¡¡¡¡¡¡¡¡ OSTRAS SERGIO QUE GRATA SORPRESA !!!!!!!!!!!.
Teniendo estos compañeros de viajes, cualquier día llegamos al fin del mundo... (en moto por supuesto).
Cruzamos todo Marruecos y Sahara Occidental por la impresionante costa Atlántica. Nos tocaron días durillos pués la lluvia casi nos acompañó
hasta Dakhla pero fué muy bonito y quizás irrepetible. Kms y kms viendo como entraba una gran borrasca por nuestra derecha. El Oceáno se nos caía encima literalmente. Pensé el calor que pasamos en un viaje anterior por estos lares y creí que era otro viaje. ¿Quién dijo que en el desierto no llueve... ?
Fueron pasando algunos miles de kms. y nos plantamos en la sorprendente frontera con Mauritania, esa franja de desierto que es tierra de nadie es desoladora. Coches abandonados, piedras, arena y gentes esparando a no sé quién entre minas...
Después de varias horas de papeleo y esperas salimos de los dominios marroquies. Cruzamos la descrita franja de nadie y al llegar al pórtico
de entrada en Mauritania nos cerraron la frontera en nuestras narices. (Hora de descanso de los militares ???). A todo esto con una cierta intranquilidad porque las últimas noticias que me dieron de la situación del país, no eran muy alentadoras. Estaban en golpe de estado y había un poco más de anarquía por parte de la policía y los militares. Finalmente pasamos y noche en Noadhibou, mezclamos las langostas y el buén pescado con las cucarachas por la cama.
Salida al amanecer, dirección Nouakchott (un puto caos de pobreza, picaros, suciedad y desorden total). Anduvimos unos 600 kms de semitormenta de arena, las rachas de arena cruzaban la carretera haciendonos parecer que navegavamos por el desierto. Dunas y dunas, pasamos entre otras poblaciones por Aleg. Aquí mataron el año pasado a una familia de turistas franceses y creedme que se respiraba un ambiente enrarecido. Volavamos hacia el Este para pernoctar en Kiffa, pero la etapa se nos atragantaba. La precaución tiene que ser extrema,
jamás he visto más animales muertos en los arcenes... (burros, camellos, cabras, etc.). Cuando todavía nos quedaban unos 300 kms. de los mil y pico programados para este día, se nos hizo de noche. Nos reunimos para decidir si acampar o seguir varias horas más de pilotaje bastante estresante. Obviamente no cumplimos una de las precauciones que nos impusimos al salir, osea no conducir de noche por Africa. Aunque tampoco era nada aconsejable vivaquear por Mauritania como estaban las cosas.
Desde Kiffa hasta Nioro du Sahel, frontera con Mali, fué un trayecto bastante liviano. Frontera de varias horas también a pesar de lo remoto y poco concurrida. Nos lo tomamos como un descanso. Mucho calor y una notable deshidratación. El agua escaseaba. Nuestra comida la repartimos entre un grupo de niños que peleaban por las primeras migajas que se nos caían. Llegó un norteamericano en moto que venía en dirección contraria desde Bamako, el tipo viajaba solo y un poco prepotente. Esto fué quizás lo que le imposibiltó entrar en Mauritania y tuvo que volver a la capital de Mali (unos 500 kms). Nuestro destino ese día era Bamako y también llegamos exaustos y muy entrada la noche. Menos mal que el hotel se mereció tal nombre.
Cuando ves un gran rio africano. Ves la naturaleza en todo su esplendor. Tienen mucha fuerza, son majestuosos, a mí me transmiten la misma sensación de energía que cuando abrazas un Baobad. Es mágico, el Niger. Nuestro hotel eran unas cabañas entre jardines a orillas de este
rio lleno de vida. Bamako es una ciudad explosiva, llena. Sus calles son un hervidero de mujeres increiblemente guapas. Las chicas de Mali son distinguidas y muy sensuales. Mientras crucé este maravilloso país, me enamoré cientos de veces.
