Despues de lo que ha salido por la tele con borracheras, batallas campales, cargas policiales, solo tengo que decir....que ya tardaba todo esto en salir.
Yo he veraneado de muy pequeña en Pineda de Mar, muy cerquita de LLoret. Ya en los años 80 aquello ya era un desmadre, con borracheras por las calles hasta altas horas de la madrugada, peleas, etc.
En toda aquella zona se ha fomentado el turismo de alcohol. Traen un grupo de extranjeros, principalmente alemanes, los sueltan en la playa con un bidon de 25 litros de sangria y unas pajitas muy largas y...¡ala!, a las 3 de la mañana van todos con unas torrijas que no se aguantan.
Turistas que consumen muy poco, pero que mantienen los establecimientos abiertos todo el año.
A mi personalmente se me ha dado el caso de sentarme en una terraza en Malgrat de Mar y venir el camarero con la carta en alemán. Cuando le pedí la carta en castellano, me dijo que impresa no la tenía, que si quería me la decía, pero que el bar estaba dirigido a extranjeros y que los precios "no me iban a gustar demasiado". Mejor no entro en valoraciones de lo que pensé en aquel momento.
No me alegro para nada de la situación que se ha creado, pero no deja de ser que uno recoge lo que siembra.
Yo he veraneado de muy pequeña en Pineda de Mar, muy cerquita de LLoret. Ya en los años 80 aquello ya era un desmadre, con borracheras por las calles hasta altas horas de la madrugada, peleas, etc.
En toda aquella zona se ha fomentado el turismo de alcohol. Traen un grupo de extranjeros, principalmente alemanes, los sueltan en la playa con un bidon de 25 litros de sangria y unas pajitas muy largas y...¡ala!, a las 3 de la mañana van todos con unas torrijas que no se aguantan.
Turistas que consumen muy poco, pero que mantienen los establecimientos abiertos todo el año.
A mi personalmente se me ha dado el caso de sentarme en una terraza en Malgrat de Mar y venir el camarero con la carta en alemán. Cuando le pedí la carta en castellano, me dijo que impresa no la tenía, que si quería me la decía, pero que el bar estaba dirigido a extranjeros y que los precios "no me iban a gustar demasiado". Mejor no entro en valoraciones de lo que pensé en aquel momento.
No me alegro para nada de la situación que se ha creado, pero no deja de ser que uno recoge lo que siembra.