Preciosa, lo típico habría sido renunciar a subirse a una moto de por vida. Menos mal que hay personas que rompen los límites que, como siempre, nosotros mismos nos ponemos porque sí.
Cada vez estoy más convencido de una frase que ya forma parte de mi manera de pensar: En vez de tratar de adivinar nuestro futuro, mejor crearlo.
Saludos.