Libro "Objetivo Aqaba. Crónica de un viaje en moto"

Estambul

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Hola, con vuestro permiso voy a poner un capitulo(aunque no será completo por una cuestión de extensión) de mi libro "Objetivo Aqaba. Crónica de un viaje en moto".

"Objetivo Aqaba, la segunda crónica de viajes del historiador y aventurero Frank Aventín Avellana. La obra es un anecdotario del apasionante periplo en moto del autor por los países mediterráneos de Oriente Próximo, con final en la mítica ciudad de Aqaba, en el extremo sudoeste de Jordania. Fuera de las rutas del turismo convencional, Aventín nos describe un mundo convulso, en permanente ebullición, unos lugares fascinantes, llenos de color y vida, unos países (Turquia, Siria, Líbano y Jordania) todavía anclados en el pasado, pero ya inmersos en un inexorable proceso de transformación. Con su habitual agudeza y su ágil narración, el autor plasma con sorprendente intuición una agitada realidad que poco después iba a desencadenar en las recientes revoluciones populares que han conmocionado al mundo". (Extracto de los diarios Segre, de Lleida; La Mañana, de Lleida y del Diari de Tarragona.
 
ADANA – TARTUS (415 km) – SIRIA.
Jueves 9 de julio. Como cada día nos dispusimos a partir, pero antes había que reponer fuerzas. En esta ocasión era en el piso más alto del hotel, donde se encontraba el comedor. Mesas redondas con manteles blancos, camareros uniformados de negro y blanco y poca gente más. Eso sí, los que había tenían la pinta de ser hombres y mujeres de negocios. El traje-chaqueta era el que imperaba (también en las mujeres).
Al fondo, en una especie de habitación, estaba el bufete del desayuno, dispuesto de tal manera que tenías que entrar despacio y en orden, como si de una capilla se tratase. En cuanto a recogimiento y ornamento, era precioso. Dentro, el camarero esperaba para ofrecernos lo que quisiésemos de lo allí expuesto. Con su porte hierático y sin apenas movimiento, al ca¬marero sólo habías de decirle: unos huevos revueltos acompañados de esa salsa de tomate que asoma un poco más atrás, y él con el índice señalaba: ésta, no, ésa.
Aquí el desayuno se convirtió en todo un ritual mágico. Mientras pa¬sabas siguiendo el orden, ibas disfrutando de los colores, rojos, amarillos, verdes de las mermeladas, en platitos dispuestos como si fuesen parte de una caja de colores de pintor. Por último, en otro nivel de la mesa, los blancos de los quesos, los marrones de los panes y los colores dorados de la repostería que después en la boca se convertirían en puro sabor a mante¬quilla. Nuestra mesa daba para mucho, era inmensa, cubierta con un gran mantel blanco que te envolvía las piernas. ¿Y las servilletas? Qué decir más
que eran y estaban en proporción a la mesa y al mantel. Se confundían con la camiseta (menos en blancura) que ese día me había puesto para mitigar los calurosos rayos del sol.
Estratégicamente, en medio del desayuno, saqué el mapa. Tenía el espa¬cio y el momento idóneo para desplegarlo e intentar ver por dónde íbamos a cruzar a Siria, ya que no teníamos muy claro por dónde realizaríamos la incursión. Finalmente se optó por el paso que más cercano estuviese a la costa mediterránea. Era la ruta que tenía más posibilidades. El motivo era muy simple: la brisa marina rebajaba la temperatura, que por la época en que estábamos era bastante elevada, y la costa y su brisa marina habían de ayudar a mitigar los rayos solares. La decisión estaba tomada: cogeríamos la autopista e iríamos hacia Iskenderun, donde según nuestro mapa ésta se acababa.
Una vez en marcha, salir de Adana no fue demasiado complicado. Las motos, como siempre, iban cargadas a tope y lo que había de parecer todo un trajín logístico de carga de equipaje ya no lo era. Todo ya era muy auto¬mático y el ritual de poner la moto en marcha se había convertido en pura rutina.
La imaginación de nuevo me empezó a jugar malas pasadas, Alejan¬dreta o Iskenderun, ya sea en griego o en árabe, era el nombre de la ciudad a la que nos dirigíamos y se dirigían en la película de Indiana Jones y la úl¬tima cruzada el Dr. Jones, padre e hijo, donde aparecen a lomos del que se supone había de ser por cronología una Zündapp ks 750, motocicleta (33) con sidecar que se utilizó en esa contienda en busca del Santo Grial. Y ciudad donde el ejército macedónico de Alejandro Magno luchó contra el Persa de


