El sábado 1 de octubre me inscribí en el curso de conducción que organiza Súper7moto y ahora paso a contaros mis impresiones
1 El viaje: horrorosoooo. Viernes 18 horas Puerto del León (Madrid) colapsado desde su alto, bajo con el motor parado hasta San Rafael. No menos de 45 minutos, y pasito a pasito detrás del coche que me precedía, es prácticamente toda la bajada de raya continua sin arcén, y la benemérita al acecho (nada que objetar. Cumplen con su trabajo)
Así que llego con dos luces al hotel Villa de Ferias en Medina del Campo.
2 Intendencia: El hotel, la cena, y el desayuno espectacular teniendo en cuenta su precio. No se puede pedir más.
Animada charleta, cervecilla en mano con unos y otros y las 12 a la piltra.
Un pero debo de poner, aunque bien es cierto que anunciaban un plato de pasta para comer el día siguiente en pista, que decepción me produjo al descubrir que debajo de un inmenso papel de plata en una no menos impresionante paellera (paella para los puristas) se escondía una triste ración de fríos lacitos de pasta, buaaa
no es paella! Debo no obstante aclarar que estaban buenos y cumplieron con su misión.
3 La Organización: Otro 10, se nota la experiencia. Explicaciones precisas, y salida a pista bien organizada siguiendo el horario previsto con instructores atentos.
Los grupos se organizan en función de la experiencia manifestada previamente por los inscritos, sin ello suponga mayor problema en caso de que la organización aconseje subir o bajar de nivel.
Mi consejo es evitar la falsa modestia e inscribirse en el nivel que consideremos ajustado a nuestra habilidad motera, y luego ya veremos.
Al final de cada tanda nos volvíamos a reunir en la sala habilitada al efecto para nuevas instrucciones y recomendaciones personales.
Estoy agradecido, además, a la organización por el bonito detalle que tuvieron en el mes de junio cuando una vez inscrito y pagado me surgió un problema familiar que me impidió acudir. Ningún reparo ni mayores explicaciones para devolverme el dinero adelantado. Muchas gracias de nuevo.
4 El circuito: Infraestructura correcta sin pretensiones de aseos y bar, el recorrido es sinuoso con curvas enlazadas a derecha e izquierda y lento, acojona un poco sin conocerlo durante las primeras vueltas dos parches de alquitrán en sendas curvas que te hacen pensar al pisarlos que la adherencia va a ser otra, pero no es así, a la tercera vuelta “ amuerte” como en el resto del trazado.
Si algún pero tengo que poner es su corta longitud, y su cualidad, aunque parezca un contrasentido, ser demasiado corto, lo cual facilita el aprendizaje de la trazada correcta y el poco daño en caso de arrastrón, que afortunadamente no se produjo en ninguno de los alumnos participantes.
En total fueron unos 150 Km en pista.
5 Mis impresiones: Un poco arrugado al principio pues era la primera vez que rodaba en un circuito, rápidamente me fui haciendo al mismo. Sorprende la capacidad de tumbada que tienen nuestras motos, vuelta tras vuelta mejoraba la inclinación durante la trazada y resbalaba la puntera de la bota por el asfalto (ya nos advirtieron que mejor apoyar la puntera en el estribo). Durante las primeras tandas marcha segunda y en contadas ocasiones tercera, y ya a la tarde, en las tandas libres cuarta hacia final de recta. Me considero un piloto avezado, con muchos kilómetros en el culo, ex corredor de enduro y algún raid africano, y sin embargo, y como sospechaba, con ciertos defectos (sobre todo en el dominio de la frenada, soy/era, demasiado brusco) que me han sabido corregir.
La tanda de libres supone un chute de adrenalina, con adelantamientos constantes entre nosotros, siempre con un elevado margen de seguridad y respeto, y hachazos de los instructores por fuera, por dentro, y por las orejas. Fue un final muy divertido, que desgraciadamente se me hizo corto.
5 La moto: BMW R 1200 GS comprada en 2015, rodado 20.000Km. ¡Un maquinón! Si de algo me arrepiento es de no haberla comprado antes.
Buena aceleración, mejor frenada, neumático Michelin Anakee sustituido a las 10.000 Km por los Dunlop Smart Trail, con las presiónes aconsejadas por el fabricante (2,5 y 2,9) y pastillas de frenos Galfer Fd 475/g130 y Fd 172/g1370 (las originales retiradas a los 18.000 Km, las delanteras a medio uso y las traseras muertas del todo)
En ningún momento tuve problemas de estabilidad, o sustos. Los neumáticos a más de medio uso antes de entrar en pista, sufrieron el lógico desgaste (no quedó ni un pelillo en los francos) que calculo a el equivalente de 1000 Km de autopista (la organización habla de un desgaste menor, y a lo mejor puede ser, pues ya sabemos que un mayor desgaste de la banda rodadura supone una degradación más rápida)
En definitiva se trata de un curso que merece mucho la pena y el convencimiento que la moto permite un 30% más de inclinación y prestaciones, pero que a estas alturas y responsabilidades de mi vida mejor no asumir, ni necesito demostrar.
