Esta mañana, me he ido al Circuito de Albacete, sin reserva previa, a ver si "pillaba" alguna chuche de la presentación, gorra, pin,.... y a oler.
He ido a "inscripciones" (lo ponía en una silla), he preguntado si había vacantes y he subido en ¡LA REINA!
Aclaración previa: Yo no tengo ni puñetera idea de ir en moto, llevo 1000 km en una GS 650.
Había plazas vacantes en algunas series y no dejaban ninguna sin completar, si alguién tenía interés de probarla.
Briefing 1/2 hora de Joán Arnella, director del TAC, los que se ocupaban de la puesta en escena del evento, donde impartió un curso rápido de conducción, características de la montura e instrucciones de cada tanda.
Yo, como un flan, me quería ir, no me veía conduciendo una moto de última generación, con casi 170 caballos al puño. ¡Si me lio con las palancas de freno y cambio!
Lo cierto es que pregunto a los del TAC y me dicen que me suba,-pero esque yo....-, -¡súbe o te arrepentirás!, me dicen con una sonrisa.
Y yo con más miedo que verguenza, delante del maravilloso "objeto de deseo" me pongo, temblando, el casco, los guantes....... y por fin me monto en ella.
Alucino, ¡me estaba esperando! acogiendome suavemente, me acaricia los muslos..... me recuesto sobre ella, la sujeto con suavidad y la valanceo. Noto que estamos hechos el uno para el otro. la posición es completamente ergonómica, cada cosa está en su sitio justo, no me siento forzado, las estriberas lijeramente retrasadas, al poner los pies las noto cómodas, el asiento, ni se nota
¡Arrancad! Y la arranco, me responde con suavidad, como si fuera eléctrica, pero le aprieto el puño y se muestra furiosa.
Salimos. Las marchas entran con absoluta suavidad y precisión, con una aceleración progresiva y nada brusca, mientras no aprietes fuerte, el puño en 1ª y 2ª. Entra en curva como si yo fuese Rossi.
En muy poco tiempo cojo confianza y empiezo a moverme encima de ella, me descuelgo y puedo hacerlo con absoluta facilidad, la muevo debajo de mi en curvas enlazadas y me deja.
-Coooooooooñ., que voy pasado-. Freno a muerte, bajo 3 marchas sin dartme tiempo a pensarlo, pero sigo pasado, ¿que hago? Y me tiro al interior de la curva, con el cuerpo fuera. A partir de este momento empezamos a bailar un bals: la cojo, la suelto, me agacho, me levanto, vuelta a derecha, vuelta a izquierda y lógicamente nos enamoramos, después de tan solo 4 vueltas al circuito.
Paramos, comentamos experiencias con el monitor y otra tanda de otras 4 vueltas, pero como ha ido bién, dice que vamos a apretar. Y aprieta, pero ya nos conocemos y no hay problemas, porque me perdona todo, por ejemplo el tan famoso "gas intermedio", yo no lo sé hacer y no lo hago, pero no ruje desenfrenada al reducir fuerte, se deja llevar como una bicicleta, pero sabiendo que puede acelerar y como acelera, no se terrmina nunca, en marchas cortas cuidadín.
Acabamos la tanda y vuelve a preguntar el monitor, no puedo responder, estoy en una nube.
He conducido la moto más sofisticada del momento, por no decir del mundo, como si lo hiciese todos los dias, pero en un circuito, dando leña y haciendo cosas que con mi moto ni hago ni haré nunca.
No me lo puedo creer. yo os leía en los post, que si el cuchillo, que si el hacha, pero sabía que estaba fuera de mis posibilidades.
Pero resulta que no, gracias a esta maravilla de la ingeniería germana.
Era muy reacio a probarla, por un post en que alguien, con mucho conocimiento, decía después de lo de Calafat, que solo era para pilotos expertos y con conocimiento de causa, je, je, je. Yo debo de serlo.
Como vereis, no tengo palabras. Perdonad el ladrillo, pero estoy emocionado
PD.: Además me han dado una gorra exclusiva, un llavero de cuello (portacredenciales), chulísimos y un diploma para mostrarle a mis nietos que yo estuve en la prueba de "ELLA" :-*.