MrRookieBiker
En rodaje
La Alcarria es un hermoso país al que a la gente no le da la gana ir.
Con esas palabras en la dedicatoria a su amigo, médico y novelista Gregorio Marañón comienza el libro.
Si algo nos distingue en Silver Reader Motoclub, es que somos lectores y nos gustan los viajes. ¿Cómo no haber leído “Viaje a la Alcarria”? Un libro de viajes en plena post-guerra civil española. Además, escrito por quien años más tarde sería premio Nobel. ¿Por qué no iba a gustar a un socio ávido de lectura viajera este libro escrito después de un viaje en 1946?
Pues sí que gustó, y mucho. Tanto que decidí dibujar sobre un mapa lo que sería mi propio viaje a la Alcarria. Tras comentarlo con otros socios salió adelante esta bonita quedada de más de 20 motos que se dio cita en la estación de ferrocarril de Guadalajara. Allí, el 6 de junio de 1946 llegó un joven, alto y delgado viajero con mochila y libreta para anotar. Procedía de la próxima estación de Atocha en Madrid que durante 10 días viajó por la Alcarria de Guadalajara. Hoy, esas mismas anotaciones que dieron forma a un libro, llaman la atención de otros viajeros que decidieron homenajear su lectura y a su autor en el año que se cumplen 20 años de su fallecimiento.
Quedamos en Guadalajara a las 10:00 horas de un soleado domingo de mayo. Después del saludo y de guardar los 5 minutos de rigor de espera emprendimos el viaje de casi 260 kilómetros recorriendo todos y cada uno de los pueblos que se nombran en el libro.
Nos juntamos participantes de la delegación de Madrid y Toledo. A los de Madrid se nos queda pequeño el territorio. Entre tráfico y prohibiciones como uno se descuide ha traspasado fronteras.
Evitamos las carreteras principales en todo lo posible y no tomamos ningún tramo de autovía. Incluso alguno de los participantes hizo algún tramo off road (con alternativa por carretera asfaltada) con el que saciar sus ganas de polvo y moto. Hubo dos tramos por caminos; el primero de ellos entre Taracena y Tórtola de Henares y el segundo entre Masegoso de Tajuña y Moranchel. Ambos dos, caminos sencillos y sin complicación alguna; asequible para cualquiera por poca experiencia que tuviera en el terreno.
Se notó que era la primera salida organizada del road master (como alguno me llamó) en la que se juntaban tantas motos. Faltó alguna parada para aguas menores (o mayores, vaya usted a saber lo que tenía cada uno ahí), pero teníamos mesa reservada y tampoco podíamos andar con paseos y turismo por las localidades.
Para conocer los muchos rincones que guarda esta tierra en necesario dedicar varias jornadas.
En este enlace puedes acceder a la ruta:
https://es.wikiloc.com/rutas-motociclismo/mi-viaje-a-la-alcarria-103060647
Entre Masegoso de Tajuña y Cifuentes dimos un rodeo por una espectacular carretera entre un bosque y junto al embalse de La Tajera.
Al llegar al embalse de Entrepeñas nos desviamos de la ruta para llegar a Alcocer. Allí nos esperaba una suculenta comida tamaño XXL. Después de una parada de 2 horas y con la tripa llena el cuerpo pide echarse a la sombra de un árbol, pero no, aún quedaba el último tercio de ruta.
A eso de las 7 de la tarde llegamos al pie del Castillo de Zorita de los Canes. Nos hicimos la foto de rigor y nos despedimos. Cada mochuelo debía volver a su olivo.
Fue una salida para disfrutar de la moto, el paisaje y los amigos. Una muy buena cantidad de kilómetros de ruta más los que cada uno hizo para llegar a la estación de tren de Guadalajara y para luego llegar a casa desde Zorita de los Canes. No fue una quedada para tomar cervezas después de 40 kilómetros, que también está bien, pero este día se venía a rodar y rodar.
Tras su segundo viaje en 1986, cuarenta años después, esta vez en coche y con una choferesa negra que aún le hacía llamar más la atención, Cela concluyó con la célebre cita: “La Alcarria es un hermoso país al que a la gente ya le va dando la gana ir”.
Más de 70 años después del primer viaje a la Alcarria podemos afirmarlo.
Seguro que muchos participantes recorrerán esta y otras carreteras de la zona en más de una ocasión.
