Una honesta niña de siete años admitió calmadamente a sus papás que su compañerito Luis Fernando la había besado después de la clase.
"¿Cómo sucedió eso?" preguntó asombrada su mamá.
"No fue fácil," admitió la pequeña señorita, "pero tres niñas me ayudaron a agarrarlo."
"¿Cómo sucedió eso?" preguntó asombrada su mamá.
"No fue fácil," admitió la pequeña señorita, "pero tres niñas me ayudaron a agarrarlo."