jbeltran
Allá vamos
El pasado 4 de septiembre, se celebró como viene siendo costumbre, la concentración de motos clásicas de Alberuela de Tubo.
Para el que no la conozca, diré que se trata de una concentración donde lo importante es la calidad humana e impera el "buenrollismo". Alberuela de Tubo es un pequeño pueblo oscense, donde cada año la asociación "El puntal" se involucra y organiza uno de los rallys más divertidos.
Como cada año, acudimos unos cuantos donostiarras. Partimos el sábado por la mañana y después de parar a comer, fuimos a tomar café a casa de nuestro gran amigo Marcos Capapey (Hélice de Plata en el foro de clásicas). Dejarse caer por la casa de Marcos es un privilegio...charlamos de motos, visitamos las piezas de su garaje y así, se nos esfumaron un par de horas.
Allí coincidimos con el resto del grupo de donostiarras y con Kiko, que venía a lomos de su R100 desde cataluña. Enfilamos dirección Alberuela y al llegar, descargamos y guardamos las motos, para comenzar con el protocolo anual....besos, abrazos y saludos a los que cada año comparten el rally y en especial la cena del sábado en el pueblo.
El sábado, mientras las brasas de la parrilla se preparaban, aprovechamos para charlar, tomar unas cervezas con unos y otros, echarle un vistazo a alguna moto de algún compañero y sobre todo disfrutar de la gente.
Tras la cena y debido al calor reinante, preferimos quedarnos en la plaza del pueblo, junto a la barra...y esperar a que el mercurio bajase o nos quedáramos sin cerveza.
No ocurrió ni lo primero, ni lo segundo...así que optamos por irnos a la cama y afrontar el domingo de rally con buena cara.
El domingo el pueblo era un hervidero! gente de aquí y de allá, que habían acudido el mismo domingo...momento de inscripciones, desayuno y en marcha!
Bajo un calor sofocante, estiramos kilómetros dirección Graus, bordeando el pantano de Barasona. Ese fue el lugar escogido para la parada técnica. La plaza de Graus nos pareció una maravilla...tuvimos tiempo para tomar algo, sacar fotos (Fotos de El Puntal de Alberuela) y charlar.
Tras la parada, emprendimos el rumbo de nuevo dirección Alberuela, subiendo y bajando un puertecito, que nos hizo sacar una sonrisa. Un total de 140km, donde lo importante no es el camino, ni las motos, si no el ambiente y la gente.
Al llegar, como reyes oiga, a mesa puesta! Comimos bajo la carpa y se como todos los años se entregaron premios a motos y asistentes. Además, se realizó un homenaje a los pilotos Domingo Gris y José Angel Mendívil.
El pistón de oro este año fue para la Vincent HRD de Enrique Mayor, el de plata para la BMW R51 de Román Arrizabalaga y el de bronce para la Zündapp KS500 de Antonio Sábado.
Solo agradecer a todo el pueblo su dedicación, para que los demás lo pasemos en grande...a los donostiarras nos tenéis enamorados!
Para el que no la conozca, diré que se trata de una concentración donde lo importante es la calidad humana e impera el "buenrollismo". Alberuela de Tubo es un pequeño pueblo oscense, donde cada año la asociación "El puntal" se involucra y organiza uno de los rallys más divertidos.
Como cada año, acudimos unos cuantos donostiarras. Partimos el sábado por la mañana y después de parar a comer, fuimos a tomar café a casa de nuestro gran amigo Marcos Capapey (Hélice de Plata en el foro de clásicas). Dejarse caer por la casa de Marcos es un privilegio...charlamos de motos, visitamos las piezas de su garaje y así, se nos esfumaron un par de horas.
Allí coincidimos con el resto del grupo de donostiarras y con Kiko, que venía a lomos de su R100 desde cataluña. Enfilamos dirección Alberuela y al llegar, descargamos y guardamos las motos, para comenzar con el protocolo anual....besos, abrazos y saludos a los que cada año comparten el rally y en especial la cena del sábado en el pueblo.
El sábado, mientras las brasas de la parrilla se preparaban, aprovechamos para charlar, tomar unas cervezas con unos y otros, echarle un vistazo a alguna moto de algún compañero y sobre todo disfrutar de la gente.
Tras la cena y debido al calor reinante, preferimos quedarnos en la plaza del pueblo, junto a la barra...y esperar a que el mercurio bajase o nos quedáramos sin cerveza.
No ocurrió ni lo primero, ni lo segundo...así que optamos por irnos a la cama y afrontar el domingo de rally con buena cara.
El domingo el pueblo era un hervidero! gente de aquí y de allá, que habían acudido el mismo domingo...momento de inscripciones, desayuno y en marcha!
Bajo un calor sofocante, estiramos kilómetros dirección Graus, bordeando el pantano de Barasona. Ese fue el lugar escogido para la parada técnica. La plaza de Graus nos pareció una maravilla...tuvimos tiempo para tomar algo, sacar fotos (Fotos de El Puntal de Alberuela) y charlar.
Tras la parada, emprendimos el rumbo de nuevo dirección Alberuela, subiendo y bajando un puertecito, que nos hizo sacar una sonrisa. Un total de 140km, donde lo importante no es el camino, ni las motos, si no el ambiente y la gente.
Al llegar, como reyes oiga, a mesa puesta! Comimos bajo la carpa y se como todos los años se entregaron premios a motos y asistentes. Además, se realizó un homenaje a los pilotos Domingo Gris y José Angel Mendívil.
El pistón de oro este año fue para la Vincent HRD de Enrique Mayor, el de plata para la BMW R51 de Román Arrizabalaga y el de bronce para la Zündapp KS500 de Antonio Sábado.
Solo agradecer a todo el pueblo su dedicación, para que los demás lo pasemos en grande...a los donostiarras nos tenéis enamorados!