(33) La Zündapp KS 750 y la BMW R75 son dos motocicletas con sidecar que se utilizaron en la 2ª Guerra Mundial por el ejército alemán. A la Zündapp también se le conoció popularmente como el “elefante verde”. De ahí viene también el nombre de la concentración más importante (Elefantentreffen) que se celebra desde hace más de cincuenta años en la zona de Baviera, en invierno, en Alemania.


Darío en el 333 a.C. Buff, que borrachera de sensaciones más surrealistas se entremezclan a estas horas de la mañana.
Lo que sí que está claro es que Alejandreta (me gusta más este nombre) estaba cargada de historia, de película o real, por lo que seguramente había de ser una población digna de visitar. De hecho hoy se la conoce, entre otras cosas, por ser un puerto militar importante. Pasamos y dejamos la autopista para girar hacia oriente, tampoco mucho, pero sí lo suficiente para llegar y pasar por Antakya, ubicada en un cruce de rutas comerciales entre el Mediterráneo y Asia. Durante la época romana fue una de las ciu¬dades más importantes del imperio. Y en el siglo XI fue protagonista de la primera Cruzada, primero Antakya, después Tierra Santa, Jerusalén.
A mi compañero Albert y a mí, esta ciudad nos decía también que es¬tábamos cerca de la frontera con Siria, a unos 50 kilómetros de distan¬cia, aproximadamente. Dicen que en las cruzadas hubo dos corrientes o tendencias: una más espiritual y otra más belicosa. Nosotros nos queda¬mos con la primera, la más espiritual, y esperamos que una vez en Siria no hubiera nadie que se acordara de aquellos cruzados que escogieron la segunda, que fueron muchos, y que siglos atrás con otro tipo de caballos arrasaron y amedrentaron a todo el que se les puso por delante.
Como de costumbre cuando llevas tantas horas encima de la moto, y ya estamos cerca del mediodía, siempre hay algo que te hace volver a conectar con ese centímetro de rueda que toca al suelo que es el mundo real. Entra¬mos en una nueva población, Hurbiye, la última que nos queda antes de entrar en tierra Siria. La frontera no está demasiado lejos, pero nos resulta muy difícil encontrar la dirección correcta al pasar por el medio de la po¬blación. Damos vueltas y vueltas por la localidad, pasamos por delante en varias ocasiones de unos cuarteles militares. Los interfonos que llevamos para comunicarnos de moto a moto se apagan, da la sensación como si los hubiesen interferido, quedando incomunicados hasta la próxima parada.
Hemos de hacer un esfuerzo para no perdernos. El caos de la ciudad es considerable y eso provoca que no encontremos el momento para parar y mirar de conectar de nuevo los intercomunicadores. Teníamos ganas de llegar a la frontera y allí ya revisaríamos las telecomunicaciones. Creíamos que ya estábamos cerca y que además sería una frontera como Dios man¬da, pero la realidad, una vez encauzados de nuevo en la carretera que dedu¬cimos que había de ser la que nos había de entrar en Siria, iba a ser otra.
La carretera estaba desértica, sin un coche, desamparada por todos la¬dos, no tenía nada que ver con el estereotipo de frontera que en nuestra cabeza nos habíamos formado. De hecho llegó un momento en que nos quedamos sin carretera. Sí, tal como suena, de golpe la carretera se convir¬tió en una pista entre árboles, por la que se había de circular muy despacio. Nos empezamos a mosquear un poco, además no había tránsito motoriza¬do. Finalmente apareció una gran máquina excavadora moviendo tierra. Paramos y preguntamos. Con toda normalidad, el operario nos dijo que íbamos bien, que continuásemos.
