Artículo interesante "El regreso de las marcas de motos que nunca mueren y la nostalgia como motor del mercado"

PabloRivers

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Excelente artículo para entender un poco lo que está pasando, y seguramente, pasará con más asiduidad. Gracias a fabricantes extranjeros, la mayoría de los casos, que serán capaces de revivir marcas "fracasadas" o que ya vivieron su época dorada.


fuente​

El regreso de las marcas de motos que nunca mueren y la nostalgia como motor del mercado

EICMA 2025 confirma que el éxito de las marcas clásicas sigue en pleno auge.

El Salón de Milán 2025 ha vuelto a demostrar que a una gran parte del mercado de la moto le gusta mirar al pasado.

Entre las grandes novedades y los proyectos eléctricos, ha vuelto a destacar Norton. Quizá sea la “más renacida de las renacidas”, que ya va, al menos, por la segunda vez en los últimos años.
Está claro que la nostalgia se ha convertido en un valor comercial, y la moto es uno de los sectores donde más se nota. Las motos con raíces clásicas atraen por una conexión emocional inmediata.

Y, en paralelo, hay marcas que han “renacido” recuperando el nombre (aunque no la estética) para enlazar su gama con una tradición y unos valores. Es, desde luego, más rápido que construir desde cero.
Triumph
fue la primera en entenderlo. John Bloor resucitó la marca en 1983 y levantó una empresa nueva sobre su historia.

Su gama Modern Classics no vende pasado: vende continuidad. Y el resto (naked de última generación, trails eficaces y ahora cross y enduro) demuestra que la herencia puede ser rentable sin ser un museo.

Claramente, Royal Enfield también es un caso de éxito en esto de reinventarse. Nacida en el Reino Unido y mantenida viva en la India, pasó de fabricar motos utilitarias a convertirse en una marca global de culto.

Su consolidación no está en la potencia ni en la electrónica, sino en la autenticidad. Y no, no es de las “renacidas”, pero sin duda ha sabido, igual que Triumph, apoyar su éxito en su historia.

Y junto a ellas, Moto Guzzi, marca que tampoco desapareció del todo. Ha sabido jugar la misma carta desde su propio terreno y reinterpretar “a la italiana” esa estrategia que prácticamente inventó Triumph.

Con la V7 mantiene el equilibrio entre tradición y evolución técnica. Con las V100 Y Stelvio se reinventa como marca de futuro.

Triumph, Royal Enfield y Moto Guzzi han sido tres formas distintas de llegar al mismo punto: convertir un pasado glorioso en un presente de éxito.

Triumph presenta la nueva gama Scrambler 900 y 1200 XE 2026

Triumph: la reconstrucción más exitosa de una marca desaparecida | Triumph

El lujo de echar la vista atrás​

Pero no solo la “estrategia Triumph” hace funcionar esto de las marcas renacidas. Hay otras formas.

Brough Superior es un buen ejemplo de otra manera de renacer. La marca británica está ahora reconvertida, además, con sede en Francia. Encabeza la vertiente más exclusiva de esta tendencia: marcas que han convertido la herencia en lujo y la nostalgia en objeto de colección.

Triumph y Royal Enfield demostraron que el pasado podía ser rentable; Brough Superior llevó la idea al extremo. Su renacimiento, en 2013, impulsado por Thierry Henriette, no buscaba fabricar motos para todos, sino recuperar un símbolo.

Aquellas máquinas que en los años veinte y treinta fueron llamadas “las Rolls-Royce de las motos” regresaban casi un siglo después con el mismo espíritu. Plenas de exclusividad, artesanía y un precio que las situaba más cerca del arte que de la industria.

Persona con chaqueta de cuero y casco negro conduciendo una motocicleta moderna de diseño deportivo y detalles en dorado sobre un fondo urbano

Brough Superior: "El Rolls de las motos" Antes y ahora | Brough Superior
Brough Superior se ha convertido en una marca de culto entre coleccionistas. Y en un escaparate de lo que significa revivir un nombre legendario sin diluirlo en el mercado.

