unpezz
Curveando
Quien de vosotros no ha viajado solo en un invernal día de lluvia intensa, en uno de esos días en que te tienes que poner todo el equipo que tienes a tu disposición para intentar mantenerte lo más seco y caliente posible.
!!! La lluvia, esa gran compañera del motorista, con mono (el del Ldle o de Motorrad, da igual) o con un traje de cordura de BMW, de la mejor calidad, todas las solapas perfectamente cerradas, al cabo de media hora de intensa lluvia, empiezas a notar como ese hilito de agua se está colando no sabes por donde y te preguntas como narices esta bajando desde tu ombligo a tus partes mas nobles, hasta que empiezas a notar un frío inhumano en esas partes y tienes la sensación de que vas empapado, y solo en un hilito que no sabes por donde ha entrado, como el que te entra por el cuello y baja por la espalda….. ¡que agradable!
Circulando por una carretera secundaria, cada vez que te cruzas con un camión, es como si atravesaras un túnel de lavado una cortina de agua te cae encima de golpe y la moto se mueve al son de los rebufos que te hace al cruzarte. Los "acuaplaning", que bonita sensación!!!! notar como la rueda delantera flota, literalmente, en ese momento tu religiosidad aparece de no sabes donde y te encuentras recitando una letanía a San Gabino...... cuando lo pasas es solo para comprobar que la carretera está tan sucia de barro o tiene ese brillo que dejan los restos de gas-oil mezclados con el agua que te dan ganas de poner los pies en el suelo para no perder tu verticalidad....
La visibilidad se reduce hasta tal punto que acabas siguiendo el puntito rojo de luz que llevas delante, confiando que lleve tu mismo destino y como se te ocurra tocar la visera con los guantes, entonces ya si que no ves nada, eso si no se te empaña y la tienes que levantar un poco
El paisaje se va volviendo cada vez mas blanco y la intensidad de ese color, que se va acercando peligrosamente a los laterales de la carretera, es directamente proporcional a la sensación de congelación que tienes en los dedos, las puntas pueden doler de una forma que no se puede explicar, ya puedes llevar buenos guantes o puños calefactables, nada puede evitarlo, Gorotex, Tihinsulate, tejidos de aluminio y demás tecnologías, la sensación de congelación es real, el notar como si te clavaran agujas en las yemas de los dedos solo puede explicarse si la has sentido, la mejor solución son las manoplas en el manillar, pero como son horribles no las pones y te jodes de frío. Eso en las manos, en los pies, a pesar de llevar las “tetas” bien pegaditas en invierno y lloviendo acabas notando que “afuera hace frío” y en verano, los pies te sudan como la frente de un churrero.
Llega un momento en que solo piensas en que entre la reserva para tener que parar en la próxima gasolinera, además el frío en la entrepierna hace que te parezca que te ha entrado agua y te crea la necesidad de ir al lavabo con urgencia.
Cuando llegas a la gasolinera, tienes que poner la pata de cabra para bajar, porque eres incapaz de levantar la pierna por encima de la moto con seguridad, luego una vez has puesto gasolina, empiezas a sudar, el traje de agua no transpira y al parar el frío intenso que sentías se transforma en una sensación desagradable, mezcla de frío en los pies y las manos y sudor en la espalda y en las piernas, te agobias y tiras el sotocasco para atrás, para dejar la cabeza al aire, pero el grosor de ropa que se forma en el cuello no te deja ni tragar saliva
Coges la bolsa sobre depósito, pagas y te vas al lavabo a mear, otro problema, en una mano el casco con los guantes dentro, en la otra la bolsa sobre depósito y a la vista ningún sitio mínimamente decente donde poder dejar nada y tú con la próstata con ganas de juerga…..Al final encuentras los restos de una percha y cuelgas la bolsa y el casco lo pasas por el brazo, para tener las manos libres.
Empiezas a quitarte capas, la doble solapa con velcro del traje de agua, la solapa, contra solapa y doble cremallera de la chaqueta de cordura, la cremallera de la sudadera wind-stoper, ahí ya no sabes si te estas desabrochando todo para ir al lavado o estás peleando con los volantes de un traje de faralaes especial para motoristas, intentas apartar toda esa ropa para llegar a la cremallera del pantalón, cuando lo encuentras, el velcro está tan pegado que no puedes abrirlo y optas por desabrochar los pantalones para conseguirlo, cuando al final ya has separado todas las capas, pareces una alcachofa con todas las hojas abiertas, ya solo te quedan dos obstáculos, los pantalones térmicos que llevas subidos, casi hasta los sobaquillos, con la camiseta por dentro ( dos capas mas) y los calzoncillos
Ya has llegado, ahora, encuéntrala!!!! con el frío que has pasado y la lluvia, vas a necesitar unas pinzas de depilar para sacarla de donde está, cuando al final consigues hacerte con ella y superar todas las capas, te dispones a liberarte de la necesidad acuciante de evacuar y que casi no podías reprimir, justo en ese momento, inevitablemente, la bolsa sobre depósito cae al suelo en el que tu no de atrevías a dejarla, la reacción es automática, te giras hacia donde oyes el ruido y en un movimiento instintivo intentas cogerla antes de que llegue al suelo, claro, has soltado “lo que tenías en la mano” y el desastre es inevitable, porque tu estabas en pleno proceso de evacuación mingitoria! en ese momento ya no sabes si estás mojado por la lluvia o por que……………..