Hicimos unos cinco kilómetros por esa pista, y al final vislumbramos lo que había de ser una barrera con una garita, que dedujimos que era de la frontera. De pronto, en cuestión de instantes, detrás nuestro, dos coches a velocidad no apropiada para el momento ni para el terreno se adelantaban de forma poco amigable. Nosotros acabábamos de aparcar las motos en la entrada, cerca de la barrera, y nos vimos obligados a sacarlas rápidamente, ya que parecía que estábamos en el radio de lucha de esos dos energúme¬nos y no era conveniente vernos involucrados en ningún conflicto auto¬movilístico.
Una vez los coches estuvieron parados justo uno al lado del otro en la barrera, bajaron dos de sus ocupantes, en sus coches cargados a tope iban el resto de los ocupantes, que parecían familia. Albert y yo, de espectadores en un lado, veíamos que se iban diciendo lo que al parecer eran imprope¬
rios, por supuesto, nada amistosos. Los dos coches parados, uno al lado del otro, habían de decidir quién de ellos pasaba primero. Finalmente un acelerón brusco de uno de ellos tomó la sabia decisión. El polvo y las pie¬dras repartidas por las ruedas fue la prueba palpable que hizo que uno de ellos entrara el primero en el recinto fronterizo. Albert y yo nos miramos y, sin mediar palabra seguimos detrás. Seguramente, pensamos en silencio: ¿Siria será así? ¿Será verdad el estereotipo de los sirios que nos habíamos formado cuando sacamos los visados? Recuerdo que no parecían dema¬siado simpáticos en la embajada de Madrid. Fue la embajada en la que la sequedad y la falta de simpatía imperaron en todo momento y en todos y cada uno de los trámites.
Una vez de nuevo subidos en nuestras raudas monturas, enfilamos hacia el espacio fronterizo que se abría delante de nuestros ojos. Salir de Turquía fue fácil y todos los trámites rápidos. Una vez ya en puertas de la frontera siria, todo fue también correcto y afable. Nos quedamos más tran¬quilos, además, nada más entrar en el tema del papeleo rápidamente entra¬ron en juego las bromas sobre si tú eres del Barcelona o del Real Madrid. El ambiente se relajó y empezamos con el ritual fronterizo.
En comparación con Turquía, aquí las cosas llevan otro ritmo, que no deja de seguir al fin y al cabo otro tipo de protocolo, pero claro, un proto¬colo muy sui generis, un protocolo a la Siria.
En una especie de caseta, rellenamos el formulario de los datos del pa¬saporte con los datos personales (como venía siendo costumbre te pedían la profesión que ejercías), después una vez presentado junto con el carnet de passage te ponen sellos por doquier. Era muy importante que en el carnet de passage estuviese muy claro el día de entrada y el nombre del lugar por dónde lo hacías. Albert en eso era muy cuidadoso y estaba muy pendiente, ya que un error tonto podía hacer que a la vuelta no nos devolviesen el aval que habíamos sacado en el banco y que habíamos gestionado con el RACE.
En un principio se había de intentar que escribiesen en inglés, pero no siempre era así y acababa siendo en árabe.
