Hola que hay Cpamias, En primer lugar, saludarte y darte ánimos.
“Aun contando, que algunos aun tienen “ambición” de hacernos creer que la gravedad que se tiene en nuestro entorno no es importante, he intentan hacernos pasar la crisis de: absoluta a relativa.
En toda circunstancia, para si no, solucionar la realidad en que nos encontramos la totalidad de la gente que vivimos en el planeta tierra, a causa de esta crisis que llaman global. Si al menos, el animarte en empeño que estas tomando, para salir de la situación en que te encuentras tú personalmente.
Al no sufrir Yo crisis financiera, al igual de no conocerte personalmente, no puedo darte ninguna actuación u recomendación posible.
Aun contando que lo hagas en lectura, te hablo de algo que me han contando, porque yo solo tengo constancia de parte de ello, de la cual tendré siempre marca y que me dieron y dan a conocer todos los días.
*Y creo muy posible que sea cierto* al pensar que los sucesos que han tenido lugar en torno a mí persona, los he sabido interpretar.
Dicen que en el verano del año mil novecientos noventa y uno ¡Sufrí un accidente! Que me hizo entrar en coma. Los traumatólogos haban a mis padres del tipo de patología en el que me encontraba, explicándoles, en cuanto a las distintas fracturas que tenia que, si salía del coma y me volvía la consciencia me tendrían que amputar la pierna derecha.
Me dijeron mis padres, pasado un tiempo sales de la UVI –> ICI -> Pasas a planta, donde recupere en parte el despertar, digo recupere (pero la he llegado a recuperar, hoy) Vieronse obligados a atarme a la cama, en mí intento de marcharme del hospital. Al decirme que no tuve sentido del estado en que me encontraba hasta pasado gran parte del año mil novecientos noventa y siete.
En Otoño del noventa y uno, me opera por primera vez el equipo del Doctor Madruga, y no para realizar la amputación, todo lo contrario, el recomponerme durante ocho horas los treinta y nueve fragmentos lo suficientemente grandes para poder ser estabilizados, pudiendo dar a ver, la apariencia a esos trozos de huesos con la vista, el poderle llamar fémur.
En torno al noventa y dos empecé a: comer por mí mismo y ha habar no ya en ingles como lo había hecho en un principio. Hablando con enfermeras me han llegado a decir entre otros temas que, cuando me dieron a comer la primera manzana > Yo les dije (ya había olvidado el ingles y recobrado El Español) Y esto como se come. Llegados a este punto de la conversación, la dejamos entrecortada, al reírnos un buen rato.
Pasados unos años y conseguidas ciertas metas, marcadas por los galenos, me comentaron que de seguir en el intentando de lograr una mayor aproximación, de conseguir hacer llegar a la pierna, a comportarse con aparente normalidad. Pudiendo dar la circunstancia de seguir en mí intento de una nueva operación, el que, en las extremas pero posibles adversidades pudiera perder la pierna. Se realizo esta última *Exitosa* operación y tras una larga rehabilitación, desde finales de mil novecientos noventa y seis puedo subir de nuevo en motocicleta.
Gracias a: mis padres, casi todos los centros hospitalarios con los que nos encontramos, y médicos. En especial al doctor traumatólogo Don José Maria Madruga.
La experimentación señalada, me hace proponerte, en el intento que tienes ahora de mejorar tú situación en primer lugar decirte que tu esfuerzo en conseguir la búsqueda, lo debes de considerar siempre insuficiente”. Y ve al encuentro de la ayuda, ù en el mejor de los casos, el ofrecimiento que te puedan dar quienes tengan los mayores conocimientos posibles (de quien puedas y quiera ayudarte) de lo que necesitas.
Espero que encuentres, lo más inmediatamente posible, la salida a la crisis. Pudiendo disfrutar, saliendo de nuevo, a dar una vuelta en motocicleta.
Hala hasta luego,