro poco ya que al poco de zarpar sonaron las alarmas del barco y por megafonía nos indicaban que saliéramos de los camarotes a las zonas de reunión, resulto ser un simulacro que duro casi una hora.
Al final decidimos dar una vuelta por cubierta pero hacia un viento muy fuerte y solo se estaba bien en la popa.

Sobre las 17:00 nos dijeron por megafonía que desalojáramos los camarotes, se nos hizo eterno hasta que dieron autorizaron bajar a la bodega para desembarcar.

Finalmente a las 19:30 tocamos el suelo de Barcelona y nos metimos de lleno en el tráfico de salida del puerto y de las fiestas locales para llegar al hotel Tryp Apolo donde habíamos reservado.
Dimos un paseo y regresamos al hotel para cenar y tomarnos una copa, era el penúltimo día de vacaciones.

Día 21/07/2018. Barcelona – Madrid.

Con la pereza de saber que se acaban las vacaciones tomamos el desayuno e hicimos el ritual de colocar el equipaje en la moto.
Con relativamente pocos coches abandonamos Barcelona por la ronda Litoral para hacer en sentido contrario el recorrido con el que empezamos este viaje. Al poco de salir el cielo se cubrió de nubes y llegamos a ver algunas gotas en la pantalla, por suerte no fue a mas.
En Fraga nos desviamos camino de Alcañiz y a las 15:00 estábamos comiendo en Molina de Aragón.

El resto del camino mezclamos las ganas de regresar y ver a la familia, con la pena de acabar el viaje y las vacaciones.
A las 18:25 llegamos a casa, poniendo punto y final a este viaje.

FIN.​

 

[Pacolf]

Fantástica crónica Antonio, me ha encantado y he tomado buena nota para el futuro.

Felicidades.

 

[marmotte2000]

buena ruta y buen relato.
gracias por compartir.

llegaste a solucionar lo de la piña?

 

[jjarenzana]

Bonito viaje, pena lo de la moto , te llevas mal rato, pero bueno lo bueno es llegar bien habiendo disfrutado

 

[Solitario]

Gracias por el relato y buenas fotos....

Empatizo mucho contigo por el disgusto del incidente con la moto, posiblemente yo lo hubiera llevado peor. Sin ser nadie para dar consejos te comento que yo siempre me quedo hasta el final de todo el proceso de asegurar la moto en los ferrys, eso me ha llevado a más de una discusión con los encargados de las bodegas pero yo no me voy hasta que estoy conforme con la sujeción de la moto, en algunos casos la operación la he hecho yo. Ya no solo por el caso de caída, si no que en muchas ocasiones pasan las cinchas por partes de plástico que se pueden romper, incluso he tenido que rectificar alguna cincha que presionaba latiguillos de freno...

Se que voy a parecer poco prudente pero me ha sorprendido lo bien equipados de moto que ibais, deberiais pasar calor. Hace unos años viaje a Cerdeña en Agosto con una ola de calor, yo tambien tengo una RT pero me decidí por ir con mi vieja K75 naked y nuestro equipo de seguridad de moto se limitaba a chaqueta de verano y cascos jet. Fue un acierto, es verdad que nuestras rutas fueron más cortas y somos de Barcelona a pie de ferry prácticamente.

Aquí dejo la crónica:

http://elmoterosolitario.blogspot.com/2012/08/cerdena-con-k-y-cont.html

 

[Antonio_RT]

Fantástica crónica Antonio, me ha encantado y he tomado buena nota para el futuro.

Felicidades.

Muchas gracias Pacolf.
Solo comentarte que si volviera a Córcega haría el recorrido en sentido contrario, ya que así siempre quedaría el mar a la derecha y es más fácil las paradas para hacer fotos y vistas. Fue un detalle que no pensé y me di cuenta sobre la marcha.
Saludos.

 

[Antonio_RT]

buena ruta y buen relato.
gracias por compartir.

llegaste a solucionar lo de la piña?

Gracias marmotte2000,
si al final lo arregle en el concesionario, la piña completa, el puño, y los pequeños desperfectos de pintura. Casi 900€ la broma. Por suerte tenia el seguro a todo riesgo y solo pague la franquicia. A día de hoy seguimos con la reclamación a la naviera de Palermo.
Saludos.

