
Como los dos habéis sido unas estatuas ejemplares y habéis deleitado a mucha gente, voy a concederos lo que más ansiáis:
La Vida.
Tenéis treinta minutos para hacer todo lo que queráis.
Y al mover el ángel una mano, las dos estatuas cobran vida, las dos se miran, sonríen y corren detrás de unos arbustos.
A los quince minutos, las dos estatuas salen de los arbustos con una gran cara de felicidad...
Todavía os quedan quince minutos, ¿queréis continuar?
La estatua hombre mira a la mujer y le dice:
- ¿Quieres volver a hacerlo?...
- Claro que sí - dice la estatua mujer sonriendo- Pero esta vez, TU... agarras la paloma y yo me cago encima de ella.
