tengo que dividirlo en partes ya que el foro no permite meter mensajes tan largos 
Venimos de aquí:
http://www.bmwmotos.com/cgi-bin/yabb2/YaBB.pl?num=1199488242/0#0
por lo visto la visita la dividían en dos partes: castillo y torre. ¿Cuál había sido el problema? Que los carteles donde lo explican estaban sólo en checo y al pedir por señas dos ticket no se molestaron en preguntarme cual quería y directamente me extendieron los del castillo, excluyendo la parte de la torre.
Le sugerimos a la chica que deberían de poner esa información al menos en inglés, algo tan sencillo como castle and tower, ya que es más fácil para un extranjero hablar inglés que checo.
Además la visita a la torre apenas costaba 1,8 €. Tras aclarar el malentendido y pedirnos disculpas nos despedimos de la guapa moza y regresamos a Olomouc.
Pensábamos cenar en alguna terraza de la ciudad, pero en el hotel había Internet gratis y nos conectamos un ratito para ver los correos y demás, el caso es que no habia línea ADSL sino modem y lo que queríamos hacer en 15 minutos se alargó hasta dos horas, así que al final cenamos nuevamente en el hotel, una muy buena cena, al módico precio de 25 €, incluída la propina.
14º día, 23 de agosto: Olomouc – Brno – Viena
Tras el desayuno y sin prisa alguna nos encaminamos hacia Brno, no tanto para visitar la ciudad sino que deseábamos ver el circuito del Gran Premio de la República Checa. Hicimos una pequeña parada en la ciudad y visitamos la catedral y nos dimos una pequeña vuelta en moto por la ciudad para seguidamente ir hacia el circuito.
Paramos en una gasolinera a repostar y comprobamos que había gasolina de 100 octanos, lo que atribuimos a la proximidad del circuito, pues hasta entonces sólo habíamos visto de 91, 92 y 95 octanos como mucho. Hacía calor y decidimos tomar un refrigerio para así agotar las monedas checas. En la terraza de la gasolinera coincidimos con unos chicos españoles que estaban de vacaciones por allí y nos advirtieron que al entrar en Eslovaquia deberíamos comprar la viñeta si no queríamos ser multados. Un poco mas tarde llegamos al circuito de Brno.
La idea en origen era haber asistido, pero viendo en Praga la gran cantidad de motos que se encaminaban hacia allí en los días precedentes nos hizo cambiar de parecer, ya que no somos amigos de masificaciones ni de pagar 150 € por ver una carrera.
Una vez en el circuito pensamos en la decisión que habíamos adoptado y nos dimos cuenta que había sido la correcta, pues si nos quejamos de los atascos que se forman en Valencia o Montmeló, con accesos espectaculares, hay que ver los de Chequia.
Tras la foto de rigor pusimos rumbo a Viena, donde llegamos más o menos a las 17 horas y como siempre a buscar alojamiento en la oficina de turismo.
Para nosotros lo más importante era que hubiese parking o garaje por lo que la opción que nos ofrecieron fue un apartamento a 7 minutos del centro de la ciudad a pie al módico precio de 75 € desayuno incluido. La chica de la oficina alucinaba cuando le dijimos que condición sine quanum era el parking y nos preguntó si se trataba de una moto especial. Mas tarde caímos en la cuenta que el índice de robos en Viena debe de ser casi nulo pues muchísimas motos estaban aparcadas en al calle, aunque aquí el peligro no residía en los hurtos sino en que te la tirase alguien aparcando. Bueno, lo primero que aprovechamos fue la lavadora, pues a mitad de vacaciones y a pesar de lavar a diario la ropa interior y las camisetas, era mejor darle una vueltica al equipaje. Después de cenar salimos a dar una vuelta y la verdad la ciudad pintaba bien. Hacía mucho calor y decidimos tomar un helado en una heladería donde había una cola tremenda, por lo que los helados debían estar muy buenos. Buenos a decir verdad, no es que estuvieran pero la cantidad era como para que de un cucurucho de dos bolas comiesen dos personas.
