Como sabéis nuestro último paraíso, el CABO DE GATA, está en peligro,
quizás esto, no sirva de nada, pero merece la pena intentarlo, no todo
tiene que ser ladrillo impuesto en nuestras vidas, también tenemos derecho
a que nos dejen un trocito para soñar y que nuestro corazón tenga donde
residir...