Buenas.
No es mio, me ha llegado por correo. Pero es buenisimo!!
Francesc
La verdad es que no sé como hemos podido sobrevivir.
Fuimos la generación de la "espera"; nos pasamos nuestra infancia y juventud
esperando. Teníamos que hacer "dos horas de digestión" para no morirnos en
el agua, y dos horas de siesta para descansar, y además, muchas veces, los
dolores se curaban esperando.
Mirando atrás, es difícil creer que estemos vivos: Nosotros viajábamos en
coches sin cinturones de seguridad y sin airbag, hacíamos viajes de 10-12 h.
con cinco personas en un 600 o similar y no sufríamos el síndrome de la clase turista.
No tuvimos puertas, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de
niños. Andábamos en bicicleta sin casco, hacíamos auto-stop, más tarde en
moto, sin papeles. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico.
Jugábamos a ver quien era el más bestia. Pasábamos horas construyendo carros
para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que habíamos
olvidado los frenos. Jugábamos a "churro mediamanga" y nadie sufrió hernias
ni dislocaciones vertebrales.
Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y sólo volvíamos
cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos. No
había móviles. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley
para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de
piedras y no pasaba nada, eran cosa de niños y se curaban con mercromina y
unos puntos. Nadie a quién culpar, sólo a nosotros mismos.
Tuvimos peleas y nos "esmorramos" unos a otros y aprendimos a superarlo.
Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso alguno
era gordo y punto. Compartimos botellas de refrescos o lo que se pudiera
beber y nadie se contagió de nada. Nos contagiábamos los piojos en el cole y
nuestras madres lo arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.
Quedábamos con los amigos y salíamos. O ni siquiera quedábamos, salíamos a
la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las chapas, a coger, al
rescate, al teje ..., en fin, tecnología punta. Íbamos en bici o andando
hasta casa de los amigos y llamábamos a la puerta. !Imagínense!, sin pedir
permiso a los padres, y nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel ¡Sin
ningún responsable! ¿Cómo lo conseguimos? Hicimos juegos con palos, perdimos
mil balones de fútbol. Bebíamos agua directamente del grifo, sin embotellar,
y algunos incluso chupaban del grifo.
Íbamos a cazar lagartijas y pájaros con la "escopeta de perdigones", antes
de ser mayores de edad y sin adultos, ¡¡DIOS MÍO!!
En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos y los que
no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción. Algunos
estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitían curso...
Veraneábamos durante 3 meses seguidos, y pasábamos horas en la playa sin
crema de protección solar ISDIN 15, sin clases de vela, de paddle o de golf,
pero sabíamos construir fantásticos castillos de arena con foso y pescar con
arpón. Ligábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarles el culo, no en
un chat diciendo ": )" ": D" ": P".
Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer
con todo ello. No te extrañe que ahora los niños salgan gilipollas. Si tú
eres de los de antes... enhorabuena!
Pasa esto a otros que tuvieron la suerte de crecer como niños.
No es mio, me ha llegado por correo. Pero es buenisimo!!
Francesc
La verdad es que no sé como hemos podido sobrevivir.
Fuimos la generación de la "espera"; nos pasamos nuestra infancia y juventud
esperando. Teníamos que hacer "dos horas de digestión" para no morirnos en
el agua, y dos horas de siesta para descansar, y además, muchas veces, los
dolores se curaban esperando.
Mirando atrás, es difícil creer que estemos vivos: Nosotros viajábamos en
coches sin cinturones de seguridad y sin airbag, hacíamos viajes de 10-12 h.
con cinco personas en un 600 o similar y no sufríamos el síndrome de la clase turista.
No tuvimos puertas, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de
niños. Andábamos en bicicleta sin casco, hacíamos auto-stop, más tarde en
moto, sin papeles. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico.
Jugábamos a ver quien era el más bestia. Pasábamos horas construyendo carros
para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que habíamos
olvidado los frenos. Jugábamos a "churro mediamanga" y nadie sufrió hernias
ni dislocaciones vertebrales.
Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y sólo volvíamos
cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos. No
había móviles. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley
para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de
piedras y no pasaba nada, eran cosa de niños y se curaban con mercromina y
unos puntos. Nadie a quién culpar, sólo a nosotros mismos.
Tuvimos peleas y nos "esmorramos" unos a otros y aprendimos a superarlo.
Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso alguno
era gordo y punto. Compartimos botellas de refrescos o lo que se pudiera
beber y nadie se contagió de nada. Nos contagiábamos los piojos en el cole y
nuestras madres lo arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.
Quedábamos con los amigos y salíamos. O ni siquiera quedábamos, salíamos a
la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las chapas, a coger, al
rescate, al teje ..., en fin, tecnología punta. Íbamos en bici o andando
hasta casa de los amigos y llamábamos a la puerta. !Imagínense!, sin pedir
permiso a los padres, y nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel ¡Sin
ningún responsable! ¿Cómo lo conseguimos? Hicimos juegos con palos, perdimos
mil balones de fútbol. Bebíamos agua directamente del grifo, sin embotellar,
y algunos incluso chupaban del grifo.
Íbamos a cazar lagartijas y pájaros con la "escopeta de perdigones", antes
de ser mayores de edad y sin adultos, ¡¡DIOS MÍO!!
En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos y los que
no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción. Algunos
estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitían curso...
Veraneábamos durante 3 meses seguidos, y pasábamos horas en la playa sin
crema de protección solar ISDIN 15, sin clases de vela, de paddle o de golf,
pero sabíamos construir fantásticos castillos de arena con foso y pescar con
arpón. Ligábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarles el culo, no en
un chat diciendo ": )" ": D" ": P".
Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer
con todo ello. No te extrañe que ahora los niños salgan gilipollas. Si tú
eres de los de antes... enhorabuena!
Pasa esto a otros que tuvieron la suerte de crecer como niños.