Sus colaboraciones, como la serie realizada junto a Aston Martin, refuerzan esa imagen de lujo absoluto que pocos fabricantes pueden reclamar.

Otras marcas británicas han seguido este camino. Ariel, resucitada en 2014, apostó por la tecnología de Honda para crear la Ace, una naked artesanal que mezcla potencia moderna con la estética de las clásicas inglesas.

Hesketh, por su parte, continúa fabricando a ritmo de taller, más cerca de la joyería mecánica que de la producción en serie.

Dos motocicletas deportivas de diseño moderno y estructura tubular en color blanco y rojo sobre un fondo blanco

Ariel Ace: una naked exclusiva, prácticamente artesanal | Ariel
En estos casos, el renacimiento no busca asaltar las posiciones superiores de las listas de ventas. Se trata de reafirmar un linaje.

Brough Superior, Ariel o Hesketh representan la cara más elitista de un fenómeno. En manos británicas, ha sabido convertir la historia en una pieza de lujo.

El nuevo imperio británico​

En los sesenta, las motos británicas dominaron el mundo. Hoy el liderazgo es japonés —con China en ascenso—, pero las marcas británicas mantienen un aura propia.

Sus fábricas ya no huelen a Midlands: ahora su acento es indio. Norton y BSA son el ejemplo perfecto de esta segunda colonización.

El capital y la ingeniería india devuelven a la vida a los grandes nombres de la industria británica.

Motocicleta deportiva de diseño futurista en color gris con detalles en negro sobre un fondo negro

Recien presentada, con "apellido" también famoso: Norton Manx | Norton
El caso de Norton es casi de novela. Tras su renacimiento en 2008, la marca logró recuperar parte de su prestigio.

Pero el sueño se derrumbó en 2020 con el escándalo financiero que llevó a su entonces propietario, Stuart Garner, ante los tribunales.

De aquel desastre salió una nueva oportunidad. El grupo TVS Motor, uno de los mayores fabricantes de la India, compró la marca y emprendió su reconstrucción.

Precisamente en este EICMA 2025 se ha producido su “re-renacimiento”, con una nueva gama con la que Norton buscará reconciliar su historia con una etapa mucho más sólida.

BSA, por su parte, es otro símbolo rescatado. Propiedad del grupo Mahindra a través de Classic Legends, regresó con la Gold Star 650, una reinterpretación fiel de su mítica monocilíndrica.

Persona con casco y ropa de protección montando una motocicleta amarilla en un camino de tierra rodeado de montañas y una casa al fondo

BSA Thunderbolt: ¿Estrategia de la Himalayan? | BSA
La moto respira diseño británico, pero toda su ingeniería y desarrollo proceden de India. La estrategia es clara y busca replicar el éxito de Royal Enfield: fabricar en Asia para vender nostalgia europea.

En ambos casos, el resultado es una paradoja interesante. Norton y BSA son hoy más solventes que nunca, pero menos británicas que antes. El “nuevo imperio” no conquista territorios, sino memorias.

Las marcas que un día llevaron la bandera inglesa por el mundo sobreviven gracias a quienes, hace medio siglo, eran sus mercados coloniales.

Motocicleta de estilo scrambler en color verde con asiento marrón sobre un fondo verde difuminado

Phelon&Moore fue más conocida por sus Panther que por su nombre. Vuelve a la vida | Phelon&Moore
Y mientras tanto, descubrimos nombres como Phelon & Moore, recién reaparecida hace pocos meses. Y con una ampliación de gama presentada en este Salón de Milán. Recuerdan que el mito británico sigue vivo, aunque sea con pasaporte extranjero.

Italia y su segunda edad dorada​

En Italia, el renacimiento sigue otra lógica: más uso del nombre que apelación al sentimiento. Con ese enfoque, el país ha convertido su pasado en un negocio moderno.

Entre la inversión extranjera y el diseño nacional, el renacimiento italiano es, ante todo, una estrategia industrial que ha devuelto vitalidad a su mercado.

