CHARLYE39
Curveando
Cascos de moto integrales
Más de un tercio suspende en seguridad
Los dos cascos más baratos son de buena calidad y el más caro suspende
Se han analizado ocho cascos de moto integrales de distintos materiales que cuestan desde los 209 euros de AGV Airtech hasta los 587 euros de AGV Ti-Tech. A la hora de establecer la mejor relación calidad-precio en un producto de cuya aptitud puede depender la vida del usuario es lógico que prime la calidad sobre el precio. Pero así y todo, el casco más barato (Airtech) de este análisis es de buena calidad, y superior a otros más caros que suspendieron la prueba de seguridad. El de mejor calidad y segundo más caro, Shoei X-Spirit (545 euros), es otra opción interesante: destaca por su interior desmontable y por sus numerosos orificios de ventilación.
El casco es el elemento de seguridad pasiva que más influye en la reducción de la siniestralidad en motos y ciclomotores. Su función es absorber el impacto y mitigar el efecto del choque sobre la cabeza, reduciendo hasta en un 29% la probabilidad de morir en un accidente.
En este comparativo no se han estudiado los cascos abiertos (los más inseguros, con diferencia), ni los modulares (cómodos pero más frágiles) ni los de motocross (diseñados para ser usados en condiciones extremas); se han analizado ocho cascos integrales y cerrados que cubren toda la cabeza, las orejas y la nuca; esto es, los más seguros y recomendables.
Protección ante los golpes
Los ocho cascos comparados cumplen con los requisitos que establece la norma para su constitución básica, los sistemas de protección, las posibles irregularidades en la carcasa, el sistema de cierre, la visión periférica y la pantalla.
Pero, sin duda, el más importante de los ensayos es el de absorción de impactos, que mide cómo se desenvuelven los cascos cuando deben cumplir con su cometido de proteger al motorista. Para calcularlo, se midió la resistencia en seis partes distintas de cada casco golpeándolos con un yunque plano y otro en forma de cuña lanzados a 27 km/h y a 20 km/h, en condiciones extremas de calor (50ºC) y frío (-20ºC), para asegurar así su comportamiento correcto a temperatura ambiente. Tres cascos no llegaron al mínimo de resistencia que exige la norma y suspendieron el examen: AGV Ti-Tech suspendió porque los laterales del equipo no son suficientemente resistentes, en AGV Daystar además de los laterales, falló la parte superior del casco. Del mismo modo, la mentonera de Arai Condor es más débil de lo requerido. Todos estos fallos se dieron en condiciones de frío extremo. Curiosamente, el más barato de los modelos de AGV (el denominado Airtech) es el único de los tres de esta marca que aprueba. También cumplen la norma de seguridad los dos analizados de Shoei y los dos de Shark. Aclaremos que la fabricación de los cascos es prácticamente artesanal, por lo que, según los expertos consultados, el comportamiento de un casco en concreto puede no ser representativo de cómo se desenvolverán otras unidades del mismo lote. Dicho de otro modo, no se comportan como si se hubieran fabricado en serie.
Otro análisis importante es el que verifica que el casco no salga despedido en caso de impacto
Otro análisis importante es el que verifica que el casco no salga despedido en caso de impacto, efecto estudiado por el test de descalce y retención: se aplica una fuerza en la parte trasera del casco para comprobar que, en caso de que impacte contra el suelo, no rote más de 30º. En la prueba de retención la fuerza a aplicar es vertical y se mide el desplazamiento que el golpe origina. Los ocho aprobaron el examen, es decir, no dejarían la cabeza desprotegida en caso de accidente.
