Una señora-señorita practicándo el Golf, golpea su bola en el hoyo 7 y, siguiendo su trayectoria, comprueba que al final de la misma un hombre cae al suelo hecho un ovillo.
Muy preocupada, corre hacia el hombre para socorrerlo y se lo en cuentra en posición fetal con las dos manos agarrándose la entrepierna. Aunque parece consciente, solo emite algún débil sonido parecido a: ggggggghhhhhhh......
Por favor, déjeme ayudarle - le inquiere la mujer -, pero el hombre se retuerce de dolor en el suelo y emitiendo sonidos guturales.
¡¡¡Aparte las manos!!! - le espeta - y sin esperar acción alguna del herido le aparta las manos de la entrepierna y enseguida introduce una de las suyas bajo el pantalón del hombre y comienza a masajear la zona. Pasado un buen rato, comprueba que el herido ya no se queja, está relajado y en su cara se dibuja una mueca de indescriptible satisfacción.
¿Cómo está?, seguro que ya se encuentra mucho mejor ....
Cierto, ya estoy en descenso del Séptimo Cielo, pero el pulgar de la mano derecha me duele horrores.
Muy preocupada, corre hacia el hombre para socorrerlo y se lo en cuentra en posición fetal con las dos manos agarrándose la entrepierna. Aunque parece consciente, solo emite algún débil sonido parecido a: ggggggghhhhhhh......
Por favor, déjeme ayudarle - le inquiere la mujer -, pero el hombre se retuerce de dolor en el suelo y emitiendo sonidos guturales.
¡¡¡Aparte las manos!!! - le espeta - y sin esperar acción alguna del herido le aparta las manos de la entrepierna y enseguida introduce una de las suyas bajo el pantalón del hombre y comienza a masajear la zona. Pasado un buen rato, comprueba que el herido ya no se queja, está relajado y en su cara se dibuja una mueca de indescriptible satisfacción.
¿Cómo está?, seguro que ya se encuentra mucho mejor ....
Cierto, ya estoy en descenso del Séptimo Cielo, pero el pulgar de la mano derecha me duele horrores.
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