Bien, ahora teníamos ya casi todo, sólo faltaba el seguro. Sí, tal como suena, habíamos de sacar un seguro ya que te obligaban, además nuestra carta verde no cubría el paso por Siria. Al fondo, a la salida, a la izquierda había otra caseta, donde sacaríamos ese susodicho documento. En el inte¬rior se encontraban unos sofás desvencijados y una mesa destartalada que nunca había hecho juego con las sillas que tenía en frente; allí había un grupo de niños viendo la televisión y otro chaval un poco más mayor fue el que rellenó con los datos del carnet de passage el formulario del seguro. La verdad es que, aunque no pareciese serio, era lo que había. Por un mes, que era lo mínimo por lo que se podía sacar, nos cobraron 40 euros a cada uno. Una vez obtenido el recibo conforme habías pagado, nos hicieron pasar a la caseta del otro lado, allí nos sellaron el carnet de passage de nuevo y nos graparon el seguro, todo en árabe. Ese documento, del que sólo entendía¬mos el número de la matrícula de la moto, era nuestra garantía de que, si pasaba cualquier cosa, estábamos salvados en tierra infiel.
Bueno, creíamos que ya estaba todo controlado, pero no fue así. Fal¬taba el último paso, ir al médico. Sí, tal como suena, un médico nos pasó una visita de 30 segundos, nos preguntó si habíamos estado recientemente en Méjico y si teníamos síntomas de la famosa gripe A, como por ejemplo tener o haber tenido fiebre. Que nadie piense que esto transcurría en una consulta convencional, sino que pasaba detrás de un mostrador con un grupo más de personas haciendo cola y con el papelito en las manos don¬de especificabas tu historial médico, que habías redactado cinco minutos antes.
Ahora sí, ahora ya estábamos en Siria, y raudos y veloces salimos hacia no se sabe dónde. El nerviosismo, ahora traducido en prisa, rápidamente se vio aplacado. La evidencia se imponía. El asfalto era malísimo, resbala¬
dizo y por tanto peligroso. De hecho fue fácil comprobarlo cuando intenté frenar antes de entrar en una curva que no había visto muy clara.
La temperatura está a 34 grados, y aunque acostumbrados, hace calor, sobretodo por el que hemos acumulado en el paso fronterizo. Son prácti¬camente las tres de la tarde y toca parar a comer algo. Mientras nos comu¬nicamos a través del interfono con Albert para ver dónde nos detenemos, tengo el segundo susto en pocos minutos, ya que al soltar una mano para ajustar bien el micro provoca que la moto haga otra tontería.
Paramos en una especie de tienda-terraza, a pie justo de carretera. Las motos quedan aparcadas en el arcén con bastante falta de estabilidad, pero es que no hay otro sitio apropiado. La K 1200 LT pasa de los 400 kilos con toda la carga, la de Albert no es tan pesada, pero también, por tanto lo que puede resultar un acto sencillo como es el bajar de la moto a veces se convierte en un ejercicio complicado en el que tienes de catar el terreno con el pie y la pata de cabra para ver su dureza, así como la pendiente para garantizar la estabilidad en parado de la máquina.
Una vez conseguido esto, subimos unas escaleras y nos sentamos. Al lado, una familia, mujer e hijos (muchos hijos) están también sentados comiendo algo que no acierto a ver. El señor del colmado nos observa, al igual que un par de carteles inmensos del Presidente Sirio Bashar al-Assad, uno vestido de civil y otro de riguroso uniforme militar (que la verdad im¬pone bastante) y espera (el señor del colmado).
Nos vamos sacando de encima los diferentes enseres, casco, guantes, chaqueta, para acercarnos al mostrador y pedir la que hoy será nuestra comida, almendras, cacahuetes y Coca-Cola. Nos da la sensación de que hemos retrocedido un poco en el tiempo si los comparamos con Turquía. Supongo que esta sensación también viene dada por una suma de cosas, como ha sido el tipo de frontera por la que hemos pasado, más destartalada de lo que esperábamos, así como la carretera e incluso el lugar donde ahora …
 