Motociclista con casco y chaqueta fosforescente posando sobre una motocicleta deportiva negra y verde frente a una antigua construcción de piedra en un día soleado

La familia TRK ha sido clave en el éxito de Benelli | Benelli
Benelli es el ejemplo más sólido y, del mismo modo que Triumph puede considerarse la primera en su estrategia, Benelli fue la primera en adaptarla a sus necesidades. Plataforma china y marca italiana; diseño desde aquí y motos modernas que no reviven modelos antiguos.

El éxito de la TRK 502 abrió camino y marcó esa estrategia. La Leoncino aporta un matiz neoclásico, pero la Imperiale, su auténtica neo retro tuvo poco impacto comercial. Su crecimiento actual se apoya en la gama que mejor ha funcionado, con las nuevas trail TRK 902 y TRK 602, presentadas en EICMA 2025.

Persona conduciendo una motocicleta azul en un camino de tierra usando equipo de protección y casco

Morbidelli está replicando la estrategia de Benelli. Y lo hace bien | Morbidelli
Morbidellies un renacimiento aún más “de nombre”. Una marca que nunca fabricó motos de calle y que realmente era el nombre de un equipo de carreras que hacía sus propias motos.

Pero un nombre sonoro, italiano y con prestigio. Con una gama moderna y vocación internacional, ha vuelto a escena bajo esa estructura italoasiática, con producto tangible y un estilo que empieza a ser reconocible, de familia.

Moto Morini, sin sobresaltos y casi en silencio, ha logrado estabilidad. Tras su intento con aquellas grandes Corsaro y sus derivadas de hace unos años, hoy consolida su nombre con la X-Cape y la Seiemmezzo.

Nueva gama de accesorios oficiales Moto Morini

Sin ruido, sin pausa; Morini vuelve a contar | Moto Morini

La marca sigue creciendo, empleando esa plataforma de 650 cc y ampliando gama. En su caso sí hay una cierta vinculación con la historia.

Se recuperan nombres clásicos como 6 ½, reinterpretado del de aquellas 3 ½ de finales de los setenta. O las nuevas Kanguro presentadas en este EICMA.

Bimota no llegó a morir, pero pasó años en la UCI. Su alianza con Kawasaki la devuelve al primer plano con tecnología de vanguardia y esencia artesanal.

MV Agusta, tras décadas de altibajos, mantiene su aura de exclusividad y lujo. Diseños muy llamativos y la más alta tecnología, con guiños puntuales a su pasado (Agostini) en ediciones específicas.

Fantic Motor, tras sus acuerdos con Yamaha y la compra de Minarelli, combina dos vías. Gamas de Enduro y Cross plenamente modernas, derivadas de las Yamaha, y el tirón nostálgico de las Caballero.

Dos scooters estacionados sobre un terreno de grava con edificios y palmeras al fondo uno es amarillo y el otro es verde

Lambretta va ampliando gama tras su estabilización, hace pocos años | Lambretta
Italjet regresa con nombres de scooter icónicos de los noventa y “artefactos” propios, como el Dragster 700. Miientras SWM resiste desde Varese con apoyo de Shineray.

Exhibe una gama amplia, aunque con una estrategia difusa que no deja claro hacia dónde va, más allá de sobrevivir: antiguas plataformas Husqvarna estiradas hasta el más allá. Y motos retro y naked hechas por Shineray se mezclan en varias gamas bajo el histórico nombre.

Y, por último, desde Italia, Lambretta. El éxito de Vespa ha sido continuo, siempre.

Su gran rival tiene argumentos para seguir siéndolo, pero su historia ha sido distinta. Hemos visto varios renacimientos y disputas por los derechos de la marca hasta ahora.

En la actualidad, ha conseguido cierta estabilidad y, sobre todo, desarrollar una gama basada en las líneas clásicas. Cuenta con scooters verdaderamente atractivos y todavía con una imagen de exclusividad.

