Britten
Curveando
Algunas veces una marca decide echar la vista hacia su pasado, su historia, para sacar un modelo que rememore a alguna leyenda ya descatalogada del menú de sus webs y concesionarios. Hace 8 años BMW sacó un modelo llamado R Nine T, una naked de estilo retro que montaba el motor bóxer de la serie R1200. Después, BMW sacó una versión de este modelo que evocaba claramente a las famosas R80 Dakar.
Pero la cosa no podía quedar ahí, como ya bien sabemos, el ámbito Trail es muy dado a las modificaciones y adaptaciones de las motos tanto para mejorarlas dinámicamente para un tipo de uso como para mejorarlas aspectualmente. Por eso, hoy os traemos una preparación que hizo hace un tiempo el garaje de Roland Sands y que a nosotros ¡nos ha encantado!
La moto base se trata de una BMW R1200GS del 2008 que ha sido retocada para hacer que cualquier amante de las Trail clásicas y no tan clásicas la mire con deseo. Pero ¿qué más le han hecho? Pues lo primero que tuvieron que solucionar es el tema del sistema de suspensión que monta BMW en sus "GS`s grandes", ya que es muy diferente a una horquilla telescópica invertida tradicional, para zanjar ese tema, tuvieron que instalar el chasis de una R Nine T, ya que esta misma lleva sistema de horquillas.
En cuanto a las horquillas, no se utilizaron (ya que son más cortas) las de la R Nine T, si no que montaron una horquillas de 45mm de una Honda África Twin a las que además les han puesto cartuchos Öhlins para mejorar su manera de trabajar en terrenos difíciles. Con estas modificaciones, las geometrías que se obtuvieron en esta moto eran casi idénticas a las que ofrecía la BMW HP2 Enduro. En cuanto al depósito, éste lo salió directamente de una GS del año 86, pero no lo pusieron sin antes hacerle unos retoques para dar espacio a la electrónica moderna.
Si la miramos en lo que dura un parpadeo, es difícil conseguir apreciar los rasgos modernos que el chasis de la R Nine T o la moto base del 2008 podrían entrever, más bien pensamos que se trata de una moto de los años 80. Pero ahí está la belleza que tanto me ha atraído y llamado la atención de esta moto, que pese a confundir a los ojos distraídos, los que tengan más perspicacia darán buena cuenta de que es una moto bastante nueva con un impoluto aspecto vintage adventure.
Para conseguir ese look tan notorio, hacía falta algo más que unas buenas geometrías, chasis, motor y depósito. Para poder rematar la faena como es debido, el preparador le instaló una cúpula rally de aspecto clásico pero con dos focos LED modernos para poder entregar un haz de luz potente. Para complementar ese depósito del año 86, el asiento es un Saddlemen vintage hecho a medida para esta moto. Inmediatamente después del asiento, se le instalaron unas plásticas originales del 86 provenientes de una R80/100.
Dejando de lado su motor que ya es bien conocido y todas las piezas y cambios que se han añadido y fabricado adhoc para esta moto, esta Trail customizada brilla por sus colores Marlboro, ya de por si cualquier Trail de BMW queda muy potente aspectualmente con estos colores, pero a esta reconozco que a mis ojos, le quedan de increíblemente bonitos.
DIARIOMOTOR
Rafael López San Martín |17 Mar 2022
