Van un padre y un hijo de vuelta a casa después de estar trabajando todo el día en el campo montados en un mulo blanco de más de 2 metros de alto hasta la cruz, un mulo enorme cargado de aceitunas hasta las trancas.
De pronto, se oye un pedo. Un pedo franco, fuerte, larguísimo, estruendoso y descomunal; en pocas palabras: un pedazo de peo.
Hijo: Papa, quién ha sío, tú o el mulo?
Padre: El mulo, el mulo??? Já! El mulo no tiene cojones de pegarse un peo como ese, niño!!!
Vvssssssssss....
De pronto, se oye un pedo. Un pedo franco, fuerte, larguísimo, estruendoso y descomunal; en pocas palabras: un pedazo de peo.
Hijo: Papa, quién ha sío, tú o el mulo?
Padre: El mulo, el mulo??? Já! El mulo no tiene cojones de pegarse un peo como ese, niño!!!
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