Lamina para todo que cambia de color

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Imagina solo por un instante que un soldado pudiera cambiar a voluntad el color y el diseño de su uniforme de camuflaje, y pasar del arbolado verde propio de las operaciones en la jungla al tono tierra, más apropiado para pasar inadvertido en un desierto. O piense en un simple empleado de oficina que pudiera hacer lo mismo con su corbata, o con su camisa, o con sus pantalones. ¿Hay alguien en la boda con el mismo vestido que usted? No hay problema. Cambie el suyo a un color diferente y en un simple abrir y cerrar de ojos.

Parece cosa de ciencia ficción, pero no lo es. De hecho, un laboratorio de la University of Central Florida ha acercado todos estos escenarios a la realidad. Allí, un equipo dirigido por el profesor Debashis Chanda, del Centro de Tecnología de Nanociencia de la UCF y de la Escuela Universitaria de Óptica y Fotónica (CREOL), ha logrado desarrollar, en efecto, una técnica para crear la que es la primera pantalla reflectante ultradelgada, flexible y a todo color que existe en el mundo. El trabajo ocupa la portada de esta semana en Nature Communications.

La investigación de Chanda se inspira en la naturaleza. Las pantallas tradicionales, como las del móvil o el tablet, necesitan fuentes de luz, filtros de color y placas de vidrio para poder funcionar. Pero animales como los camaleones, los pulpos y los calamares han nacido ya con su propia «pantalla» incorporada. Ligera, flexible y que no necesita de fuente de luz alguna: su propioa piel.

«Cualquier pantalla fabricada por el hombre –explica Chanda–, ya sea LCD, LED, CRT... es rígida, frágil y voluminosa. Pero si te fijas en un pulpo, ves que puede crear colores en su misma piel, una pantalla que cubre todo su cuerpo, de contornos muy complejos, y que es, además, estirable y flexible. Y ese es nuestro objetivo: ¿Podemos inspirarnos en la biología y crear una pantalla que sea como la piel?».

Tal y como se detalla en el artículo de Nature Communications, Chanda ha sido capaz de hacer que cambien los colores de la superficie de una nanoestructura ultradelgada a base de aplicar una pequeña corriente eléctrica. Y su método no necesita disponer de una fuente de luz propia. En lugar de eso, refleja la luz ambiente que tiene alrededor.

Mejor que la capa de invisibilidad: diseñan una «segunda piel» que permite cambiar de aspecto a voluntad
ABC
La «piel reflectante» de Chanda está formada por una finísima capa de cristal líquido colocada, como si de un sandwich se tratara, sobre una nanoestructura metálica cuya forma recuerda a una huevera de cartón microscópica y que es capaz de absorber algunas longitudes de onda y de reflejar otras. Los colores que se reflejan (que serían los que ven los demás cuando nos miran) pueden controlarse a voluntad regulando el voltaje aplicado a la capa de cristal líquido. La interacción entre las moléculas de cristal líquido y las ondas de plasmones de la superficie de la nanoestructura metálica es lo que hace posible tener una pantalla regulable y a todo color.

La técnica, desde luego, es innovadora. Y todo un salto hacia delante con respecto a investigaciones previas y que solo podían dar lugar a una paleta muy limitada de colores. La pantalla, además, apenas si tiene unas pocas micras (millonésimas de metro) de grosor, casi quince veces menos que el grosor de un cabello humano (cuyo grosor es de unas cien micras). Y lo mejor de todo: esa pantalla ultrafina puede ser aplicada, como una delgadísima capa, a cualquier clase de materiales flexibles, desde plásticos a telas de todo tipo.

Las posibles aplicaciones de esta investigación son enormemente variadas. Podemos pensar, por ejemplo, en futuras pantallas para televisores, ordenadores o dispositivos móviles. Las que tenemos hoy en día, por muy delgadas que parezcan según nuestros estándares actuales, son, en comparación, monstruosamente gruesas.

Pero el mayor de los impactos será, sin duda, el que tendrá la creación de categorías completamente nuevas de pantallas en las que nadie, hasta ahora, ni siquiera había pensado.

«Tu camuflaje, tu ropa, tus complementos de moda –asegura Chanda–. Todo eso podría cambiar. Para qué necesito 50 camisetas en mi armario si puedo cambiar a voluntad el color y los dibujos de una sola?».

Para crear su revolucionario material, los investigadores utilizaron una técnica sencilla y barata de nano impresión, capaz de fabricar la superficie nanoestructurada y reflectante en áreas muy grandes.

