no sé qué han desayunado algunos hoy. Se pone una noticia de un terrible accidente donde un motero pierde las piernas por culpa de un coche que hace un giro indebido o no señalizado o sin mirar que termina con el motorista empotrado contra un contenedor de escombros. Se cuestiona si el motorista iría rápido ¿¿??? con una Harley haciendo una conducción negligente y temeraria -por un carril bus/taxi/motos- y la mujer del motorista entra para decir que no opinen así, tan a la ligera, que su marido aún no ha salido de peligro y el atestado dice que iba a 56km/h y correctamente, siendo la culpa del otro vehículo. Y se le recrimina a la mujer que conteste así ¿cómo quieres que conteste a una provocación tan inhumana? ¿en plan ·mire usted, caballero, igual las cosas no fueron así, perdone que le contradiga, pero fueron asá pero no se preocupe, que no quiero incomodarlo con la versión oficial que contradiga su frívolo comentario...? Yo soy la mujer, me dicen eso a la cara y no terminan de decirlo. Ya no es una cuestión de corporativismo ni de defender o no a un motero, es que hay un atestado policial que da la razón al motorista, una persona que aún está grave en un hospital y una mujer, la mujer del motorista, que se le saldría el corazón por la boca leyendo lo que ha tenido que leer aquí, que me parece vergonzoso y, una vez visto que nos leía y contestaba, bochornoso que encima se le ataque.
Todos tenemos un pasado, hemos pasado momentos difíciles y eso no nos da ningún derecho a verter determinados comentarios, ni mucho menos a otra persona que no tiene nada que ver con lo que te pasara y quizás en estos momentos esté tan jodida como tú lo pudieras haber estado en esos trágicos momentos. Es más, si es así, deberías entender su dolor y solidarizarte con ella, no atacarla ni justificar unos comentarios o proclamar que ni le pedirías perdón por la ofensa, por muy a la ligera o poco meditada que fuera o por lo anónima que quiera ser, detrás de un nick y un teclado, en casa, tranquilito y con tus piernas.
Pero vamos, que la capacidad de asumir errores o pedir perdón por un desliz que puede hacer mucho daño es algo personal e intransferible. Si no te nace, no te nace. Si con una de cal y otra de arena eres más feliz, pues nada, dale, pero no esperes mi aprobación, aunque me temo que te importa un pimiento.