Despertador a las 6:30, ducha, preparar el desayuno de mis mellizos, sacar a Blacky a mear, besos, que tengais un buen día, Guillermo no interrumpas en clase.....coche durante 20 km. Cuando llego a su casa está acostadito en su cama, le hemos puesto protectores laterales porque siempre intenta levantarse y tras el ictus que le afecta al lado izquierdo (origen del alzheimer en su caso) la posibilidad de caída es muy alta. Cuando me ve se rie, me confunde con el chofer del micro (pequeño autobús) que le lleva al Centro de Día de Alzheimer y aprovecho la personalidad de éste para conectar y comunicarme con él. Tiene una confusión tremenda porque nos llamamos igual (¿Cómo que Santi, si Santi soy yo?). Le levanto y vamos al cuarto de baño.
Hoy me toca bañarle , afeitarle y vestirle para ir al "colegio". En la bañera he de tener cuidado con la temperatura del agua, tiene los pies muy sensibles y el genio se le escapa incontrolado, pero hay que imponerse y controlar la situación. Frases como "el agua está de pu.. mad... ", "mamá está en la cocina que es donde debe de estar".... etc. le descojonan. Y yo dandole bolilla y arrancando sonrisas a cada oportunidad que tengo.
El otro día fui al centro de día a recogerlo porque me llamaron pues tenía fiebre. Todo el mundo salió a despedirle, era el rey del mambo, como antaño. Su don de gentes aún con un 5% de cerebro, arrasaba. Y él tan tieso, sonriente, con su bastón diciendo hasta mañana (o eso parecía) Siempre ha sido el centro de todo, el que organizaba todos los saraos, la familia sin él no hacía nada. Ahora sin él sus hermanos no son nada, lo han abandonado. Ya hace más de 5 años que ni van a verle.
Este es mi viejo, mi padre. Con alzheimer, ictus, pañales, pero es el mio. Y está vivo. Y si parte de su familia lo abandona me da igual porque siempre estaré yo. Y le quiero, aunque cuando se lo digo bajito a su oido aprovechando que le seco en la bañera no lo entienda y piense en el chofer de la guaguita. Y me trague los mocos para que no me vea hacer el tonto (como ahora cuando escribo). Porque él es de Bilbao, del mismo Bilbao, y yo su hijo, y duros, hombres., y los hombre no lloran aunque vivamos muy al sur de Bilbao (Tenerife). Y antes de llegar a casa, Vispring y como una rosa.
Quiero deciros amigos mios con todo esto, que agarreis la moto, el coche, el metro la guagua o lo que sea y vayais a ver a vuestros padres y decirlos todo lo que los quereis.
Yo no pude. Pero aunque mi padre no me entienda se lo diré todos los días hasta su último suspiro.
Hoy me toca bañarle , afeitarle y vestirle para ir al "colegio". En la bañera he de tener cuidado con la temperatura del agua, tiene los pies muy sensibles y el genio se le escapa incontrolado, pero hay que imponerse y controlar la situación. Frases como "el agua está de pu.. mad... ", "mamá está en la cocina que es donde debe de estar".... etc. le descojonan. Y yo dandole bolilla y arrancando sonrisas a cada oportunidad que tengo.
El otro día fui al centro de día a recogerlo porque me llamaron pues tenía fiebre. Todo el mundo salió a despedirle, era el rey del mambo, como antaño. Su don de gentes aún con un 5% de cerebro, arrasaba. Y él tan tieso, sonriente, con su bastón diciendo hasta mañana (o eso parecía) Siempre ha sido el centro de todo, el que organizaba todos los saraos, la familia sin él no hacía nada. Ahora sin él sus hermanos no son nada, lo han abandonado. Ya hace más de 5 años que ni van a verle.
Este es mi viejo, mi padre. Con alzheimer, ictus, pañales, pero es el mio. Y está vivo. Y si parte de su familia lo abandona me da igual porque siempre estaré yo. Y le quiero, aunque cuando se lo digo bajito a su oido aprovechando que le seco en la bañera no lo entienda y piense en el chofer de la guaguita. Y me trague los mocos para que no me vea hacer el tonto (como ahora cuando escribo). Porque él es de Bilbao, del mismo Bilbao, y yo su hijo, y duros, hombres., y los hombre no lloran aunque vivamos muy al sur de Bilbao (Tenerife). Y antes de llegar a casa, Vispring y como una rosa.
Quiero deciros amigos mios con todo esto, que agarreis la moto, el coche, el metro la guagua o lo que sea y vayais a ver a vuestros padres y decirlos todo lo que los quereis.
Yo no pude. Pero aunque mi padre no me entienda se lo diré todos los días hasta su último suspiro.