
"Cantinero, deme una copa más".
Y antes de tomarse la copa escupe al piso y dice:
"Puffffs, Puffffs, Puffffs, qué bien que conducía ese cabrón."
Y le pide otra copa al cantinero y antes de tomar la copa hace lo mismo.
"Puffffs, Puffffs, Puffffs, qué bien que conducía ese cabrón."
Y el cantinero extrañado le pregunta:
"Dígame ¿qué le pasa a usted que escupe cada rato y dice esa frase?"
"Mire... Cuando venia para acá, me traía un colega en su autómovil, pero cuando íbamos a dar una vuelta peligrosa en la montaña nos encontramos a dos trailers juntos, uno por cada carril, sólo quedaba un espacio en medio de los dos como para pasar en dos llantas y yo aterrorizado le grito a mi colega ¡SI ME SALVAS DE ESTA TE LA MAMO!"
Y terminando de decir eso dice el señor:
"Puffffs, Puffffs, Puffffs, qué bien que conducía ese cabrón."
