Un hombre se acerca un día a una compañera de trabajo de la oficina, se para muy pegado a ella, aspira una profunda bocanada de aire y le dice:
- ¡Qué bien huele tu pelo!
Al día siguiente sucede lo mismo, el hombre se le para muy pegado y exclama:
- ¡Mmmm! ¡Qué rico huele tu pelo!
La cosa se repite al día siguiente y al siguiente. Después de una semana, la mujer revienta y entra muy disgustada a la oficina del jefe y le dice:
- Ya no aguanto más, esto es intolerable! Quiero poner una queja contra un compañero de trabajo por acoso sexual.
El jefe escucha la historia y muy sorprendido le dice:
- Pero, ¿por qué le molesta que su compañero le diga que su pelo huele bien?
Y le contesta la mujer muy enojada:
- ¡Porque ese hombre es enano!
- ¡Qué bien huele tu pelo!
Al día siguiente sucede lo mismo, el hombre se le para muy pegado y exclama:
- ¡Mmmm! ¡Qué rico huele tu pelo!
La cosa se repite al día siguiente y al siguiente. Después de una semana, la mujer revienta y entra muy disgustada a la oficina del jefe y le dice:
- Ya no aguanto más, esto es intolerable! Quiero poner una queja contra un compañero de trabajo por acoso sexual.
El jefe escucha la historia y muy sorprendido le dice:
- Pero, ¿por qué le molesta que su compañero le diga que su pelo huele bien?
Y le contesta la mujer muy enojada:
- ¡Porque ese hombre es enano!