Juan Xixon
Arrancando
Copiado de La Nueva España.
El fuego se ceba con el Oriente
Los 261 incendios de julio duplican los registrados en el mismo período de 2004 y son el número más elevado de los últimos diez años
El mes pasado fue el julio con más incendios de los últimos diez años y en el que más superficie se quemó en los últimos cinco. Las medidas urgentes puestas en marcha por el Ministerio de Medio Ambiente en todo el país a raíz de la ola de incendios se justifica en una región que también arde. Durante julio se produjeron 261 incendios, una cifra que duplica a la del año anterior y que es la más alta de los últimos diez años. En cuanto a superficie quemada en la región, hasta el 31 de julio se quemaron 574,71 hectáreas, lo que supone la cifra más elevada de los últimos cinco años y es considerablemente más alta que las 135 hectáreas del año pasado, las 91 hectáreas de 2003 o las 109 de 2002.
Pero los incendios no solamente aumentan sino que cambian. Tras años concentrándose en el occidente asturiano, donde se producían los mayores fuegos y la mayor cantidad de superficie quemada, la situación se ha modificado notablemente. Según los datos que maneja la Consejería de Justicia, Seguridad Pública y Relaciones Exteriores, en lo que va de año se han quemado en Asturias 5.784 hectáreas. De ellas 2.649 corresponden a concejos del oriente de Asturias, que además de concentrar la mayor superficie quemada también cuenta con los municipios con mayor número de incendios y más superficie arrasada por el fuego.
El primero en la lista negra es Piloña, con 108 incendios desde principios de año hasta el pasado 31 de julio. El segundo puesto lo ocupa un concejo del Occidente, el único en los primeros lugares de la lista. En los primeros siete meses se han quemado en Valdés 443,59 hectáreas. Lo llamativo de este caso es que no sigue la tendencia habitual de la región, marcada por muchos pero pequeños incendios. En el municipio valdesano solamente se dieron veinte fuegos que arrasaron, eso sí, casi quinientas hectáreas de terreno. Tras lo ocurrido en Valdés, la lista continúa con municipios del Oriente como Cangas de Onís, con 100 incendios y 425,03 hectáreas devastadas por el fuego. Parres, con 377,91 hectáreas, y Llanes, con 364,09 hectáreas, continúan la lista. En el caso del municipio llanisco tiene otro título en su haber: ser el concejo con mayor número de focos, con 165 fuegos declarados en siete meses.
La situación del Oriente es especialmente llamativa teniendo en cuenta que hasta ahora el fuego se había cebado en otras partes de Asturias. Pero ahora, municipios como Ibias, donde existe un helipuerto y que fue castigado con incendios que degradaron su suelo enormemente, están a la cola de la lista.
Teniendo en cuenta que la mayor parte de los incendios que se producen en Asturias no son por causas naturales, las políticas de concienciación que se han llevado a cabo en la comarca occidental parecen haber dado resultado. En Ibias solamente se produjeron nueve incendios en los primeros siete meses del año, que han quemado un total de 21,50 hectáreas. Es la otra cara del fuego.
El fuego se ceba con el Oriente
Los 261 incendios de julio duplican los registrados en el mismo período de 2004 y son el número más elevado de los últimos diez años
El mes pasado fue el julio con más incendios de los últimos diez años y en el que más superficie se quemó en los últimos cinco. Las medidas urgentes puestas en marcha por el Ministerio de Medio Ambiente en todo el país a raíz de la ola de incendios se justifica en una región que también arde. Durante julio se produjeron 261 incendios, una cifra que duplica a la del año anterior y que es la más alta de los últimos diez años. En cuanto a superficie quemada en la región, hasta el 31 de julio se quemaron 574,71 hectáreas, lo que supone la cifra más elevada de los últimos cinco años y es considerablemente más alta que las 135 hectáreas del año pasado, las 91 hectáreas de 2003 o las 109 de 2002.
Pero los incendios no solamente aumentan sino que cambian. Tras años concentrándose en el occidente asturiano, donde se producían los mayores fuegos y la mayor cantidad de superficie quemada, la situación se ha modificado notablemente. Según los datos que maneja la Consejería de Justicia, Seguridad Pública y Relaciones Exteriores, en lo que va de año se han quemado en Asturias 5.784 hectáreas. De ellas 2.649 corresponden a concejos del oriente de Asturias, que además de concentrar la mayor superficie quemada también cuenta con los municipios con mayor número de incendios y más superficie arrasada por el fuego.
El primero en la lista negra es Piloña, con 108 incendios desde principios de año hasta el pasado 31 de julio. El segundo puesto lo ocupa un concejo del Occidente, el único en los primeros lugares de la lista. En los primeros siete meses se han quemado en Valdés 443,59 hectáreas. Lo llamativo de este caso es que no sigue la tendencia habitual de la región, marcada por muchos pero pequeños incendios. En el municipio valdesano solamente se dieron veinte fuegos que arrasaron, eso sí, casi quinientas hectáreas de terreno. Tras lo ocurrido en Valdés, la lista continúa con municipios del Oriente como Cangas de Onís, con 100 incendios y 425,03 hectáreas devastadas por el fuego. Parres, con 377,91 hectáreas, y Llanes, con 364,09 hectáreas, continúan la lista. En el caso del municipio llanisco tiene otro título en su haber: ser el concejo con mayor número de focos, con 165 fuegos declarados en siete meses.
La situación del Oriente es especialmente llamativa teniendo en cuenta que hasta ahora el fuego se había cebado en otras partes de Asturias. Pero ahora, municipios como Ibias, donde existe un helipuerto y que fue castigado con incendios que degradaron su suelo enormemente, están a la cola de la lista.
Teniendo en cuenta que la mayor parte de los incendios que se producen en Asturias no son por causas naturales, las políticas de concienciación que se han llevado a cabo en la comarca occidental parecen haber dado resultado. En Ibias solamente se produjeron nueve incendios en los primeros siete meses del año, que han quemado un total de 21,50 hectáreas. Es la otra cara del fuego.