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Frontera de Siria al fondo



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En la carretara del "Mar Muerto" dirección a Aqaba

Fotos extraidas del libro "Objetivo Aqaba"
 
Hola,

No te imaginas lo que estoy disfrutando con tu libro. Como ya sabes estas fechas son muy distraídas de faena pero cuando tengo un ratito me pongo a leer tu viaje que con tanta pasión y buen gusto nos narras. Es en estos momentos donde se mezcla la ilusión, el sueño y, por que no, un poco la envidia sana de tus vivencias compartidas e intentar pensar que cada día queda menos para mi viaje a Cabo Norte.

Gracias por todo. Gracias por tu aportación a este mundo que une a tanta gente y que personas como tú nos demuestra que las fronteras sólo existen en los mapas de las clases.

Gerard R.
V’sss
 
Juanuki, te lo puedo enviar a la dirección que me digas. El libro puesto en casa vale 13 euros que ya ingresarías en un número de cta que te daría.

Un abrazo ( dime si quieres que te lo dedique)
Francisco Aventín
 
que grata sorpresa, Me has hecho recordar nuestro viaje, nosotros tambien entramos por esa frontera, pero en el 2007, y por lo que veo 2 años despues la carretera sigue sin asfaltar,...donde lo puedo comprar??
 
Por cierto, gracias gery, esos pequeños comentarios son los que confirman que bien ha estado fructifero todo el esfuerzo

gracias y un abrazo!
 
Hola Banguera, si me das una dirección te lo envío a casa. El precio puesto en casa es de 13 euros ( el ingreso se hace en número de cta que te daría).

Gracias y un abrazo!!
 
6E61696E070 dijo:
Hola Banguera, si me das una dirección te lo envío a casa. El precio puesto en casa es de 13 euros ( el ingreso se hace en número de cta que te daría).

Gracias y un abrazo!!

revisando nuestra web , esto es lo que escribimos de nuestro paso por esa frontera...que diferente al vuestro...aunque luego comimos en el mejor sitio de todo el viaje...no como vosotros ;D

Hoy hemos llegado hasta Hama, en Siria. Nos han tenido en la frontera turca mas de 2h y encima con paradita para comer, y luego dicen que los anadaluces son tranquilos... Que lentitud dios mio, eso unido a que los turcos entienden por hacer cola echarse como perros sobre el mostrador, mi hermano ha tenido que pegar algunos gritos para que nos hicieran caso porque nuestros pobres pasaportes estaban enterrados entre millones de carnets de passage que son como tomos de la enciclopedia Espasa, por cierto. Como nosotros no teníamos el tocho de papel naranja, los trámites fueron algo mas pesados, cosa que ya esperábamos pero que aun asi, desespera un poco cuando no estas acostumbrado a la forma turca de tomarse la vida.


por cierto, tienes un privado ;)
 
Mi compañero Alberto se desenvolvía muy bien en las fronteras y tuvo que hacer algo parecido también para poder finalmente pasar la frontera, pero no en esa, en casi todas. Al llevar el carnet de passage desde casa creo que ayudo bastante en el tema de la rápidez.

saludos (tienes un privado)
 
pues nosotros entramos por otra direccion Aleppo ,a nostros para agilizar los pasos me costo alguna pegatina de el barça ;D ;D ;D ;D creo que hemos sido unos de los ultimos que pasamos por siria pues ya etaban las revueltas,a la semana de salir cerraron la frontera con jordania :o :o :o
donde puedo conseguir el libro
un saludo
 
A ver que esto parece muy interesante, al menos el trozo del texto que has publicado, además una de las motos me es ligeramente familiar ;) ;) ;)

También quiero conseguir un libro, peró no sé si esto de mandarlo a casa es una molestia para tí y por tanto, mejor me dices donde conseguirlo. Lo dejo a tu criterio y comodidad.

Espero noticias

Saludos
 
muy buenas, estambul.

pues al igual que tututis, en la kargol me cayó el libro. no directamente pero me cayó  ::) y una vez leído e incluso releído algún capítulo en concreto, no me queda más que felicitarte por conseguir que me haya sentido un integrante más del viaje.

la verdad es que entre tártaros, piedras y aqaba dan ganas, y muchas, de cargar la moto y salir a comprobar todas las sensaciones que salen de esos viajes.

felicidades, estambul y jaeg, por semejante viaje y a ti por semejante libro ;)
 
Hola navero el libro te lo puedo enviar a la dirección que me digas. Después ya te daré el número de cta donde puedas ingresar los 13 euros.

