Aquí estamos de nuevo mostrándoos uno de los paisajes que en mi modesta opinión es de los más bonitos de la provincia de Cádiz, efectivamente no es un puerto, pero desgraciadamente creo que ya se han subido todas las posibles vistas de los puertos de Cádiz (y que no son para los barcos, que hay muchos); así que no voy a resistirme a enseñaros unas vistas espectaculares y que aún lo son más en "vivo y en directo".
Hace unos días amaneció nublado y oscuro, pero las ganas de rodar en moto me hicieron ponerme en marcha para llegar a la cara poco accesible de la Ensenada de Bolonia, gran desconocida por el público en general, pues tanto los veraneantes como los visitantes se suelen quedar al principio de la playa o retroceden paralelos a la costa en dirección a Tarifa a visitar lo que le llaman las piscinas, (una zona erosionada por el mar que deja unas extrañas formaciones que con marea baja queda el agua estancada), o se acercan a las ruinas de Baelo Claudia, antigua ciudad romana.
Una vez pasada la entrada a las ruinas romanas y siguiendo el camino que pese a estar asfaltado cada vez se va volviendo más sinuoso vamos ascendiendo lentamente y acercándonos a dos preciosos miradores con una vistas espectaculares.
El segundo mirador y más alto, se encuentra bajo la Cueva del Moro, abrigo usado por nuestros ancestros con pinturas rupestres de hace 20.000 años, y que son de la misma época que las de Altamira, aunque más desconocidas y desgraciadamente no visitables por la dificultad para llegar y por los daños producidos por algunos animales de dos patas. Como curiosidad y un dato muy poco conocido es que Tarifa es la ciudad del mundo, si del mundo, con mayor concentración de pinturas rupestres con 66 yacimientos catalogados.
Existe una importante colonia de buitres y ver sus evoluciones en el aire es algo que te deja la piel “de gallina”, y causa impresión escuchar el ruido de los aleteos y los silbidos al surcar el aire.
Una vez que empezamos a volver por el mismo ya que esa carretera no enlaza con ningún sitio, alcanzamos el mirador desde el que se puede ver Punta Camarinal y la Duna de Bolonia desde arriba.
Lo nublado del día hacía que no pasaran los rayos del sol, excepto alguno que otro, lo que producía un efecto de luz sobre el mar que la cámara no es capaz de apreciar con el grado de espectacularidad que tenían en vivo y en directo, pero para haceros una idea era la misma imagen que un foco en un teatro en un ambiente de oscuridad.
Emprendo el regreso y no puedo hacer otra cosa que parar para intentar plasmar en una foto la vista de la ensenada de Bolonia desde las alturas que permiten el acceso por la única carretera existente.
El Sábado presagiaba una bajada de temperaturas, pero la verdad es que exceptuando en los alrededores de El Puerto y sobre todo por la sensación térmica producida por el viento, algo de frio se notaba, pero un sol resplandeciente hizo que repitiera la visita al mismo punto, esta vez con la compañía de mi mujer.
La temperatura de 14 grados hacía que si estabas al sol y resguardado del viento la sensación fuera más de primavera que de pleno invierno. A medida que nos acercábamos en dirección sur el viento iba bajando y de igual manera la sensación de frio, con lo que a eso de las 14 horas me sobraba el forro interior de los pantalones y el cortavientos que que llevaba puesta bajo la cazadora.
Las siguientes fotos permiten tener una mejor luz en las fotos de las vistas, pero en ningún momento reflejan la luminosidad y claridad del día.
Si miramos en dirección a Tarifa, podemos contemplar la playa de Bolonia y tras las primeras alturas a nivel del mar se distingue un poco la cuidad y la isla. Al fondo África, que en días claros se pueden observar con claridad carreteras y vehículos en movimiento.
Animaros a que cuando hagáis un viaje por esta zona os acerquéis con tiempo para poder conocer las ruinas de Baelo Claudia que hoy en día se han recuperado para su visita y como no a comer en cualquier de los muchos restaurantes existentes en la zona.
Por supuesto creo que la mejor época para visitar Bolonia es finales de primavera o principios del verano para evitar los fuertes calores de los meses de julio y agosto y sobre todo la gran afluencia de público. Muy recomendable el bañador para disfrutar de unas aguas cristalinas como las del Caribe y más frías, sin llegar a las temperaturas del norte.
Saludos vvvsss.