15º día, 24 de agosto: Viena
A una hora prudencial y después de bien tomada cuenta del desayuno, nos lanzamos a la calle para conocer la ciudad que ya de víspera nos pareció bonita. Antes de salir a la calle preguntamos en recepción si era posible asistir a algún concierto de Mozart o Strauss. Nos dijeron que sí y ya desde allí reservamos un par de entradas para el pase de esa noche, al módico precio de 50 € persona.
Durante todo del día estuvimos visitando la ciudad viendo el ambiente, los carros tirados por caballos, la animación de la calle, los edificios, parques, museos.
Una de terror nocturna….
Encontré una guzzi lemans III como la que disfruté durante 12 años
Una boda en Viena (que diferencias..en el vestuario)
Folklore en Viena
Pudimos comprobar que en la ciudad abundaban los restaurantes japoneses con sus platos de sushi para llevar. En cada calle había un restaurante japonés y en los mercados también te vendían comida japonesa preparada para llevar. Aprovechando esta circunstancia, me decidí a comprar un plato de sushis para cenar antes de ir a la ópera.
A las 19:15 h estábamos retirando nuestras entradas en la taquilla de la ópera de Viena, claro nosotros y las otras 798 personas que asistían al evento ese día. El caos que reinaba allí era espectacular. Turistas con mucho y con menos poder adquisitivo, con trajes de noche o con ropa de domingo o como en nuestro caso con las camisetas heavys, pero todos histéricos por poder acceder al recinto. Cuando ya tuvimos las entradas en nuestro poder nos encaminamos al palco donde estaban nuestras localidades. Al llegar observamos con estupor como desde nuestros asientos no era posible ver absolutamente nada. Habiamos pagado 100 € por escuchar, por lo que hubiese sido más barato comprar el CD y haberlo escuchado tumbado en la cama.
Desde el palco
Raúl monto en cólera, arguyendo (no sin razón) que eso era un timo, así que bajo hasta donde distribuían las entradas y tres minutos más tarde sonaba mi teléfono diciéndome que bajara rápido que nos cambiaban las entradas. No se como lo hizo, porque no sabe hablar nada de inglés pero el caso es que siempre encuentra a alguien que le atienda en nuestro idioma.
El caso es que al final nos cambiaron las entradas por una de platea que valían 75 € cada una y la diferencia nos salió gratis. Bien por Raúl.
Nos dirigimos a platea y las localidades estaban en la 6ª ó 7ª fila (que bien) pero claro no todo sale perfecto siempre y en nuestro caso nos tocó detrás de una fila ocupada por turistas japoneses, nada del otro mundo si tenemos en cuenta la estatura habitual de los nipones, pero claro en el grupo había dos luchadores de sumo que como la ley de Murphy indica, estaban sentados justo delante nuestra. Horror.
Bueno al final pudimos ver bastante bien el concierto si lo comparamos con lo que hubiésemos visto desde el palco. No estuvo mal, pero ni era la filarmónica de Viena, ni estaba toda la orquesta (sólo la mitad), con lo cual bien podría decirse que se trataba de cualquier concierto cultural que organizan los ayuntamientos en las iglesias gratis, pero a diferencia que por este había que pagar.
Una turistada más.
Tras el concierto Raúl se sacó unas fotos con las chicas que trabajan en la Opera, las cuales van ataviadas con ropa de la época de Mozart y claro él con la camiseta de los Motorhead, quedaba al menos curioso.
Ya en la calle tomamos un par de copas por la animada ciudad y también comprobamos que la presencia policial era extremadamente alta. A la hora de volver al hotel, evitamos el paso subterráneo que atraviesa las grandes avenidas de la ciudad, el ambiente que habíamos visto por la tarde y la amplia presencia de policía especial nos disuadió por completo.
16º día, 25 de agosto: Viena (Austria) – Bratislava (Eslovaquia)
La distancia entre estas ciudades es de apenas 65 Km, por lo que nos lo tomamos con mucha calma. Tras el desayuno hablamos cordialmente con el recepcionista que preguntó amablemente si habíamos disfrutado del concierto y al que le contamos lo del cambio de entradas. Se sorprendió, por lo visto no debe ser habitual que la gente proteste. También nos informó que en Budapest tenían otro hotel de la cadena, y nos entregó un folleto del mismo, el cual guardamos.