Para los que estuvieron: Yo soy el de la BMW de colorines.
Ráfagas moteras
1 El viaje: horrorosoooo. Viernes 18 horas Puerto del León (Madrid) colapsado desde su alto, bajo con el motor parado hasta San Rafael. No menos de 45 minutos, y pasito a pasito detrás del coche que me precedía, es prácticamente toda la bajada de raya continua sin arcén, y la benemérita al acecho (nada que objetar. Cumplen con su trabajo)
Así que llego con dos luces al hotel Villa de Ferias en Medina del Campo.
2 Intendencia: El hotel, la cena, y el desayuno espectacular teniendo en cuenta su precio. No se puede pedir más.
Animada charleta, cervecilla en mano con unos y otros y las 12 a la piltra.
Un pero debo de poner, aunque bien es cierto que anunciaban un plato de pasta para comer el día siguiente en pista, que decepción me produjo al descubrir que debajo de un inmenso papel de plata en una no menos impresionante paellera (paella para los puristas) se escondía una triste ración de fríos lacitos de pasta, buaaa
no es paella! Debo no obstante aclarar que estaban buenos y cumplieron con su misión.3 La Organización: Otro 10, se nota la experiencia. Explicaciones precisas, y salida a pista bien organizada siguiendo el horario previsto con instructores atentos.
Los grupos se organizan en función de la experiencia manifestada previamente por los inscritos, sin ello suponga mayor problema en caso de que la organización aconseje subir o bajar de nivel.
Mi consejo es evitar la falsa modestia e inscribirse en el nivel que consideremos ajustado a nuestra habilidad motera, y luego ya veremos.
Al final de cada tanda nos volvíamos a reunir en la sala habilitada al efecto para nuevas instrucciones y recomendaciones personales.
Estoy agradecido, además, a la organización por el bonito detalle que tuvieron en el mes de junio cuando una vez inscrito y pagado me surgió un problema familiar que me impidió acudir. Ningún reparo ni mayores explicaciones para devolverme el dinero adelantado. Muchas gracias de nuevo.
4 El circuito: Infraestructura correcta sin pretensiones de aseos y bar, el recorrido es sinuoso con curvas enlazadas a derecha e izquierda y lento, acojona un poco sin conocerlo durante las primeras vueltas dos parches de alquitrán en sendas curvas que te hacen pensar al pisarlos que la adherencia va a ser otra, pero no es así, a la tercera vuelta “ amuerte” como en el resto del trazado.
Si algún pero tengo que poner es su corta longitud, y su cualidad, aunque parezca un contrasentido, ser demasiado corto, lo cual facilita el aprendizaje de la trazada correcta y el poco daño en caso de arrastrón, que afortunadamente no se produjo en ninguno de los alumnos participantes.
En total fueron unos 150 Km en pista.
5 Mis impresiones: Un poco arrugado al principio pues era la primera vez que rodaba en un circuito, rápidamente me fui haciendo al mismo. Sorprende la capacidad de tumbada que tienen nuestras motos, vuelta tras vuelta mejoraba la inclinación durante la trazada y resbalaba la puntera de la bota por el asfalto (ya nos advirtieron que mejor apoyar la puntera en el estribo). Durante las primeras tandas marcha segunda y en contadas ocasiones tercera, y ya a la tarde, en las tandas libres cuarta hacia final de recta. Me considero un piloto avezado, con muchos kilómetros en el culo, ex corredor de enduro y algún raid africano, y sin embargo, y como sospechaba, con ciertos defectos (sobre todo en el dominio de la frenada, soy/era, demasiado brusco) que me han sabido corregir.
La tanda de libres supone un chute de adrenalina, con adelantamientos constantes entre nosotros, siempre con un elevado margen de seguridad y respeto, y hachazos de los instructores por fuera, por dentro, y por las orejas. Fue un final muy divertido, que desgraciadamente se me hizo corto.
5 La moto: BMW R 1200 GS comprada en 2015, rodado 20.000Km. ¡Un maquinón! Si de algo me arrepiento es de no haberla comprado antes.
Buena aceleración, mejor frenada, neumático Michelin Anakee sustituido a las 10.000 Km por los Dunlop Smart Trail, con las presiónes aconsejadas por el fabricante (2,5 y 2,9) y pastillas de frenos Galfer Fd 475/g130 y Fd 172/g1370 (las originales retiradas a los 18.000 Km, las delanteras a medio uso y las traseras muertas del todo)
En ningún momento tuve problemas de estabilidad, o sustos. Los neumáticos a más de medio uso antes de entrar en pista, sufrieron el lógico desgaste (no quedó ni un pelillo en los francos) que calculo a el equivalente de 1000 Km de autopista (la organización habla de un desgaste menor, y a lo mejor puede ser, pues ya sabemos que un mayor desgaste de la banda rodadura supone una degradación más rápida)
En definitiva se trata de un curso que merece mucho la pena y el convencimiento que la moto permite un 30% más de inclinación y prestaciones, pero que a estas alturas y responsabilidades de mi vida mejor no asumir, ni necesito demostrar.
Para los que estuvieron: Yo soy el de la BMW de colorines.
Ráfagas moteras
