No puedo estar más de acuerdo... Por aportar algo, quizá uno de los problemas sea que -a través de los medios- se nos crean necesidades que pensamos que son casi imprescindibles. Con satisfacerlas, nos damos por contentos y pensamos que somos libres, que hacemos lo que "nos da la gana", que "decidimos nosotros". La realidad es muy dura cuando te paras a pensar que eso que tú crees que decides, realmente, es lo que los medios te han metido en la cabeza que es lo que necesitas, lo que tienes que hacer/comprar/tener/estudiar... y podríamos seguir.
Luego está lo que comentas: primero darse cuenta. Una vez que te das cuenta, es muy difícil ser una gota en un río y decidir ir hacia la parte alta de la montaña, en vez de seguir la corriente e ir como todas, hacia el mar. A veces pienso que es mejor no pensar, no darse cuenta, o fingir no darse cuenta y así vivir en una supuesta felicidad... Lo que suele suceder es que cuando te das cuenta, suele ser tarde para reaccionar...
Me viene a la memoria un dicho un poco, como diría ¿triste? ¿resignado?: "En tu lucha particular contra el resto del mundo, ponte del lado del resto del mundo..."