Paul Nicklen es biólogo y fotógrafo, y lleva años mostrando los estragos que el cambio climático está provocando en los osos polares. A principios de diciembre se encontraba en la Isla de Baffin, en el ártico canadiense, cuando él y su equipo se toparon con un oso famélico, moribundo. "Es una escena aplastante que todavía me atormenta", escribía en su Instagram, "pero sé que debemos compartir tanto lo bello como lo desgarrador si queremos derribar los muros de la apatía". Así lo hizo: grabó al animal y publicó el vídeo el pasado 5 de diciembre. En 48 horas, ha superado el millón de visualizaciones.