Por suerte, la bolsa ha caído en un trozo que no estaba demasiado mojado y además llevaba puesta la funda para la lluvia, pero antes de recogerla
acabas con lo que estabas haciendo y empiezas a buscar toallitas de papel con las que secar mínimamente la zona inundada en el “incidente”, por supuesto, no hay, lo que si hay es uno de esos secadores de manos de aire caliente, colgado en la pared, llega el momento de organizarse, la bolsa en el suelo, el casco en el brazo y tu con toda la ropa desabrochada y abierta en abanico empapada de no quieres saber que……
Dejas la bolsa encima del lavamanos, la única superficie blanca de la estancia, y pones en marcha el secador de pelo, Está situado en la pared y dirige el aire caliente directamente hacia abajo, para poder utilizarlo tienes que pegarte literalmente a la pared, con todo desabrochado y de puntillas, empiezas ha hacer posturas imposibles para que el aire llegue a la “zona cero” del desastre
No es difícil de imaginar la escena de un tío de más de 40 tacos con los pantalones desabrochados, de puntillas y pegado a la pared, haciendo caras extrañas por los esfuerzos y con las manos metidas entre la ropa que intenta secar…………….
Si alguien entra en ese momento y te pregunta que haces……….. intenta explicárselo!!!
Cuando llegas a tu destino mojado y agotado, después de una buena ducha y ropa seca, te dices que es la última vez que sales en moto con ese tiempo, pero al poco rato, bajas al garaje, la miras y no puedes evitar el pensar: que cabrona, que bien se ha portado!!! y una sonrisa se te escapa por la comisura de los labios, justo en ese momento empiezas a planificar la próxima salida.
:-[
!!! La lluvia, esa gran compañera del motorista, con mono (el del Ldle o de Motorrad, da igual) o con un traje de cordura de BMW, de la mejor calidad, todas las solapas perfectamente cerradas, al cabo de media hora de intensa lluvia, empiezas a notar como ese hilito de agua se está colando no sabes por donde y te preguntas como narices esta bajando desde tu ombligo a tus partes mas nobles, hasta que empiezas a notar un frío inhumano en esas partes y tienes la sensación de que vas empapado, y solo en un hilito que no sabes por donde ha entrado, como el que te entra por el cuello y baja por la espalda….. ¡que agradable!
Circulando por una carretera secundaria, cada vez que te cruzas con un camión, es como si atravesaras un túnel de lavado una cortina de agua te cae encima de golpe y la moto se mueve al son de los rebufos que te hace al cruzarte. Los "acuaplaning", que bonita sensación!!!! notar como la rueda delantera flota, literalmente, en ese momento tu religiosidad aparece de no sabes donde y te encuentras recitando una letanía a San Gabino...... cuando lo pasas es solo para comprobar que la carretera está tan sucia de barro o tiene ese brillo que dejan los restos de gas-oil mezclados con el agua que te dan ganas de poner los pies en el suelo para no perder tu verticalidad....
La visibilidad se reduce hasta tal punto que acabas siguiendo el puntito rojo de luz que llevas delante, confiando que lleve tu mismo destino y como se te ocurra tocar la visera con los guantes, entonces ya si que no ves nada, eso si no se te empaña y la tienes que levantar un poco
El paisaje se va volviendo cada vez mas blanco y la intensidad de ese color, que se va acercando peligrosamente a los laterales de la carretera, es directamente proporcional a la sensación de congelación que tienes en los dedos, las puntas pueden doler de una forma que no se puede explicar, ya puedes llevar buenos guantes o puños calefactables, nada puede evitarlo, Gorotex, Tihinsulate, tejidos de aluminio y demás tecnologías, la sensación de congelación es real, el notar como si te clavaran agujas en las yemas de los dedos solo puede explicarse si la has sentido, la mejor solución son las manoplas en el manillar, pero como son horribles no las pones y te jodes de frío. Eso en las manos, en los pies, a pesar de llevar las “tetas” bien pegaditas en invierno y lloviendo acabas notando que “afuera hace frío” y en verano, los pies te sudan como la frente de un churrero.