Desde Bamako bajamos hacía el Sur, por tierras de los Mandingas y en dirección hacia Guinea. Entregamos nuestra ayuda humanitaria en un poblado que se salió de alguna película de aventuras africanas. JAMAS OLVIDARE AQUELLAS CARAS, expresiones de sorpresa, bondad, gratitud. Siempre he pensado que la raza negra transmiten con sus caras como nadie. Tuvimos que ahogar nuestras lágrimas, cuando nos obsequiaron con unas canciones. Estos niños cantaron su himno con un patriotismo y sentimiento que nos contagió.
Por los alrededores hizimos una ruta por una pista de indescriptible belleza, la culminamos con un baño en una cascada igualmente salida de la anterior película. Vuelta a Bamako y noche a orillas del Niger.
Salida al amanecer, y cruzando el Parque National de la Boucle du Baulé y la Reserva de Fina. Ahora hacia el Oeste, direción Kayés y más tarde Dibolí para llegar a la frontera de Senegal. Cruzamos un bosque de Baobads, durante cientos de kms, que nos hipnotizó.
Entrada en Senegal con menos burocracia que en anteriores aduanas. Rumbo a Tambacunda, al Sur muy cerca de Gambia.
Visita en un todoterreno alquilado al famoso Parque National du Niokolo Koba, mientras veiamos a un sin fin de animales salvajes en sus habitads llegamos a orillas del rio Gambia. Impresionante, los cocodrilos en las orillas.
Desde Tambacunda hasta Dakar, unos 400 kms de pistas imposibles. Nos cundía muy poco, pués los baches formados con restos de asfalto anterior eran mortiferos. Me traje de recuerdo un llantazo de cine. El polvo que levantaban los camiones aderezaban el paisaje.
La recompensa fué al llegar a Dakar, nos esperaban unos entusiastas del Recreativo de Huelva. Fué una bienvenida entrañable. Nos llevaron por la caótica capital hasta la embajada de Mauritania a tiempo de sacar nuestros visados de vuelta. Visitamos la escuela de futbol y les felicitamos por sus logros con tan pocos medios.
De Dakar al famoso Lago Rosa, un rincon para visitar, pero menos exótico que su nombre y fama. Desde aquí, costeando hasta la ciudad colonial por excelencia. St. Louis la cuna del Jazz. Su inconfundible puente sobre otro gran rio, el Senegal. Sus guapísimas mujeres, que derroche de belleza. Esta ciudad tiene que ser visitada por todo el mundo.
Amanecía mientras cruzabamos por la frontera de Diamá, al otro lado del rio Senegal, de nuevo Mauritania. 100 Kms de pista por otra Reserva, los facocheros y multitud de aves los sorprendiamos constantemente. Seguiamos el curso del rio hasta Rosso, quizás la ciudad más corrupta de Africa, un horror. Nunca paseís por su frontera, es lamentable.
Ahora en vertical hacia el Norte atravesamos todo Mauritania hasta Noadhibou. Unos 800 kms. donde creo que todos nos dejamos nuestra mente y corazón en el Africa negra. La bienvenida a nuestro destino de esa noche fué con una pedrada a nuestro compañero Alejandro. Fué un adulto de esos radicales, menos mal que le dió en el depósito. Allí dejó su marca el muy cabrón.
Desde aquí pasamos al Sahara Occidental, para alcanzar el Aaiun, al siguiente día Marrakech y al otro en casa. 16 días de viaje inolvidables
de un grupo de buenos amigos y compañeros: Sergio, Juan, Jorge, Alejandro y yó mismo.
Cuando todavía no habiamos llegado a Tanger, yá estabamos haciendo el boceto del siguiente. Ciudad del Cabo ( Sudáfrica) a Sotogrande (España). "In shalad".
Enormes gracias a Todomoto, Boxermotor, Despacho Urnieta, Laboratorios Bayer, Decoración Tenorio, Enrique Botello, Neumáticos Dakar,
Lino 1959 , Onda Cero y Farmacia de Sotogrande.
UN SALUDO A TODOS Y HASTA LA PRÓXIMA!!!.