Artículo completo
Con esas palabras en la dedicatoria a su amigo, médico y novelista Gregorio Marañón comienza el libro.
Si algo nos distingue en Silver Reader Motoclub, es que somos lectores y nos gustan los viajes. ¿Cómo no haber leído “Viaje a la Alcarria”? Un libro de viajes en plena post-guerra civil española. Además, escrito por quien años más tarde sería premio Nobel. ¿Por qué no iba a gustar a un socio ávido de lectura viajera este libro escrito después de un viaje en 1946?
Pues sí que gustó, y mucho. Tanto que decidí dibujar sobre un mapa lo que sería mi propio viaje a la Alcarria. Tras comentarlo con otros socios salió adelante esta bonita quedada de más de 20 motos que se dio cita en la estación de ferrocarril de Guadalajara. Allí, el 6 de junio de 1946 llegó un joven, alto y delgado viajero con mochila y libreta para anotar. Procedía de la próxima estación de Atocha en Madrid que durante 10 días viajó por la Alcarria de Guadalajara. Hoy, esas mismas anotaciones que dieron forma a un libro, llaman la atención de otros viajeros que decidieron homenajear su lectura y a su autor en el año que se cumplen 20 años de su fallecimiento.
Quedamos en Guadalajara a las 10:00 horas de un soleado domingo de mayo. Después del saludo y de guardar los 5 minutos de rigor de espera emprendimos el viaje de casi 260 kilómetros recorriendo todos y cada uno de los pueblos que se nombran en el libro.
Nos juntamos participantes de la delegación de Madrid y Toledo. A los de Madrid se nos queda pequeño el territorio. Entre tráfico y prohibiciones como uno se descuide ha traspasado fronteras.
Evitamos las carreteras principales en todo lo posible y no tomamos ningún tramo de autovía. Incluso alguno de los participantes hizo algún tramo off road (con alternativa por carretera asfaltada) con el que saciar sus ganas de polvo y moto. Hubo dos tramos por caminos; el primero de ellos entre Taracena y Tórtola de Henares y el segundo entre Masegoso de Tajuña y Moranchel. Ambos dos, caminos sencillos y sin complicación alguna; asequible para cualquiera por poca experiencia que tuviera en el terreno.
Se notó que era la primera salida organizada del road master (como alguno me llamó) en la que se juntaban tantas motos. Faltó alguna parada para aguas menores (o mayores, vaya usted a saber lo que tenía cada uno ahí), pero teníamos mesa reservada y tampoco podíamos andar con paseos y turismo por las localidades.
Para conocer los muchos rincones que guarda esta tierra en necesario dedicar varias jornadas.
En este enlace puedes acceder a la ruta:
https://es.wikiloc.com/rutas-motociclismo/mi-viaje-a-la-alcarria-103060647
Entre Masegoso de Tajuña y Cifuentes dimos un rodeo por una espectacular carretera entre un bosque y junto al embalse de La Tajera.
Al llegar al embalse de Entrepeñas nos desviamos de la ruta para llegar a Alcocer. Allí nos esperaba una suculenta comida tamaño XXL. Después de una parada de 2 horas y con la tripa llena el cuerpo pide echarse a la sombra de un árbol, pero no, aún quedaba el último tercio de ruta.
A eso de las 7 de la tarde llegamos al pie del Castillo de Zorita de los Canes. Nos hicimos la foto de rigor y nos despedimos. Cada mochuelo debía volver a su olivo.
Fue una salida para disfrutar de la moto, el paisaje y los amigos. Una muy buena cantidad de kilómetros de ruta más los que cada uno hizo para llegar a la estación de tren de Guadalajara y para luego llegar a casa desde Zorita de los Canes. No fue una quedada para tomar cervezas después de 40 kilómetros, que también está bien, pero este día se venía a rodar y rodar.
Tras su segundo viaje en 1986, cuarenta años después, esta vez en coche y con una choferesa negra que aún le hacía llamar más la atención, Cela concluyó con la célebre cita: “La Alcarria es un hermoso país al que a la gente ya le va dando la gana ir”.
Más de 70 años después del primer viaje a la Alcarria podemos afirmarlo.
Seguro que muchos participantes recorrerán esta y otras carreteras de la zona en más de una ocasión.
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