Para salir de la ciudad nos encontramos como todos los días dando vueltas en círculo por el GPS y como todos los días le quitamos el sonido para que no nos volviese locos. También como todos los días un trayecto que debería ser de corto se nos hizo casi el doble 110 Km. Bueno a tomárselo con buen humor. Al llegar a Bratislava tuvimos la sensación de una ciudad pobre, decrépita, intentando subirse al carro de las grandes ciudades que la rodean. Nos pusimos a buscar alojamiento, preguntamos en la Oficina de turismo y la verdad, en algunos sitios que difícil es que te atiendan correctamente, así que el final pasamos de ellas y nos buscamos la vida por nuestra cuenta. Preguntamos en varios hoteles por el precio de la habitación y vaya hasta el ibis era supercaro 85 ó 90 € por una noche, en Bratislava. Unos italianos que nos encontramos, nos dijeron que ellos se habían alojado en un hotel de la ciudad por 49 € habitación con desayuno. Fuimos allí y os encontramos con una torre de no se cuantos pisos, pero por lo menos 25 alturas, es decir una burrada de habitaciones y la recepción tan amplia como para dar un banquete en ella, con solo decir que había aparcada dentro una BMW GS 1200, vaya que la panduro también podía guardarse allí. La sorpresa la encontramos en el precio que nos dieron: 75 € habitación y desayuno y 85 € si la queríamos con TV. Le comentamos lo de los italianos y nos dijeron que eso era sólo para las reservas por Internet. Buenos nos marchamos y justo al lado encontramos un albergue juvenil que tenía parking en la entrada. Bien. Cuando preguntamos en precio nos pareció entender 28 € y decidimos quedarnos, claro la sorpresa fue al volver a casa pues eran 28 € por persona, no los dos. Como la duda no se nos planteó allí decidimos quedarnos y visitar la ciudad.
Primeramente encontramos un sitio llamado Norton (un bar de moteros?) y comimos allí. Estuvo bien y fue barato. Tras visitar la ciudad fuimos a dormir o eso era lo que creíamos porque fue la peor de todas las noches en todas las vacaciones, un cutre sitio, caluroso y ruidoso.
Imágenes curiosas en Bratislava
Bonitos rincones
continua y termina en la parte III :
Venimos de aquí:
http://www.bmwmotos.com/cgi-bin/yabb2/YaBB.pl?num=1199488242/0#0
por lo visto la visita la dividían en dos partes: castillo y torre. ¿Cuál había sido el problema? Que los carteles donde lo explican estaban sólo en checo y al pedir por señas dos ticket no se molestaron en preguntarme cual quería y directamente me extendieron los del castillo, excluyendo la parte de la torre.
Le sugerimos a la chica que deberían de poner esa información al menos en inglés, algo tan sencillo como castle and tower, ya que es más fácil para un extranjero hablar inglés que checo.
Además la visita a la torre apenas costaba 1,8 €. Tras aclarar el malentendido y pedirnos disculpas nos despedimos de la guapa moza y regresamos a Olomouc.
Pensábamos cenar en alguna terraza de la ciudad, pero en el hotel había Internet gratis y nos conectamos un ratito para ver los correos y demás, el caso es que no habia línea ADSL sino modem y lo que queríamos hacer en 15 minutos se alargó hasta dos horas, así que al final cenamos nuevamente en el hotel, una muy buena cena, al módico precio de 25 €, incluída la propina.
14º día, 23 de agosto: Olomouc – Brno – Viena
Tras el desayuno y sin prisa alguna nos encaminamos hacia Brno, no tanto para visitar la ciudad sino que deseábamos ver el circuito del Gran Premio de la República Checa. Hicimos una pequeña parada en la ciudad y visitamos la catedral y nos dimos una pequeña vuelta en moto por la ciudad para seguidamente ir hacia el circuito.
Paramos en una gasolinera a repostar y comprobamos que había gasolina de 100 octanos, lo que atribuimos a la proximidad del circuito, pues hasta entonces sólo habíamos visto de 91, 92 y 95 octanos como mucho. Hacía calor y decidimos tomar un refrigerio para así agotar las monedas checas. En la terraza de la gasolinera coincidimos con unos chicos españoles que estaban de vacaciones por allí y nos advirtieron que al entrar en Eslovaquia deberíamos comprar la viñeta si no queríamos ser multados. Un poco mas tarde llegamos al circuito de Brno.
