ovejanegra
Curveando
Asi que ¿cómo va a mantener el espíritu-está de moda el espíritu de ésto o aquéllo-un Ace Café franquiciado en otro país y con un clima, ambiente, costumbres motociclistas totalmente diferente al original.
Creo que ese es el quid de la cuestión.
No es posible trasponer sin apenas variaciones un caso de éxito de bar para jóvenes en Londres y años 50 a una Barcelona mediterránea del siglo XXI. Todo se basaba en la imagen y funcionamiento del bar londinense, y creo que en un país como el nuestro, que no carece de su propia tradición y costumbres motociclistas (muy distintas a las inglesas), no era suficiente para cobrar lo que cobraban ni para atraer una masa crítica de gente.
Me atrevo a pensar que el motorista aficionado medio de este país lo que busca es un bar acogedor, con trato familiar, precios contenidos para una buena comida y bebida sencillas, pero de calidad (y muchas veces cantidad). Creo que el hecho de que el local sea de carácter motero o no, no es determinante. Lo importante es la sensación de estar en un sitio cómodo, cálido y sentirse bien tratado (a todos los niveles, a nivel económico también). La decoración motera es un plus, pero no es indispensable. De hecho, pocos bares sobreviven solo con las visitas de motoristas. El mismo Ace Cafe no era un bar de motoristas, era un bar de carretera frecuentado además por motoristas.