Motocicleta clásica Bultaco roja estacionada en un entorno natural con árboles y sombra

Bultaco desapareció en 1984 | Miguel Méndez

España: sueños eléctricos y revivals efímeros​

España también tiene larga historia y tradición de marcas. Y también quisimos sumarnos al fenómeno del renacimiento, aunque con menos fortuna.

Quizá nuestras marcas eran menos internacionales de lo que creemos, o quizá somos más románticos que empresarios. Pero, a diferencia de Italia o Reino Unido, donde las marcas recuperadas lograron consolidarse, aquí los intentos fueron tan apasionados como breves.

Bultaco, Ossa y Torrot
volvieron con fuerza, pero ninguna consiguió estabilidad suficiente para permanecer.

Bicicleta eléctrica Bultaco Brinco de color azul con suspensión trasera amarilla y llantas gruesas, montada en un soporte dentro de un espacio interior

Bultaco Brinco: quizá más nombre que producto | Bultaco
Bultaco fue la primera en intentarlo. Su regreso en 2014, centrado en bicicletas eléctricas de alto rendimiento (Brinco), generó expectación y simpatía. No obstante, el proyecto se quedó sin base industrial ni mercado.

La marca, que un día fue símbolo de ingeniería y carácter deportivo, desapareció de nuevo apenas cinco años después, dejando la sensación de que el nombre pesaba más que el producto.

Ossa
había intentado algo distinto unos años antes. Resurgió en 2010 con una gama de motos de trial innovadoras, desarrolladas junto a un equipo técnico competente.

Sin embargo, las dificultades de producción y la posterior fusión con GasGas acabaron diluyendo la marca.,Volvió a desaparecer sin haber alcanzado una continuidad real.

Motocicleta de trial con diseño ligero y neumáticos de tacos sobre fondo blanco

OSSA: la fusión con Gas Gas trajo cachondeo: "Gas e OSSA" | formulamoto
Y Torrot, la más reciente de las tres, quiso reinventarse como fabricante de movilidad eléctrica. Apostó por scooters urbanos y pequeñas motos infantiles, llegando incluso a comprar GasGas en un momento de expansión.

Pero la falta de financiación y la saturación del mercado eléctrico acabaron frenando su impulso. Hoy su actividad es mínima y su futuro, incierto.

En conjunto, estos tres intentos reflejan bien las dificultades de revivir una marca sin una estructura sólida detrás. España tiene historia y nombres con peso —Montesa, Rieju, GasGas, por ejemplo— que no han necesitado pasar por el proceso del renacimiento.

Pero hemos carecido de ese tejido industrial o de esa visión empresarial que sostiene a los renacimientos británicos o italianos.

Aquí, la nostalgia sigue viva, pero las fábricas no.

Indian Motorcycles se independiza de Polaris

Indian: nueva etapa a partir de ahora | Indian

El fenómeno global​

El renacimiento de marcas no es un fenómeno exclusivo de Europa. La globalización también ha hecho suya la nostalgia, y hoy el regreso de nombres históricos se extiende desde la India hasta Estados Unidos y China.

A veces se trata de recuperar un legado real; otras, simplemente de aprovechar un logotipo olvidado.

Seguramente el mayor éxito en este apartado sea el de Indian. Fundada en 1901 y desaparecida tras varios intentos fallidos de resurrección, la marca estadounidense volvió a la vida bajo el paraguas de Polaris en 2011. Entonces recuperó su estilo clásico con tecnología moderna.

Ahora vuelve a ser noticia tras la venta de la mayoría de su participación al fondo Carolwood LP. Esto le permitirá operar de forma independiente desde 2026 y reforzar su identidad propia. Especialmente en Europa, donde las Chief y Scout consolidan su imagen frente a Harley-Davidson.

Motocicleta clásica de color negro con asiento marrón y detalles dorados sobre un fondo blanco

Jawa Perak 350: no ha llegado aqui pero es una bobber muy atractiva | Jawa
Jawa es el ejemplo más evidente de éxito fuera de Europa. Seguro que muchos recuerdan la mítica firma checa, desaparecida durante décadas, y seguro que pocos saben que ahora está viva nuevamente.

