Llevo dos meses con una moto igual que la tuya, y mi experiencia es similar...siempre he rodado en motos más pequeñas, en mi caso, siempre he tenido vespa..nada que ver con la gs, por supuesto...
Lo primero que he hecho ha sido comprarme el equipamiento completo (una pasta, pero bueno....más vale ir bien seguro por si acaso...) chaqueta, botas, pantalón, guantes, espaldera...
Lee el cuaderno del Dr.Infierno, lo puedes encontrar en las técnicas de conducción...es muy bueno, gráfico y fácil de asimilar.
En cuanto a las curvas, yo no lo llevo bien en absoluto. Tengamos en cuenta que la moto que llevaba antes no admitía nada de tumbar, tomaba las curvas a la torera y al frenar tenia que hacerlo con muchisima antelación.
Lo primero que he hecho ha sido dominar los cambios, el peso, el punto de equilibrio, el tacto de las manetas, el sonido del motor. Después ha tocado controlar los frenos, sobre todo el freno delantero, que me da un miedo que no veas porque siempre pienso que va a derrapar...sentir el freno motor al reducir...todavia me sorprendo de la capacidad de frenada tan espectacular que he encontrado en este tipo de moto!!
Ahora estoy aprendiendo a entrar en curva...reduce a la marcha y velocidad ajustada, mira lejos, a la salida de la curva y dirigete a ella, acelera suave en cuanto la curva te lo permita, y en mi caso, voy tumbando cada vez un poquito más, un poquito más, y estoy fascinado con lo fácil que es tumbar la moto. Estoy dominando cada vez más la técnica del contramanillar, de hecho, al curvar, trato de hacerlo con las rodillas sobre el depósito más que ejerciendo fuerza sobre el manillar, y se tumba sola, y como cada vez entro un poquito más rápido, se va tumbando más, pero lo hace ella sola.
Soy novato, salgo a veces con algún amigo, y siempre me quedo atrás, pero me da igual, porque prefiero irme soltando con seguridad, y sé que si me voy al suelo le cogeré miedo y daré pasos atrás en la experiencia, y la verdad, me daría mucha pena ver mi moto con un rasguño por culpa de una imprudencia estúpida.
Prefiero salir solo, rutear tranquilo un sábado por la mañana, y comprobar que cada vez disfruto más sin mirar el velocímetro sin ser consciente que cada vez voy más rápido y tumbo más, pero lo que realmente me importa es que disfruto como un nano!!