
- "No se tú, pero yo no dejo de pensar..."
Las estrellitas del cielo ya estaban artas, pues el angelito cantaba fatal, y una de ella decide hacerlo callar.
La estrella agarra vuelo y ¡cuaz! se le mete por una oreja al angelito.
Este empieza a sacudir la cabeza, diciendo:
"¡Ayy, tonta, déjame, fuchi, ayyy!"
y logra sacarse la estrellita, la cual se retira volando.
Vuelve a cantar el angelito:
- "La puerta se cerró de tras de tí..."
y la estrellita toma vuelo y se le mete ahora por la boca.
El angelito la escupe y le empieza a pegar con el arpa.
La estrella, para esconderse, se le mete por el culete al angelito, y éste nada más deja escapar un gemido,
"Hhhmmmmmmm..."
El Angelito, se sienta de nuevo en su nubecita, y empieza a cantar:
- "¡Que se quede el infinito sin estrellas...!"