Saludos y gracias ( si lo quieres dedicado dímelo también)
 
Edmond, muchas gracias, pretendía eso, que pudiéseis hacer "un poco" el viaje conmigo en el sentido de transmitir sensaciones e impresiones.
Un fuerte abrazo y gracias!
Francisco Aventín
 
Enhorabuena por el libro! Siempre es una gran noticia. Esa ruta me la he hecho ya un par de veces pero cada viaje es diferente. Seguro que encuentro sorpresas que pasé de largo.

Yo ofrezco un trueque. Un millón de piedras por un Objetivo Aqaba.

Está en Libro Motor?

Un saludo y a seguir rodando y escribiendo ;)
 
5F50585F360 dijo:
Hola navero el libro te lo puedo enviar a la dirección que me digas. Después ya te daré el número de cta donde puedas ingresar los 13 euros.

Saludos y gracias ( si lo quieres dedicado dímelo también)

gracias Estambul tienes un privado ;) ;) ;)
un saludo
 
Hola Miguel-Silvestre, todo un honor contactar contigo. Efectivamente está en libro motor.

Un abrazo y suerte en tus viajes!!
 
Yo ya lo tengo y estoy disfrutando de lo lindo, enhorabuena.
Me alegro de que cada dia haya más españoles que hacen estos viajes y luego nos lo plasman en estos libros tan mágicos que nos hacen soñar desde el sofá de casa, algún dia me llegará mi turno...
Un saludo y enhorabuena otra vez.
 
FormenteraGS gracias, y espero que sigas disfrutando del libro. No hace falta decir que cualquier comentario bueno o malo sobre el libro es bien recibido, al igual que cualquier aclaramiento.

Un abrazo !
 
Buenas noches Paco, me alegro mucho que al final te hayas decidido a presentar tú libro por aquí, como puedes constatar tienes a muchos seguidores/ lectores de tus aventuras, entre los que me incluyo.

Es también todo un honor que Miquel se interese por tu libro, acepta el trueque creo que su libro "Un millón de piedras", vale la pena. ;) :)
Por cierto le debo una paella a Miguel, se la prometí estas navidades cuando volvía de su viaje por esos cautivadores paises, que hoy lamentablemente andan un tanto revueltos, si os parece bien organizamos un encuentro en Coma Ruga y mientras degustamos esa paella, compartimos experiencias y anécdotas y si alguno más se apunta, será bienvenido.

Paco, de nuevo felicidades por tu libro. Suerte. ;)

Un fuerte abrazo "Company".

P.D. Para los interesados de la zona de Tarragona y aledaños, el libro también está a la venta en Autosport Busquets, concesionario BMW de Tarragona.
 
Hola Estambul, lo que llevo leido veo que no llevabais  gps, ¿ es por alguna razón en concreto o querias hacer el viaje aún mas aventurero ?.
El agosto pasado yo fuí con mi GS hasta Estambul y la verdad es que te facilita mucho las cosas, solo tienes que preocuparte del tráfico como muy bien dices tú. Los que estais en la península os es más fácil orientarse por las ciudades pero los que somos de sitios más pequeños todo nos parece que se nos queda grande  ::).
Un saludo maestro (nunca mejor dicho  ;))
 
Otro que desea recibir el libro en casa. Envio mensaje privado con mis datos y dirección. :D
 
Hola Jaeg, que bueno saber de tí. Tal como pronosticaste los compañeros del foro se han empezado a interesar por "nuestro libro", eso es bueno y además la gente cuando lo empieza a leer, va aportando comentarios muy interesantes.
Un abrazo!!(estamos en contacto)
 
