
Cuando de repente el motor del avión explota, el piloto desesperado se pone un paracaíadas y salta del avión en llamas. Los pasajeros también desesperados van a buscar otros paracaídas... pero sólo encuentran uno.
-¿Quién va a saltar? - grita el gallego.
El americano muy rápidamente saca dos fósforos de su bolso y dice lo siguiente:
-Quien consiga formar el número más alto con estos dos fosforitos, se lleva el paracaídas.
El argentino muy apresurado fue el primero en tomar los fósforos e hizo la siguiente combinación:

Y dijo: - Dos: uno más uno es dos, .... ¡el paracaídas es mío!
Luego siguió el ruso quien los puso de la siguiente manera:

Dijo: - V en números romanos es cinco, ... ¡el paracaídas es mío!
El italiano fue el tercero e hizo lo siguiente:

Y dijo: - X, en números romanos es diez, ... ¡el paracaídas es mío!
El americano tomó los fósforos e hizo esto:

Diciendo: - Un uno con otro uno forman un once, ... dénme el paracaídas!
Luego fue el turno alemán, quién sabiamente los dispuso así:

Y con seguridad dijo: - En números romanos L es cincuenta, el paracaídas es mío!
En el momento en que el alemán cantaba victoria y se ponía el paracaídas, el gallego tomó los fósforos se levantó e hizo lo siguiente:

Y dijo: -Ja, ja, já, dénme el paracaídas, .... ¡yo gané!.... ¡Sesenta y nueve!