 

[Antonio_RT]

Bonito viaje, pena lo de la moto , te llevas mal rato, pero bueno lo bueno es llegar bien habiendo disfrutado

Gracias jjarenzana, El Córcega es preciosa, un pequeño paraíso para la moto, pero si pudiera volver lo haría en junio, para pillar menos trafico.
Si te llevas un mal rato, pero lo que más nos preocupaba era que nos dejara tirados en la isla y que se nos chafaran el final de las vacaciones. Por suerte lo acabamos en la moto.
Saludos.

 

[Antonio_RT]

Gracias por el relato y buenas fotos....

Empatizo mucho contigo por el disgusto del incidente con la moto, posiblemente yo lo hubiera llevado peor. Sin ser nadie para dar consejos te comento que yo siempre me quedo hasta el final de todo el proceso de asegurar la moto en los ferrys, eso me ha llevado a más de una discusión con los encargados de las bodegas pero yo no me voy hasta que estoy conforme con la sujeción de la moto, en algunos casos la operación la he hecho yo. Ya no solo por el caso de caída, si no que en muchas ocasiones pasan las cinchas por partes de plástico que se pueden romper, incluso he tenido que rectificar alguna cincha que presionaba latiguillos de freno...

Se que voy a parecer poco prudente pero me ha sorprendido lo bien equipados de moto que ibais, deberiais pasar calor. Hace unos años viaje a Cerdeña en Agosto con una ola de calor, yo tambien tengo una RT pero me decidí por ir con mi vieja K75 naked y nuestro equipo de seguridad de moto se limitaba a chaqueta de verano y cascos jet. Fue un acierto, es verdad que nuestras rutas fueron más cortas y somos de Barcelona a pie de ferry prácticamente.

Aquí dejo la crónica:

http://elmoterosolitario.blogspot.com/2012/08/cerdena-con-k-y-cont.html

Gracias Solitario,
aquí en el relato se suaviza un poco la cosa, yo me puse como un demonio y cuanto más me decían los marineros que tranquilo mas mala leche se me ponía, fueron inútiles hasta para levantar la moto, al final los quite y la levante yo. Encima me decían que eso no era nada.
Siempre me quedo como tu hasta el final para revisar como la atan, hasta el punto de casi quedarme el ultimo. Pero esta vez no lo hice ya que en el puerto no se movía el agua y no había nada de viento. Me relaje pensando en la ida y lo placido que fue la travesía.

Calor si pasamos, pero son unos trajes de verano ventilados. La verdad es que la gente nos miraba, allí casi todo el mundo va en moto con chanclas, bañador y camiseta. Nosotros nos hemos acostumbrado a ir así y casi no lo notamos. Es más ya no vamos a gusto sin llevar toda la equipación aunque se a dar una pequeña vuelta.
Los pocos accidentes que he tenido en el pasado siempre han sido con poca equipación, por eso se ha vuelto casi como un amuleto. Manías de motero viejo, jejeje.

Ahora le hecho un ojo a tu crónica, que siempre se aprende algo.

Saludos.

 

[suzyrt]

La mía es del 2005, Le han cambiado 5 cuadros y 7 carcasas, en octubre del 2018 la volví a llevar pusieron una reclamación alemania y después de 3 meses me llaman diciendo q es normal, q los cuadros tienen un orificio q trate de no mojarla ni andar por sitios húmedos q es normal, es decir q vea como se empaña q siga viendo las manchas de después de secarse, flipante,, tengo la grabación q alguien me diga si puedo publicarla, por creo q esto es de reclamación conjunta es de juzgado y después de gastarnos una pasta en una moto, q nos digan q no podemos mojarla ni salir con humedad es una tomadura de pelo, para eso me compro una vespa...

 

[posyo]

Buena crónica Antonio, yo al final como a mi mujer le gustan las playas, me he decidido a ir 2 semanas a Cerdeña. Vi la crónica de otro forero...que ahora no encuentro , y así compagino playas con carreteras. Lo único que me da yuyu es lo del ferry. ¿La bodega se cierra y ya no se abre? Lo digo por dejar las maletas puestas.

 

[Carolus]

Sí, es una constante en todos los ferries: las bodegas permanecen cerradas durante toda la travesía...