«Se trata de una forma barata de fabricar pantallas flexibles sobre un substrato flexible y a todo color –concluye Chanda–. Es una combinación única».
 
Un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Diego han desarrollado un "tejido inteligente" capaz de lograr que quien lleva puesta ropa fabricada con ese tejido pueda disfrutar de una temperatura corporal agradable.

Este tipo de tejido podría ser una interesante solución para reducir el consumo energético en aire acondicionado y calefacción, algo que no solo nos permitirá ahorrar en nuestra factura eléctrica, sino también a la hora de proteger el medioambiente. Los aparatos de aire acondicionado liberan gran cantidad de dióxido de carbono, y el uso de estos sistemas va a crecer de forma notable en los próximos años.

El Departamento de Energía de los Estados Unidos lleva tiempo financiando proyectos para plantear soluciones en este escenario, y este proyecto que lleva tres años en desarrollo es uno de los ejemplos de hacia dónde podría ir el mercado. El nombre del desarrollo es ATTACH (Adaptative Textiles Technology with Active Cooling and Heating), y está centrado en su uso en interiores para temperaturas que oscilan entre los 19 y los 26 grados centígrados.

Los tejidos utilizados en esta ropa incrementan o decrementan su aislamiento (porosidad y grosor) según los cambios de temperatura, y de hecho esa parte del funcionamiento no necesitaría consumir energía, pero además el equipo está preparando la integración de elementos adicionales de refrigeración y calentamiento a través de dispositivos termoeléctricos integrados ("impresos") en la ropa.
 
Después del Apple Watch, de las camisas sin arrugas y del biquini antiquemaduras, la moda y la ciencia vuelven a ir de la mano con una firma neoyorquina que ha inventado lo que parecía imposible: la blusa blanca que repele las manchas de café, vino, ketchup y hasta chocolate. Se trata de la "blusa repele manchas" ideada por Elizabeth & Clarke, un sello online que se enfoca en diseñar blusas y camisetas básicas de buena calidad a un precio razonable y que a partir de septiembre entregará las primeras camisas transpirables para mujer que ni la mostaza puede atravesar. "Había visto un uso similar de la tecnología en el sector industrial o comercial, un aerosol usado en máquinas y tejidos, y pensé que aplicar esto a una blusa cambiaría la vida de mucha gente", dijo la fundadora de la iniciativa, Melanie Moore. Aplicar la tecnología a una blusa cambiaría la vida de mucha genteA través de la nanotecnología y de la colaboración con un químico, Elizabeth & Clarke ha conseguido que la formulación aplicada a la camisa todavía permita que el tejido, un crepé de chine, sea tan suave, cómodo y transpirable como el resto de blusas semejantes. "Tiene estas fibras minúsculas encima del tejido, 100.000 veces más pequeñas que un grano de arena, que hacen que el líquido se quede suspendido. Por esto, porque son tan pequeñas, todavía pueden ser transpirables como cualquier otra camisa", explica la joven, de 30 años. Esta nueva tecnología está hecha a prueba de cualquier mancha con base acuosa o aceitosa que pueda interrumpir el día a día de la mujer trabajadora. Moore asegura que se dirige a un público femenino de entre 30 y 50 años, "profesional, que es madre o que quiere serlo, y que está muy ocupada". "Cualquier líquido, comida o sustancia" Así, en los seis meses de pruebas que les llevó encontrar la fórmula correcta, Elizabeth & Clarke ha probado su camisa con "cualquier líquido, comida o sustancia que puedas encontrar en casa", desde leche, nata, vino, café, salsas o hasta el jugo más pringoso de un kebab. En resumen: "cualquier cosa que podrías tirarte encima". El invento no es nuevo pues ya se habían llevado a cabo ideas parecidas a nivel industrial o deportivo, pero sí que es "la primera blusa diaria blanca para mujeres" que repele las manchas por un periodo de entre uno y varios años, dependiendo del uso y del número de lavados, menor que en el resto de prendas porque no se le adhiere el sudor. Ahora, Elizabeth & Clarke esperan aplicar su fórmula 'repele manchas' a otras prendas básicas en cualquier armarioLa idea se suma, así, a la tendencia del "smart clothing" o la moda inteligente que está empezando a avanzar en el sector desde que se popularizaran accesorios como el reloj de Apple, las gafas de Google o los primeros biquinis inteligentes que incorporan un sensor de rayos ultravioleta que avisa a través del móvil cuando hay riesgo de quemaduras solares. Pero también una chaqueta para motociclistas y ciclistas confeccionada con partes de celulares reciclados y que cuenta con sensores de proximidad para prevenir accidentes, la propuesta ganadora del primer Startup Weekend Moda-Tech 2014 de América Latina. "La pregunta es cómo podemos utilizar la tecnología, no solo para las cosas que 'molan', sino para resolver los problemas reales de la gente. De momento estamos en el punto de crear objetos llamativos, pero el siguiente paso es este", concluyó Moore, refiriéndose a sus camisas. Elizabeth & Clark, cuyas camisas cuestan entre 25 y 50 dólares y se podrán comprar en blanco, negro o rosa palo, lanzó un programa de financiación colectiva por Kickstarter para propulsar su iniciativa que superó todas las expectativas. Ahora planean una colaboración con una gran marca estadounidense y esperan aplicar su fórmula 'repele manchas' a otras prendas básicas en cualquier armario, como pantalones negros, faldas o americanas.
 
