Yo casi hice ese cambio:
Vendí mi K-75 y compré una Honda CB 250, que iba de maravilla por ciudad. Sin embargo, a la semana echaba ya de menos el porte de mi K, se me iban los ojos detrás de las de la Guardia Civil. Me dí cuenta que había cambiado una MOTO por un juguete (magnífico, por cierto) . Al mes de tenerla tuve que salir un par de veces por autovía y aunque fueron trayectos cortos me quedé asustado de lo vendido que iba entre el tráfico.
Tuve suerte de que en el concesionario aún estaba mi vieja K, que recompré, cando a cambio la Honda con menos de 1000 km. Perdí con el "negocio" casi 200.000 pts, pero tras ello mantuve la K casi 6 años más y cuando la cambié lo hice por otra MOTO grande, no se me ocurrió repetir el error.
En definitiva: salvo que SOLO la uses por ciudad, no lo hagas. Y aún así, piénsatelo mucho.