Mi caso como algunos saben es de índole genética, mi padre ya tenía moto a finales de los años 20 del pasado siglo. La última con la que anduvo montando al 100% fué una R75/5 y su preferida de entre todas su fiel R69S.
No voy a hacer-otra vez-un listado exhaustivo de mis motos, 36 hasta ahora, empezando por la 75/5 de mi padre, R90S, todas las GS desde la primera R80G/S etc...y otras marcas que nunca me han faltado en el garaje.
Mis hijas-todas entre 32 y 40 años- montan en moto y como yo empezaron en el trial por mi culpa...una de ellas sigue haciendo enduro, como yo hice muchos años...y todas ellas tienen moto grande-BMW- en la actualidad.
Para mi generación-casi 70 años-en centroeuropa donde me crié, tener moto era un deporte casi-muchas veces heredado de padres-...y en mi caso concreto y el mis amigos y colegas de afición era parecido a una religión, que muchos complementábamos con el alpinismo/ y ski de randonnée...tanto como fin en sí mismo y para aproximaciones.... en Europa-Alpes-como en Himalaya, Karakoram etc...
Está claro que mi generación arriesgaba mucho practicando esos deportes-incluyo la moto-no teníamos en las motos las ayudas electrónicas normales hoy en día...ni los materiales en equipamiento motociclista, ni alpinista, ni de skí...ni de nada.
No hablemos ya de la ingente información hoy disponible en la red para reparar una moto o preparar un viaje...ni por supuesto los recursos en caso de accidente lejos de casa, atención urgente, repatriación etc...nada de nada.
Cada vez que pienso ésto, recuerdo la generación de mi padre...que hacía casi exactamente lo mismo que yo, con un material/conocimientos etc... mucho más precarios aún...y encima en el caso de mi padre 3 guerras a cuestas.
Recordemos un momento sólo...al alpinista EF Norton, que en 1924(!) alcanzó la altura de 8570m. sin ayuda de oxígeno artificial y no olvidemos el escaso conocimiento que se tenía sobre el Everest en ese momento... en la época iban equipados con trajes de paño inglés-alguno de tweed- bufandas, gorros, calcetines y guantes tejidos a mano por su madre/novia. Y muchos de ellos estaban firmemente convencidos de que fumar en pipa era en buen remedio para no sufrir mucho con el entonces deconocido a nivel médico mal de altura.
Con ésto, no quiero decir que cualquier tiempo pasado era un tiempo de héroes románticos que perseguían imposibles con muy pocos medios, aunque podemos recordar que toda esta gente antigua y sus antecesores durante cientos y miles de años, fueron los que exploraron nuestro mundo, a menudo dejándose la vida de una manera u otra en ello.
Después de la última guerra europea, en Europa había una escasez-lo normal despues de una guerra- de bienes de primera necesidad tremenda, no hablemos ya de bienes supérfluos o de lujo.
Generalmente de pequeña cilindrada, algunas de mayor cilindrada restos de guerra o conservadas sin requisar durante el conflicto...la moto era junto con la bicicleta el medio de transporte habitual, muy poca gente podía permitirse un automóvil decente.
Mi generación empezó justo cuando las fábricas europeas empezaron a recuperarse-plan ERP, conocido vulgarmente como plan Marshall, Europa Carbón y Acero etc...-y en el caso de los países perdedores a obtener permisos, los tuvieron restringidos durante años, para incrementar la producción industrial. Me refiero a los países perdedores bajo influencia occidental, porque los que cayeron en el Telón de Acero tenían otras prioridades.
Como resultado de todo esto y a pesar de la sangría de hombres jóvenes-fuerza de trabajo-que ocasionó la guerra...y la incorporación necesaria de la mujer a las fábricas...la industria europea empezó a levantar cabeza...y la nueva clase de gente adinerada o simplemente desahogada necesitaba productos adecuados a su status. Todo empezó a parecerse a la vieja Europa próspera anterior a las guerras...y entre los objetos más codiciados y representativos de de riqueza- además de casas, joyas, arte etc...- estaban los automóviles y a cierta distancia, envueltas en una aureola romántica e intrépida, las motocicletas.
Las motocicletas de cierta cilindradan no se fabricaban para ir a trabajar...sino para pasarlo bien-y a veces jugarse la vida- encima de ellas...muchos modelos eran simplemente fabricados con los planos existentes en los años 30 justo antes de la última guerra...y es lo que había. Poco a poco el motociclismo volvió al concepto de entreguerras, un deporte romántico y arriesgado, apto para gente con ganas de divertirse más que con un burgués y sensato automóvil...autos deportivos aparte.