Fue resucitada por Classic Legends, filial del grupo indio Mahindra, los mismos dueños de BSA. Y se ha convertido en un fenómeno en su mercado doméstico.

Sus motos, de estética clásica (muy atractivas, la verdad) y precio asequible, compiten directamente con Royal Enfield.

Más al este, Cyclone representa un caso peculiar. Este nombre perteneció a una marca estadounidense de los años diez famosa por sus V-twin de competición. Ha sido recuperado por el grupo chino Zongshen para su gama internacional de media cilindrada.

Persona conduciendo una motocicleta deportiva en una carretera de montaña con fondo de paisaje natural

Cyclone tiene ya una gama amplia y sigue creciendo | Cyclone
No guarda relación con la firma original, pero el uso de un nombre con historia otorga prestigio y credibilidad a sus motos en mercados occidentales. Aunque lo cierto es que se han ido a por un nombre que, seguramente, no ha sido caro de comprar, porque tampoco es muy conocido.

Un ejemplo claro de cómo la nostalgia puede utilizarse como herramienta comercial global, incluso aunque tengas que explicar quién eres y quién fuiste.

En el otro extremo del mapa, Buell encarna ahora el intento más complejo de resurrección. Nacida en los ochenta como proyecto independiente, absorbida después por Harley-Davidson y disuelta en 2009.

En 2016, un fondo de inversión adquirió derechos de marca, patentes y stock. Desde entonces, opera como Buell Motorcycles USA, una empresa independiente, pero, en la práctica, Buell sigue siendo una marca controlada por un fondo, sin el respaldo industrial de un gran fabricante.

Motocicleta deportiva de color negro y gris con tanque de gasolina transparente en color ámbar sobre fondo blanco

Una de las originales Buell de época Harley Davidson | formulamoto
Esto explica por qué su actividad es limitada y su futuro incierto: más un proyecto de nicho que una estructura industrial consolidada.

Entre la herencia y el logotipo​

El renacimiento de marcas demuestra que la moto sigue siendo, ante todo, una cuestión de identidad. Pero no siempre basta con rescatar un nombre para recuperar un alma.

La historia reciente del motociclismo está llena de regresos, de nombres que vuelven y de proyectos que intentan revivir un tiempo que ya no existe.

Algunos lo han logrado: Triumph, Royal Enfield o Benelli han convertido la herencia en una herramienta industrial eficaz.

Motocicleta Royal Enfield Interceptor 650 de estilo clásico en color blanco con detalles rojos y negros sobre un fondo blanco

Royal Enfield: éxito "neoclásico" | Royal Enfield
Otros apenas han conseguido sostener el logotipo. Pero todos comparten un mismo impulso: el deseo de dotar de emoción a un mercado cada vez más global, más racional y menos sentimental.

El éxito de estas marcas no depende solo de la nostalgia, sino de su capacidad para reinterpretarla. Las que han sobrevivido son las que han entendido que el pasado puede inspirar, pero no sustituir. Que un nombre legendario puede abrir puertas, pero solo un producto coherente puede mantenerlas abiertas.

En el otro extremo están los proyectos que han intentado revivir una marca como si bastara con reimprimir el adhesivo. Su vida suele ser corta y su legado, mínimo.

El fenómeno de las “renacidas” no parece tener fin. Cada año, algún logotipo olvidado regresa con nuevas formas y nuevos dueños.

Pero, al final, más allá de la bandera o del capital que las sostenga, todas persiguen lo mismo: seguir contando historias que merezcan ser recordadas. Y eso, para los que nos gustan las motos y la historia, es un lujo.
 
La semana pasada estuve en un conce de Royal Enfield, y sinceramente aluciné con la pintaza que tenían algunos modelos. Las interceptor, bear …. Super clásicas y la verdad, me parecieron muy bien resueltas y buenos acabados. Y un diseño retro muy atractivo
 
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