La empleada del hogar, llorando, coge su maleta y se va a despedir de su patrona...
- A dónde vas? -preguntó la señora.
- Me voy a mi pueblo, a morir cerca de los míos.
- Pero, ¿qué te pasa?, ¿por qué dices eso?
- Señora, usted misma dice que su marido es un gran médico y nunca se equivoca...