Un motero disfrutando por la curvas de una carretera de montaña, de pronto ve un pajaro en la mitad de una curva, no lo puede esquivar, pega un frenazo y manda el pajaro a tomar viento. El motero se baja, le da pena y recoge al pájaro insconciente y malherido, se lo lleva a su casa para curarlo, lo coloca en una jaula y a esperar.
Al día siguiente se despierta el pájaro, se acerca a los barrotes de la jaula y exclama:
¡Dios mío me he cargado al motero! ¡estoy en la carcel!
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Al día siguiente se despierta el pájaro, se acerca a los barrotes de la jaula y exclama:
¡Dios mío me he cargado al motero! ¡estoy en la carcel!
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