Después del Apple Watch, de las camisas sin arrugas y del biquini antiquemaduras, la moda y la ciencia vuelven a ir de la mano con una firma neoyorquina que ha inventado lo que parecía imposible: la blusa blanca que repele las manchas de café, vino, ketchup y hasta chocolate.

Se trata de la "blusa repele manchas" ideada por Elizabeth & Clarke, un sello online que se enfoca en diseñar blusas y camisetas básicas de buena calidad a un precio razonable y que a partir de septiembre entregará las primeras camisas transpirables para mujer que ni la mostaza puede atravesar.

Había visto un uso similar de la tecnología en el sector industrial o comercial, un aerosol usado en máquinas y tejidos, y pensé que aplicar esto a una blusa cambiaría la vida de mucha gente", dijo la fundadora de la iniciativa, Melanie Moore.

A través de la nanotecnología y de la colaboración con un químico, Elizabeth & Clarke ha conseguido que la formulación aplicada a la camisa todavía permita que el tejido, un crepé de chine, sea tan suave, cómodo y transpirable como el resto de blusas semejantes.

Tiene estas fibras minúsculas encima del tejido, 100.000 veces más pequeñas que un grano de arena, que hacen que el líquido se quede suspendido. Por esto, porque son tan pequeñas, todavía pueden ser transpirables como cualquier otra camisa", explica la joven, de 30 años.

Esta nueva tecnología está hecha a prueba de cualquier mancha con base acuosa o aceitosa que pueda interrumpir el día a día de la mujer trabajadora. Moore asegura que se dirige a un público femenino de entre 30 y 50 años, "profesional, que es madre o que quiere serlo, y que está muy ocupada".

Cualquier líquido, comida o sustancia"<br><br>Así, en los seis meses de pruebas que les llevó encontrar la fórmula correcta, Elizabeth &amp; Clarke ha probado su camisa con "cualquier líquido, comida o sustancia que puedas encontrar en casa", desde leche, nata, vino, café, salsas o hasta el jugo más pringoso de un kebab. En resumen: "cualquier cosa que podrías tirarte encima".

El invento no es nuevo pues ya se habían llevado a cabo ideas parecidas a nivel industrial o deportivo, pero sí que es "la primera blusa diaria blanca para mujeres" que repele las manchas por un periodo de entre uno y varios años, dependiendo del uso y del número de lavados, menor que en el resto de prendas porque no se le adhiere el sudor.

La idea se suma, así, a la tendencia del "smart clothing" o la moda inteligente que está empezando a avanzar en el sector desde que se popularizaran accesorios como el reloj de Apple, las gafas de Google o los primeros biquinis inteligentes que incorporan un sensor de rayos ultravioleta que avisa a través del móvil cuando hay riesgo de quemaduras solares.

Pero también una chaqueta para motociclistas y ciclistas confeccionada con partes de celulares reciclados y que cuenta con sensores de proximidad para prevenir accidentes, la propuesta ganadora del primer Startup Weekend Moda-Tech 2014 de América Latina.

La pregunta es cómo podemos utilizar la tecnología, no solo para las cosas que 'molan', sino para resolver los problemas reales de la gente. De momento estamos en el punto de crear objetos llamativos, pero el siguiente paso es este", concluyó Moore, refiriéndose a sus camisas.

Elizabeth &amp; Clark, cuyas camisas cuestan entre 25 y 50 dólares y se podrán comprar en blanco, negro o rosa palo, lanzó un programa de financiación colectiva por Kickstarter para propulsar su iniciativa que superó todas las expectativas.

Ahora planean una colaboración con una gran marca estadounidense y esperan aplicar su fórmula 'repele manchas' a otras prendas básicas en cualquier armario, como pantalones negros, faldas o americanas.
 
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