Llega un momento en que solo piensas en que entre la reserva para tener que parar en la próxima gasolinera, además el frío en la entrepierna hace que te parezca que te ha entrado agua y te crea la necesidad de ir al lavabo con urgencia.
Cuando llegas a la gasolinera, tienes que poner la pata de cabra para bajar, porque eres incapaz de levantar la pierna por encima de la moto con seguridad, luego una vez has puesto gasolina, empiezas a sudar, el traje de agua no transpira y al parar el frío intenso que sentías se transforma en una sensación desagradable, mezcla de frío en los pies y las manos y sudor en la espalda y en las piernas, te agobias y tiras el sotocasco para atrás, para dejar la cabeza al aire, pero el grosor de ropa que se forma en el cuello no te deja ni tragar saliva
Coges la bolsa sobre depósito, pagas y te vas al lavabo a mear, otro problema, en una mano el casco con los guantes dentro, en la otra la bolsa sobre depósito y a la vista ningún sitio mínimamente decente donde poder dejar nada y tú con la próstata con ganas de juerga…..Al final encuentras los restos de una percha y cuelgas la bolsa y el casco lo pasas por el brazo, para tener las manos libres.
Empiezas a quitarte capas, la doble solapa con velcro del traje de agua, la solapa, contra solapa y doble cremallera de la chaqueta de cordura, la cremallera de la sudadera wind-stoper, ahí ya no sabes si te estas desabrochando todo para ir al lavado o estás peleando con los volantes de un traje de faralaes especial para motoristas, intentas apartar toda esa ropa para llegar a la cremallera del pantalón, cuando lo encuentras, el velcro está tan pegado que no puedes abrirlo y optas por desabrochar los pantalones para conseguirlo, cuando al final ya has separado todas las capas, pareces una alcachofa con todas las hojas abiertas, ya solo te quedan dos obstáculos, los pantalones térmicos que llevas subidos, casi hasta los sobaquillos, con la camiseta por dentro ( dos capas mas) y los calzoncillos
Ya has llegado, ahora, encuéntrala!!!! con el frío que has pasado y la lluvia, vas a necesitar unas pinzas de depilar para sacarla de donde está, cuando al final consigues hacerte con ella y superar todas las capas, te dispones a liberarte de la necesidad acuciante de evacuar y que casi no podías reprimir, justo en ese momento, inevitablemente, la bolsa sobre depósito cae al suelo en el que tu no de atrevías a dejarla, la reacción es automática, te giras hacia donde oyes el ruido y en un movimiento instintivo intentas cogerla antes de que llegue al suelo, claro, has soltado “lo que tenías en la mano” y el desastre es inevitable, porque tu estabas en pleno proceso de evacuación mingitoria! en ese momento ya no sabes si estás mojado por la lluvia o por que……………..
Por suerte, la bolsa ha caído en un trozo que no estaba demasiado mojado y además llevaba puesta la funda para la lluvia, pero antes de recogerla
acabas con lo que estabas haciendo y empiezas a buscar toallitas de papel con las que secar mínimamente la zona inundada en el “incidente”, por supuesto, no hay, lo que si hay es uno de esos secadores de manos de aire caliente, colgado en la pared, llega el momento de organizarse, la bolsa en el suelo, el casco en el brazo y tu con toda la ropa desabrochada y abierta en abanico empapada de no quieres saber que……
Dejas la bolsa encima del lavamanos, la única superficie blanca de la estancia, y pones en marcha el secador de pelo, Está situado en la pared y dirige el aire caliente directamente hacia abajo, para poder utilizarlo tienes que pegarte literalmente a la pared, con todo desabrochado y de puntillas, empiezas ha hacer posturas imposibles para que el aire llegue a la “zona cero” del desastre
No es difícil de imaginar la escena de un tío de más de 40 tacos con los pantalones desabrochados, de puntillas y pegado a la pared, haciendo caras extrañas por los esfuerzos y con las manos metidas entre la ropa que intenta secar…………….
Si alguien entra en ese momento y te pregunta que haces……….. intenta explicárselo!!!
Cuando llegas a tu destino mojado y agotado, después de una buena ducha y ropa seca, te dices que es la última vez que sales en moto con ese tiempo, pero al poco rato, bajas al garaje, la miras y no puedes evitar el pensar: que cabrona, que bien se ha portado!!! y una sonrisa se te escapa por la comisura de los labios, justo en ese momento empiezas a planificar la próxima salida.
:-[