Hacía años que quería ver este embalse y el mirador, que no las tenía todas conmigo de que se pudiera acceder. Anda que no me pasé… diría que años planeando un día para poder ir. Pero con mi anterior moto era imposible, y con esta pues me animé. La verdad que de camino —que hasta Lugo fui por la A6, ya que la Nacional 6 me aburre mucho en sus primeros km— iba pensando… no sé si salir en Fonsagrada y tirar a hacer unas curvas. Finalmente no sucumbí y seguí camino a Ponferrada. En Lugo ya cogí la nacional, que tiene alguna curva pero nada del otro mundo. Llegué a Pedrafita do Cebreiro, donde paré para hacer esta foto y descansar un poco y mirar el paisaje, que la verdad, en verano ni fu ni fa. Estos sitios molan verlos en invierno, con niebla, frío… o nieve ya sería lo máximo, pero bueno. Es un sitio bonito.

Esta es la imagen con el peregrino, porque luego, bajando y por la zona de Valcarce, la verdad que está lleno, pero lleno… y algunos por medio de la carretera para hacer fotos, que en alguna ocasión me fastidiaron alguna trazada, pero bueno… cosas de la ruta. Pero molaría más ver peregrinos sin andar mirando el móvil constantemente, que es lo que más me llamó la atención: la de ellos que iban con el móvil. Luego seguí por sitios ya conocidos hasta entrar en Ponferrada, donde puse el GPS para llegar al embalse, bueno, en concreto a la presa de Bárcena, que es lo que me apetecía ver.




Encima la presa está muy bien, tiene hasta un pequeño aparcamiento en el centro para poder aparcar y ver la caída, que es impresionante. En invierno, cuando abran compuertas, habrá que volver a ver cómo sale a presión.
Y lo que se ve a lo lejos en una de las fotos es el mirador, que bueno, tiras para arriba y te metes por unas casas que son de la eléctrica, y sigues hasta que ves el camino empedrado a mano izquierda y llegas al mirador… Precioso. Había restos de peña de hacer el botellón y tal… normal, porque es un sitio espectacular. Estas son las vistas.





Pasé un rato allí, dejé la moto un poco a la sombra para que enfriara, porque la verdad que hacía muchísimo calor. Abrí el depósito para que salieran los gases, que estaba muy caliente, y aproveché para descansar un poco más y comer un piscolabis a la sombra que había llevado.
Luego tocó la vuelta, pero aún quedaba por ver la presa por debajo, que puedes acceder antes de llegar a esta, está indicado. En mi caso fui después. Se puede entrar más, pero no sabía si estaría prohibido, así que paré aquí tranquilamente.


Luego, en la vuelta, fui a ver un poco Ponferrada y a dejar la moto también a la sombra, que creo que hacía unos 38 ºC, por lo que vi en un cartel. Una pena no ver más de la ciudad, que me parece muy interesante, pero aún quería hacer un par de paradas. Aún estuve un ratito hablando con un compañero que tenía una Indian azul wapísima.


Así que salí rumbo a Cacabelos, un pueblo muy bonito que también hacía tiempo quería ver. Nada, di una vuelta rápida. Me llamó la atención la de carteles de Castilla y León con una de ellas tachada… soy conocedor del tema, pero simplemente me llamó la atención. Un pueblo recomendable. Luego seguí por la nacional hasta Villafranca del Bierzo, donde paré a ver el castillo, descansar y tomarme otro Aquarius para reponer fuerzas.



Y luego ya tiré para casita por la A6, saliendo en Montesalgueiro para bajarme La Sal, que justo estaban pasando vacas en una curva… menos mal que había un señor que me avisó y no iba muy rápido. Luego La Sal estaba vacía, la bajé de tranqui y llegué a casa.
Lo que me llamó la atención es la diferencia de protección en comparación con mi anterior moto. Iba con la ropa de moto de Gore-Tex, todas las cremalleras abiertas y una camiseta, y sudé por todos lados, algo impensable con la anterior. La protección muy buena, cómoda, muy contento. A ver si la próxima ruta es a una zona de curvas y veo qué tal se comporta.

Esta es la imagen con el peregrino, porque luego, bajando y por la zona de Valcarce, la verdad que está lleno, pero lleno… y algunos por medio de la carretera para hacer fotos, que en alguna ocasión me fastidiaron alguna trazada, pero bueno… cosas de la ruta. Pero molaría más ver peregrinos sin andar mirando el móvil constantemente, que es lo que más me llamó la atención: la de ellos que iban con el móvil. Luego seguí por sitios ya conocidos hasta entrar en Ponferrada, donde puse el GPS para llegar al embalse, bueno, en concreto a la presa de Bárcena, que es lo que me apetecía ver.




Encima la presa está muy bien, tiene hasta un pequeño aparcamiento en el centro para poder aparcar y ver la caída, que es impresionante. En invierno, cuando abran compuertas, habrá que volver a ver cómo sale a presión.
Y lo que se ve a lo lejos en una de las fotos es el mirador, que bueno, tiras para arriba y te metes por unas casas que son de la eléctrica, y sigues hasta que ves el camino empedrado a mano izquierda y llegas al mirador… Precioso. Había restos de peña de hacer el botellón y tal… normal, porque es un sitio espectacular. Estas son las vistas.





Pasé un rato allí, dejé la moto un poco a la sombra para que enfriara, porque la verdad que hacía muchísimo calor. Abrí el depósito para que salieran los gases, que estaba muy caliente, y aproveché para descansar un poco más y comer un piscolabis a la sombra que había llevado.
Luego tocó la vuelta, pero aún quedaba por ver la presa por debajo, que puedes acceder antes de llegar a esta, está indicado. En mi caso fui después. Se puede entrar más, pero no sabía si estaría prohibido, así que paré aquí tranquilamente.


Luego, en la vuelta, fui a ver un poco Ponferrada y a dejar la moto también a la sombra, que creo que hacía unos 38 ºC, por lo que vi en un cartel. Una pena no ver más de la ciudad, que me parece muy interesante, pero aún quería hacer un par de paradas. Aún estuve un ratito hablando con un compañero que tenía una Indian azul wapísima.


Así que salí rumbo a Cacabelos, un pueblo muy bonito que también hacía tiempo quería ver. Nada, di una vuelta rápida. Me llamó la atención la de carteles de Castilla y León con una de ellas tachada… soy conocedor del tema, pero simplemente me llamó la atención. Un pueblo recomendable. Luego seguí por la nacional hasta Villafranca del Bierzo, donde paré a ver el castillo, descansar y tomarme otro Aquarius para reponer fuerzas.



Y luego ya tiré para casita por la A6, saliendo en Montesalgueiro para bajarme La Sal, que justo estaban pasando vacas en una curva… menos mal que había un señor que me avisó y no iba muy rápido. Luego La Sal estaba vacía, la bajé de tranqui y llegué a casa.
Lo que me llamó la atención es la diferencia de protección en comparación con mi anterior moto. Iba con la ropa de moto de Gore-Tex, todas las cremalleras abiertas y una camiseta, y sudé por todos lados, algo impensable con la anterior. La protección muy buena, cómoda, muy contento. A ver si la próxima ruta es a una zona de curvas y veo qué tal se comporta.