Pues no os digo nada de la 300. Salida a buena hora, como un señor, vermut en ruta, comida de postín, café, puraco y llegada para disfrutar del ambiente. Ni hace falta cenar.
Señores, la edad ya no perdona y yo ya no estoy para "locuras". Ahora mismo pienso que las 1000 hechas fueron una...