7:30 de la mañana, me tomo mi primer cortadito del día con algunos compañeros del trabajo. Mientras uno ojea el Sport yo me miro El Periódico y me he quedado helado al llegar a la página 37.
Finalmente tampoco me ha extrañado tanto, siempre pienso que en Barcelona y aledaños se mata poca gente en accidentes de moto o coche debido a la forma de conducir de algunos y al poco respeto a las señales de los otros.
Ahí os dejo la noticia completa.
Francesc
Conductores de tarjeta roja
• Un cómputo aleatorio evidencia que muchos automovilistas temerarios no respetan los semáforos en las calles de BCN
• Hay algunos que ni siquiera se detienen en presencia de la Guardia Urbana
AURELIO MAIRA
BARCELONA
Si hubiese una ley de tránsito universal, es posible que su regla de oro fuera la de frenar ante un semáforo en rojo, porque saltarse esa luz es casi sinónimo de accidente en cualquier parte.
Pero por lo que se observa en Barcelona, podría decirse que hay muchos conductores que ignoran completamente esta llamada regla de oro, aunque lo más probable es que crean que están sobre ella.
Ejemplos claros del desprecio de muchos conductores por los puntos de su carnet y, sobre todo, por la vida propia y la de los demás, fueron los constatados por este diario la semana pasada. El experimentó se llevó a cabo en los cruces de Diagonal con Numància, de Meridiana con València, de Diputació con Balmes y de Consell de Cent con Bruc.
Imprudencias constantes
Lo más grave de este improvisado recuento se vio en Diagonal con Numància. Entre las 19.00 y las 20.00 horas del miércoles de la semana pasada, un total de 44 coches y 16 motos pasaron el semáforo en rojo como si estuviera en verde. Es más, durante los primeros 15 minutos, un total de 16 turismos y 5 motos aceleraron en vez de frenar en esa situación.
Un día antes, entre las 8.30 y las 9.30 horas en Meridiana con València, 20 coches y 12 motos se saltaron la luz roja. Lo más increíble aquí fue a solo una manzana había una patrulla de la Guardia Urbana haciendo un control de tráfico, pero a estos conductores pareció importarles poco la presencia de los agentes.
En Diputació con Balmes, entre las 17.00 y las 18.00 horas del miércoles de la semana pasada, 18 turismos y tres motos no respetaron el semáforo. Aquel mismo día, pero en Consell de Cent con Bruc, entre las 13.00 y las 14.00 horas, 10 coches y 12 motos pasaron en rojo.
En la mayoría de estos casos se pudo observar una actitud al volante especialmente grave, ya que no se contabilizó a quienes apuraban la luz ámbar. Hubo muchísimos que ante un semáforo que acababa de cambiar a rojo, pisaban el acelerador, lo que en caso de que se cruzara otro vehículo o una persona --a veces un niño-- elevó las probabilidades de un accidente fatal.
Seguramente la excusa de estos conductores es que siempre hay unos segundos en que los coches de la otra calle todavía no aceleran hasta el cruce. "No pasa nada", dirán. Eso, hasta que pasa. Y casi siempre es grave en estos casos.
Finalmente tampoco me ha extrañado tanto, siempre pienso que en Barcelona y aledaños se mata poca gente en accidentes de moto o coche debido a la forma de conducir de algunos y al poco respeto a las señales de los otros.
Ahí os dejo la noticia completa.
Francesc
Conductores de tarjeta roja
• Un cómputo aleatorio evidencia que muchos automovilistas temerarios no respetan los semáforos en las calles de BCN
• Hay algunos que ni siquiera se detienen en presencia de la Guardia Urbana
AURELIO MAIRA
BARCELONA
Si hubiese una ley de tránsito universal, es posible que su regla de oro fuera la de frenar ante un semáforo en rojo, porque saltarse esa luz es casi sinónimo de accidente en cualquier parte.
Pero por lo que se observa en Barcelona, podría decirse que hay muchos conductores que ignoran completamente esta llamada regla de oro, aunque lo más probable es que crean que están sobre ella.
Ejemplos claros del desprecio de muchos conductores por los puntos de su carnet y, sobre todo, por la vida propia y la de los demás, fueron los constatados por este diario la semana pasada. El experimentó se llevó a cabo en los cruces de Diagonal con Numància, de Meridiana con València, de Diputació con Balmes y de Consell de Cent con Bruc.
Imprudencias constantes
Lo más grave de este improvisado recuento se vio en Diagonal con Numància. Entre las 19.00 y las 20.00 horas del miércoles de la semana pasada, un total de 44 coches y 16 motos pasaron el semáforo en rojo como si estuviera en verde. Es más, durante los primeros 15 minutos, un total de 16 turismos y 5 motos aceleraron en vez de frenar en esa situación.
Un día antes, entre las 8.30 y las 9.30 horas en Meridiana con València, 20 coches y 12 motos se saltaron la luz roja. Lo más increíble aquí fue a solo una manzana había una patrulla de la Guardia Urbana haciendo un control de tráfico, pero a estos conductores pareció importarles poco la presencia de los agentes.
En Diputació con Balmes, entre las 17.00 y las 18.00 horas del miércoles de la semana pasada, 18 turismos y tres motos no respetaron el semáforo. Aquel mismo día, pero en Consell de Cent con Bruc, entre las 13.00 y las 14.00 horas, 10 coches y 12 motos pasaron en rojo.
En la mayoría de estos casos se pudo observar una actitud al volante especialmente grave, ya que no se contabilizó a quienes apuraban la luz ámbar. Hubo muchísimos que ante un semáforo que acababa de cambiar a rojo, pisaban el acelerador, lo que en caso de que se cruzara otro vehículo o una persona --a veces un niño-- elevó las probabilidades de un accidente fatal.
Seguramente la excusa de estos conductores es que siempre hay unos segundos en que los coches de la otra calle todavía no aceleran hasta el cruce. "No pasa nada", dirán. Eso, hasta que pasa. Y casi siempre es grave en estos casos.