
El pasado lunes día 30 falleció en Barcelona Ricardo Pinet, el alma mater de estos últimos 50 años del motociclismo catalán.
Personaje extrovertido donde los hubiese, el motociclismo catalán no se entendería sin Ricardo Pinet, director de mil y una carrera. Todos los que fueron pilotos, y son, en el último medio siglo, tomaron alguna vez la salida en sus carreras.
Si se pudiese bucear en los anales de la Federación Española y Catalana, nos llamaría la atención las veces que aparece el nombre de Ricardo Pinet Saldaña como Director de Carrera de trial, velocidad, enduro, cross… de niños, jóvenes y mayores, aunque ese cargo le debía de venir pequeño, porque tan pronto llegaba al circuito, al “parque cerrado”, se remangaba, cogía un mazo, una escoba o una pala y, ¡hala!, a clavar estacas, a barrer, a desmochar… Y todo esto porque lo de “Director de Carrera” era lo que debía figurar en los papeles oficiales, pero como otros muchos organizadores, Ricardo Pinet sabía que las carreras eran eso y mucho más.
Tenía setenta y nueve años cuando nos ha dejado, pero hasta no hace mucho siguió encargándose de organizar carreras, sobre todo infantiles y alguna que otra “pirata”, y es que el gusanillo de la moto le podía a veces más que la legalidad.
En toda España deja buenos amigos de tantas y tantas batallas, pero sobre todo en su Cataluña, descansa en paz!!
(FormulaMoto)
"Cuando Jerez estalla, o Montmeló se hunde, o el Palau Sant Jordi revienta de júbilo; cuando nuestros héroes seducen con sus victorias a los 100.000 enamorados que nos rendimos ante sus genialidades, sólo estamos viendo, aunque parezca paradoja, la parte más pequeña de la magia de la seducción.
Detrás de estos fenómenos, detrás de estos hechos épicos, siempre hay alguien anónimo y desconocido para los asiduos de las tribunas que dio su vida, también su alma, para que esos héroes antes niños fueran un imán para millones de personas. Nuestro héroe anónimo, eslabón necesario para entender los últimos 50 años del motociclismo catalán y español, se llama Ricardo Pinet, y hoy, le rendimos homenaje. Nadie, os lo aseguro, ha visto amanecer más veces que él, y nadie, os lo aseguro, se rindió al sueño más tarde que él.
Dirigió tal cantidad de carreras, que en horas acumuladas podríamos ir a la luna y volver.
Cronometró tantas salidas y llegadas, que la arena de una playa no alcanzaría para superar su reloj.
Fue, y es, amigo de todos, incluso médico, terapeuta, psicólogo, y siempre, siempre, jocoso bromista capaz de convertir en sonrisa la más tensa situación.
Ricardo Pinet se escribe en plural, él y ella, Ricardo y Vera.
Han pasado a la historia los míticos nombres de Don Paco Bultó, de Rabassa; Permanyer, los Giró, los Sanglas; ellos construyeron motocicletas y fueron el núcleo duro de nuestra historia.
Ricardo Pinet hizo que la motocicleta se convirtiera en la dulce obsesión del fin de semana; cientos de miles de aficionados a los que él dirigió, cronometró y divirtió.
Ricardo Pinet se convirtió hoy en historia, y yo, su amigo del alma, aprendiz permanente de su quehacer, lo certifico.
¡Felicidades, Ricardo y Vera!"
(Escrito de Jaime Alguersuari con motivo de un homenaje a Ricardo Pinet en Julio del 2009)