La generación de mi padre además de ser escasa en número de practicantes motociclistas, era muy completa; un motociclista era generalmente un consumado piloto, un eficiente mecánico, un tipo atletico o en bastante buena forma...y un estoico consumado, acostumbrado a pasarlas canutas por la inclemencias meteorológicas, cañidas, averías...
Hoy en día la juventud no tiene nada que ver con todo ésto...simplemente les queda muy, pero que muy lejos. Esta juventud no es ni mejor ni peor de lo que hemos ido siendo generación tras generación...es la evolución lógica en el tiempo.
No es de extrañar que las primeras concentraciones de motos europeas fuesen convocadas por antiguos combatientes alemanes-asistencia de ambos bandos a veces-como la original Elefantentreffen llamada hoy en día Altes-antiguo- Elefantentreffen de Nürburgring, para diferenciarse de la moderna Elefantentreffen. El desfile de antorchas, era por los camaradas caídos en la guerra, no en la carretera como en algunas concentraciones modernas. Los significados se asimilan y diluyen como siempre.
Como decía, la Altes Elefatentreffen convocaba a antiguos soldados con sus sidecar Zündapp KS601 de guerra, conocidos durante la contienda como der Grüne Elefant. Hoy en día estas concentraciones son a veces unas representaciones algo teatrales en las que algunos asistentes se visten con pieles de animales, conducen motos antiguas o estrafalarias...hacen hogueras, se duchan en bolas con agua fría... y comen carne cruda, permítaseme la licencia jocosa, para sentirse unos warriors tremendos, durante un finde.
Lo que está claro, es que desde que en Roma se aceptase la religión cristiana, el aprecio por la vida ha ido creciendo exponencialmente, se acabaron los dioses que veían hasta bien sacrificarse por nimiedades como la libertad, libertad referida como antítesis de la esclavitud, no como concepto de ensoñación.
Lo tan digno de un hombre libre-no esclavo-romano como era aquéllo de darse la muerte por su propia mano...empezó a estar hasta mal visto.
Y el ser humano desde entonces ha ido desarrollándose en el concepto de que una vida es sagrada y hay que protegerla por encima de todo. Este mensaje ha calado entre nosotros y nuestro mundo se ha ido haciendo cada vez más seguro...y más poblado.
Las pseudo aventuras-por llamarlo de alguna manera-de hoy en día están muy descafeinadas comparadas a las reales de hace sólo 100 años...no hay más que ver cómo ha disminuído el número de fallecidos-respecto a población total-en las diferentes actividades humanas...en el ocio también.
Hoy en día uno se va de viaje a dar la vuelta al mundo, con muchas, muchísímas más garantías de volver de una pieza que solamente hace 100 años...todo está super-mega controlado; esos 15 diítas de tremenda Aventura Xtrem que se conceden algunos, pertrechados con todos los gadgets posibles... producen al consumidor la adrenalina necesaria para luego sobrellevar tal vez su rutina diaria durante el año. Sin correr más riesgo del necesario y con todas la garantías en caso de incidencias, por supuesto.
La moto ya no es algo sumamente peligroso como hasta hace poco, aparte de haberse popularizado a base precios-mucho más baratas que hace 50 años-número de usuarios...la industria le dá al consumidor lo que quiere: un vehículo muy seguro a base de electrónica y mecánica compleja.
Un vehículo en suma con el que divertirse, pero arriesgando mucho menos que el abuelo...la seguridad de nuestra preciada vida ante todo. De hecho los poderes políticos estarían encantados si desapareciesen las motocicletas y con ellas los accidentes...están en ello.
Y mientras tanto, nuestros artilugios demoníacos, ruidosos, pestilentes, peligrosos, incivilizados...se vuelven dóciles monturas en las que el piloto(?) a este paso sólo sujeta el manillar-de momento-mientras charla con la novia por el Cardo...o escucha música...o juguetea con la pantalla TFT.
En fin, yo entiendo perfectamente que según las estadísticas en el mundo, los propietarios de estos cacharros antediluvianos aunque hipervitaminados de electrónica...los propietarios, decía, de motocicletas de alta cilidrada, seamos mayores, cada vez más mayores...hasta que nos vayamos extinguiendo uno a uno.
Hoy en día los gobiernos del mundo mundial, apuestan-electorado y pasta gansa mandan- por la bici eléctrica mucho antes que por las motos...está por ver la revolución eléctrica-o de hidrógeno etc...- en los actuales vehículos térmicos; están por ver, decía, sus capacidades, sus posibilidades reales, su ecología tan clarisima para unos...tan dudosa para otros...sus precios similares a los actuales vehículos etc...
Está por ver...todo.
Y mientras nuestra juventud, la juventud más preparada de la Historia...no es, ya lo he dicho peor ni mejor...simplemente diferente en sus comportamientos y expectativas.
Mi opinión, es que tienen actividades 1000 para elegir... so exciting o más que montar en moto.