Si os gustó el primero, aqui va la adaptacion "cinematografica":
Había una vez un mecanico chino,
pobre pero sabio, que trabajaba en el taller duramente con su hijo. Un día el hijo le dijo:
Padre, qué desgracia! Nos
han robado la moto BMW
Por qué le llamas desgracia? -
respondió el padre - veremos lo que trae el tiempo...
A los pocos días pillaron al chorizo con dos motos: la suya y otra.
-¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho – Hemos recuperado la BMW y una japonesa
-Por qué le llamas suerte? - repuso el padre
-Veamos qué nos trae el tiempo.
En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar la moto japonesa, y como no estaba acostumbrado a tantos caballos, la moto se levanto ,arrojandole al suelo
El muchacho, que no llevaba el mono de cuero, se quebró una pierna.-¡Padre, qué desgracia! -
exclamó ahora el muchacho ¡Me he quebrado la pierna!
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:
-¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo!
El muchacho no se convencía y gimoteaba en su cama.
Pocos días después pasaron por la aldea los enviados de Carlos,el administrador, buscando moteros para llevarlos al BMW Raiders. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna
entablillada, lo dejaron y siguieron de largo. El joven
comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.
La moraleja de este antiguo consejo chino es que la vida da tantas vueltas que mas vale BMW en mano, que Japonesas volando
Había una vez un mecanico chino,
pobre pero sabio, que trabajaba en el taller duramente con su hijo. Un día el hijo le dijo:
Padre, qué desgracia! Nos
han robado la moto BMW
Por qué le llamas desgracia? -
respondió el padre - veremos lo que trae el tiempo...
A los pocos días pillaron al chorizo con dos motos: la suya y otra.
-¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho – Hemos recuperado la BMW y una japonesa
-Por qué le llamas suerte? - repuso el padre
-Veamos qué nos trae el tiempo.
En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar la moto japonesa, y como no estaba acostumbrado a tantos caballos, la moto se levanto ,arrojandole al suelo
El muchacho, que no llevaba el mono de cuero, se quebró una pierna.-¡Padre, qué desgracia! -
exclamó ahora el muchacho ¡Me he quebrado la pierna!
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:
-¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo!
El muchacho no se convencía y gimoteaba en su cama.
Pocos días después pasaron por la aldea los enviados de Carlos,el administrador, buscando moteros para llevarlos al BMW Raiders. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna
entablillada, lo dejaron y siguieron de largo. El joven
comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.
La moraleja de este antiguo consejo chino es que la vida da tantas vueltas que mas vale BMW en mano, que Japonesas volando