La idea en origen era haber asistido, pero viendo en Praga la gran cantidad de motos que se encaminaban hacia allí en los días precedentes nos hizo cambiar de parecer, ya que no somos amigos de masificaciones ni de pagar 150 € por ver una carrera.
Una vez en el circuito pensamos en la decisión que habíamos adoptado y nos dimos cuenta que había sido la correcta, pues si nos quejamos de los atascos que se forman en Valencia o Montmeló, con accesos espectaculares, hay que ver los de Chequia.
Tras la foto de rigor pusimos rumbo a Viena, donde llegamos más o menos a las 17 horas y como siempre a buscar alojamiento en la oficina de turismo.
Para nosotros lo más importante era que hubiese parking o garaje por lo que la opción que nos ofrecieron fue un apartamento a 7 minutos del centro de la ciudad a pie al módico precio de 75 € desayuno incluido. La chica de la oficina alucinaba cuando le dijimos que condición sine quanum era el parking y nos preguntó si se trataba de una moto especial. Mas tarde caímos en la cuenta que el índice de robos en Viena debe de ser casi nulo pues muchísimas motos estaban aparcadas en al calle, aunque aquí el peligro no residía en los hurtos sino en que te la tirase alguien aparcando. Bueno, lo primero que aprovechamos fue la lavadora, pues a mitad de vacaciones y a pesar de lavar a diario la ropa interior y las camisetas, era mejor darle una vueltica al equipaje. Después de cenar salimos a dar una vuelta y la verdad la ciudad pintaba bien. Hacía mucho calor y decidimos tomar un helado en una heladería donde había una cola tremenda, por lo que los helados debían estar muy buenos. Buenos a decir verdad, no es que estuvieran pero la cantidad era como para que de un cucurucho de dos bolas comiesen dos personas.
15º día, 24 de agosto: Viena
A una hora prudencial y después de bien tomada cuenta del desayuno, nos lanzamos a la calle para conocer la ciudad que ya de víspera nos pareció bonita. Antes de salir a la calle preguntamos en recepción si era posible asistir a algún concierto de Mozart o Strauss. Nos dijeron que sí y ya desde allí reservamos un par de entradas para el pase de esa noche, al módico precio de 50 € persona.
Durante todo del día estuvimos visitando la ciudad viendo el ambiente, los carros tirados por caballos, la animación de la calle, los edificios, parques, museos.
Una de terror nocturna….
Encontré una guzzi lemans III como la que disfruté durante 12 años
Una boda en Viena (que diferencias..en el vestuario)
Folklore en Viena
Pudimos comprobar que en la ciudad abundaban los restaurantes japoneses con sus platos de sushi para llevar. En cada calle había un restaurante japonés y en los mercados también te vendían comida japonesa preparada para llevar. Aprovechando esta circunstancia, me decidí a comprar un plato de sushis para cenar antes de ir a la ópera.
A las 19:15 h estábamos retirando nuestras entradas en la taquilla de la ópera de Viena, claro nosotros y las otras 798 personas que asistían al evento ese día. El caos que reinaba allí era espectacular. Turistas con mucho y con menos poder adquisitivo, con trajes de noche o con ropa de domingo o como en nuestro caso con las camisetas heavys, pero todos histéricos por poder acceder al recinto. Cuando ya tuvimos las entradas en nuestro poder nos encaminamos al palco donde estaban nuestras localidades. Al llegar observamos con estupor como desde nuestros asientos no era posible ver absolutamente nada. Habiamos pagado 100 € por escuchar, por lo que hubiese sido más barato comprar el CD y haberlo escuchado tumbado en la cama.
Desde el palco
Raúl monto en cólera, arguyendo (no sin razón) que eso era un timo, así que bajo hasta donde distribuían las entradas y tres minutos más tarde sonaba mi teléfono diciéndome que bajara rápido que nos cambiaban las entradas. No se como lo hizo, porque no sabe hablar nada de inglés pero el caso es que siempre encuentra a alguien que le atienda en nuestro idioma.
El caso es que al final nos cambiaron las entradas por una de platea que valían 75 € cada una y la diferencia nos salió gratis. Bien por Raúl.
