josetu
Curveando
Entra un señor en un bar..., el camarero educadamente le pregunta:
-¿Qué desea?
a lo que el señor le contesta:
-Quiero... 3 cafés.
-¿3 cafés? - Le pregunta el camarero sorprendido.
-Si, uno para mí, otro para tí, y otro para tu puta madre.- Le contesta el
señor.
El camarero jodido y mosqueado se aguanta las ganas de darle un puñetazo
con temor a que le despidan, y total piensa..., quizás sea la última vez
que venga por aquí, y no merece la pena.
Al día siguiente el camarero acaba de abrir el bar, cuando de nuevo atónito
ve como el mismo señor del día anterior entra en el bar.
El señor se acerca hasta él y le dice:
-Quiero que me ponga 3 cafés.
El camarero ya mosqueado por el día anterior le vuelve a preguntar
-¿3 cafés?, a ver ¿para quién?
El señor le contesta:
-Uno para mí, otro para tí , y otro para tu puta madre.
El camarero ya no se aguanta las ganas, sale de la barra y le da una paliza
enorme. Al final el señor se va casi sin poder caminar, y el dueño del bar
no despide al camarero puesto que ve que el comportamiento del camarero ha
sido justificable.
Al día siguiente el camero colocaba las tazas de café, cuando todo
incrédulo ve aparecer al señor por la puerta con un ojo morado, la pierna
vendada, el brazo en cabestrillo. El señor se acerca a él y le dice:
- Quiero 2 cafés.
El camarero enrarecido le pregunta, dos cafés, para quién?,
-Uno para mí, y otro para tu puta madre. Para tí no que te pones muy
nervioso...
-¿Qué desea?
a lo que el señor le contesta:
-Quiero... 3 cafés.
-¿3 cafés? - Le pregunta el camarero sorprendido.
-Si, uno para mí, otro para tí, y otro para tu puta madre.- Le contesta el
señor.
El camarero jodido y mosqueado se aguanta las ganas de darle un puñetazo
con temor a que le despidan, y total piensa..., quizás sea la última vez
que venga por aquí, y no merece la pena.
Al día siguiente el camarero acaba de abrir el bar, cuando de nuevo atónito
ve como el mismo señor del día anterior entra en el bar.
El señor se acerca hasta él y le dice:
-Quiero que me ponga 3 cafés.
El camarero ya mosqueado por el día anterior le vuelve a preguntar
-¿3 cafés?, a ver ¿para quién?
El señor le contesta:
-Uno para mí, otro para tí , y otro para tu puta madre.
El camarero ya no se aguanta las ganas, sale de la barra y le da una paliza
enorme. Al final el señor se va casi sin poder caminar, y el dueño del bar
no despide al camarero puesto que ve que el comportamiento del camarero ha
sido justificable.
Al día siguiente el camero colocaba las tazas de café, cuando todo
incrédulo ve aparecer al señor por la puerta con un ojo morado, la pierna
vendada, el brazo en cabestrillo. El señor se acerca a él y le dice:
- Quiero 2 cafés.
El camarero enrarecido le pregunta, dos cafés, para quién?,
-Uno para mí, y otro para tu puta madre. Para tí no que te pones muy
nervioso...