El material del que están compuestos no ha demostrado ser una condición que, por sí sola, indique la eficiencia del casco. Shark RSX y AGV Ti-Tech están elaborados con fibras de carbono y kevlar, el de Shoei XR-1000 es de fibras orgánicas y vidrio y el resto están compuestos por una mezcla de fibras de diferente naturaleza. v,S
Más de un tercio suspende en seguridad
Los dos cascos más baratos son de buena calidad y el más caro suspende
Se han analizado ocho cascos de moto integrales de distintos materiales que cuestan desde los 209 euros de AGV Airtech hasta los 587 euros de AGV Ti-Tech. A la hora de establecer la mejor relación calidad-precio en un producto de cuya aptitud puede depender la vida del usuario es lógico que prime la calidad sobre el precio. Pero así y todo, el casco más barato (Airtech) de este análisis es de buena calidad, y superior a otros más caros que suspendieron la prueba de seguridad. El de mejor calidad y segundo más caro, Shoei X-Spirit (545 euros), es otra opción interesante: destaca por su interior desmontable y por sus numerosos orificios de ventilación.
El casco es el elemento de seguridad pasiva que más influye en la reducción de la siniestralidad en motos y ciclomotores. Su función es absorber el impacto y mitigar el efecto del choque sobre la cabeza, reduciendo hasta en un 29% la probabilidad de morir en un accidente.
En este comparativo no se han estudiado los cascos abiertos (los más inseguros, con diferencia), ni los modulares (cómodos pero más frágiles) ni los de motocross (diseñados para ser usados en condiciones extremas); se han analizado ocho cascos integrales y cerrados que cubren toda la cabeza, las orejas y la nuca; esto es, los más seguros y recomendables.
Protección ante los golpes
Los ocho cascos comparados cumplen con los requisitos que establece la norma para su constitución básica, los sistemas de protección, las posibles irregularidades en la carcasa, el sistema de cierre, la visión periférica y la pantalla.
Pero, sin duda, el más importante de los ensayos es el de absorción de impactos, que mide cómo se desenvuelven los cascos cuando deben cumplir con su cometido de proteger al motorista. Para calcularlo, se midió la resistencia en seis partes distintas de cada casco golpeándolos con un yunque plano y otro en forma de cuña lanzados a 27 km/h y a 20 km/h, en condiciones extremas de calor (50ºC) y frío (-20ºC), para asegurar así su comportamiento correcto a temperatura ambiente. Tres cascos no llegaron al mínimo de resistencia que exige la norma y suspendieron el examen: AGV Ti-Tech suspendió porque los laterales del equipo no son suficientemente resistentes, en AGV Daystar además de los laterales, falló la parte superior del casco. Del mismo modo, la mentonera de Arai Condor es más débil de lo requerido. Todos estos fallos se dieron en condiciones de frío extremo. Curiosamente, el más barato de los modelos de AGV (el denominado Airtech) es el único de los tres de esta marca que aprueba. También cumplen la norma de seguridad los dos analizados de Shoei y los dos de Shark. Aclaremos que la fabricación de los cascos es prácticamente artesanal, por lo que, según los expertos consultados, el comportamiento de un casco en concreto puede no ser representativo de cómo se desenvolverán otras unidades del mismo lote. Dicho de otro modo, no se comportan como si se hubieran fabricado en serie.
Otro análisis importante es el que verifica que el casco no salga despedido en caso de impacto
Otro análisis importante es el que verifica que el casco no salga despedido en caso de impacto, efecto estudiado por el test de descalce y retención: se aplica una fuerza en la parte trasera del casco para comprobar que, en caso de que impacte contra el suelo, no rote más de 30º. En la prueba de retención la fuerza a aplicar es vertical y se mide el desplazamiento que el golpe origina. Los ocho aprobaron el examen, es decir, no dejarían la cabeza desprotegida en caso de accidente.
El material del que están compuestos no ha demostrado ser una condición que, por sí sola, indique la eficiencia del casco. Shark RSX y AGV Ti-Tech están elaborados con fibras de carbono y kevlar, el de Shoei XR-1000 es de fibras orgánicas y vidrio y el resto están compuestos por una mezcla de fibras de diferente naturaleza. v,S