Nos dirigimos a platea y las localidades estaban en la 6ª ó 7ª fila (que bien) pero claro no todo sale perfecto siempre y en nuestro caso nos tocó detrás de una fila ocupada por turistas japoneses, nada del otro mundo si tenemos en cuenta la estatura habitual de los nipones, pero claro en el grupo había dos luchadores de sumo que como la ley de Murphy indica, estaban sentados justo delante nuestra. Horror.
Bueno al final pudimos ver bastante bien el concierto si lo comparamos con lo que hubiésemos visto desde el palco. No estuvo mal, pero ni era la filarmónica de Viena, ni estaba toda la orquesta (sólo la mitad), con lo cual bien podría decirse que se trataba de cualquier concierto cultural que organizan los ayuntamientos en las iglesias gratis, pero a diferencia que por este había que pagar.
Una turistada más.
Tras el concierto Raúl se sacó unas fotos con las chicas que trabajan en la Opera, las cuales van ataviadas con ropa de la época de Mozart y claro él con la camiseta de los Motorhead, quedaba al menos curioso.
Ya en la calle tomamos un par de copas por la animada ciudad y también comprobamos que la presencia policial era extremadamente alta. A la hora de volver al hotel, evitamos el paso subterráneo que atraviesa las grandes avenidas de la ciudad, el ambiente que habíamos visto por la tarde y la amplia presencia de policía especial nos disuadió por completo.
16º día, 25 de agosto: Viena (Austria) – Bratislava (Eslovaquia)
La distancia entre estas ciudades es de apenas 65 Km, por lo que nos lo tomamos con mucha calma. Tras el desayuno hablamos cordialmente con el recepcionista que preguntó amablemente si habíamos disfrutado del concierto y al que le contamos lo del cambio de entradas. Se sorprendió, por lo visto no debe ser habitual que la gente proteste. También nos informó que en Budapest tenían otro hotel de la cadena, y nos entregó un folleto del mismo, el cual guardamos.
Para salir de la ciudad nos encontramos como todos los días dando vueltas en círculo por el GPS y como todos los días le quitamos el sonido para que no nos volviese locos. También como todos los días un trayecto que debería ser de corto se nos hizo casi el doble 110 Km. Bueno a tomárselo con buen humor. Al llegar a Bratislava tuvimos la sensación de una ciudad pobre, decrépita, intentando subirse al carro de las grandes ciudades que la rodean. Nos pusimos a buscar alojamiento, preguntamos en la Oficina de turismo y la verdad, en algunos sitios que difícil es que te atiendan correctamente, así que el final pasamos de ellas y nos buscamos la vida por nuestra cuenta. Preguntamos en varios hoteles por el precio de la habitación y vaya hasta el ibis era supercaro 85 ó 90 € por una noche, en Bratislava. Unos italianos que nos encontramos, nos dijeron que ellos se habían alojado en un hotel de la ciudad por 49 € habitación con desayuno. Fuimos allí y os encontramos con una torre de no se cuantos pisos, pero por lo menos 25 alturas, es decir una burrada de habitaciones y la recepción tan amplia como para dar un banquete en ella, con solo decir que había aparcada dentro una BMW GS 1200, vaya que la panduro también podía guardarse allí. La sorpresa la encontramos en el precio que nos dieron: 75 € habitación y desayuno y 85 € si la queríamos con TV. Le comentamos lo de los italianos y nos dijeron que eso era sólo para las reservas por Internet. Buenos nos marchamos y justo al lado encontramos un albergue juvenil que tenía parking en la entrada. Bien. Cuando preguntamos en precio nos pareció entender 28 € y decidimos quedarnos, claro la sorpresa fue al volver a casa pues eran 28 € por persona, no los dos. Como la duda no se nos planteó allí decidimos quedarnos y visitar la ciudad.
Primeramente encontramos un sitio llamado Norton (un bar de moteros?) y comimos allí. Estuvo bien y fue barato. Tras visitar la ciudad fuimos a dormir o eso era lo que creíamos porque fue la peor de todas las noches en todas las vacaciones, un cutre sitio, caluroso y ruidoso.
Imágenes curiosas en Bratislava
Bonitos rincones
continua y termina en la parte III :