Hola Formentera GS, mi compañero de viaje Albert (Jaeg) quería llevar su Zumo 660, pero como no sabíamos muy bien en las fronteras si habría problemas a la hora de pasarlas (papeles del navegador, declararlo, etc) decidimos ir sin el . Jaeg en alguna ocasión ya comento que nos habría ido muy bien. De todas maneras Jaeg se orientaba muy bien (recuerdo la ocasión en que ibamos en dirección contraria y Jaeg se dio cuenta simplemente por la dirección en que estaba el sol. Esto puede ser para algunos muy obvio, pero para mí la verdad es que no lo era tanto) De todas formas siempre al final acabas encontrando el "camino"..
 
Gracias por la aclaración, tengo otra pregunta, ¿que autonomia tienen vuestras motos, creo que tampoco llevabais gasolina de repuesto?.
Gracias otra vez, me queda ná para acabarmelo, hoy he estado con la familia en la playa y casi me lo zampo.
Un saludo.
 
;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D ;D, buena memoria Paco, eso fué por la mañana temprano, saliendo de Ankara dirección Capadoccia para  hacer noche en Adana.

La autonomía o kilometraje máximo que le hice a mi GT en ese viaje, fue de 400 kms., eso sí, fué una imprudencia, normalmente repostábamos a partir de los 250/300 kms., recorridos o aprovechando las paradas de descanso cada dos horas. Llevábamos un depósito de 5 lts., en una de las maletas, pero no llegamos a usarlo. La verdad es que vas encontrando gasolineras en el recorrido. 95 octs., S/P,  en Siria y Jordania. En las capitales podías encontrar en alguna 98 octs. pero no es lo más usual.
En todo Turquia (Grandes rutas) no hay problema, igual que en el resto de Europa.

Un saludo.
 
Gracias Estambul, ya lo tengo en mi poder, ahora se me va a hacer eterno el terminar de trabajar para empezar a meterle mano como un poseso....

Un saludo
Juan
 
A mi tambien me ha llegado, lo pongo en la cola, se me esta atrasando el trabajo de lectura con tanto libro motero que publicais ultimamente...

muchas gracias
 
Recibido.
Gracias por la dedicatoria, me pongo a ello
Vsssssssssss
 
Hola Estambul, me has puesto los dientes largos. También me apunto a recibir un ejemplar en casa.

Te envio un privado. ;)
 
Hola Francisco, pues yo me he pasado unos dias en la playa devorando el libro...por cierto, agradecerte tu detalle para con los asistentes a la 8ª Kargoltreffen, precisamente un par de libros han ido a grandes viajeros....Tututis y Edmond,entre otros

Un abrazo,company

SaluBOX
 
Gracias Box, siempre es un placer poder colaborar con vosotros en lo que pueda. Espero que disfrutes de la lectura y también espero que pronto nos veamos

Un fuerte saludo!
 
También he recibido el libro en casa. Me llegó el viernes y voy por la mitad, me parece muy interesante y estoy disfrutando con su lectura.
Muchas gracias por la dedicatoria.
Saludos
 
Pib, me alegro de oir eso. Espero que lo acabes de disfrutar y que si considerás para bien o para mal ya harás algún comentario.

Un abrazo!
 
Ayer encontré el libro en mi buzón!!! :D :D :D.

Estambul: Gracias por enviármelo

Correos: Gracias por traérmelo

;) ;) ;) ;) ;) ;) ;) ;) ;) ;) ;) ;) ;)
 
777870771E0 dijo:
Pib, me alegro de oir eso. Espero que lo acabes de disfrutar y que si considerás para bien o para mal ya harás algún comentario.

Un abrazo!


Pues ya lo he terminado, y me ha gustado hasta el punto de que las últimas páginas las leía más despacio y espaciadas para que me durase más tiempo. ;D ;D ;D

Enhorabuena por el viaje y gracias por compartirlo en un libro, que de alguna forma hace que participemos de él, aunque sea desde la propia casa. :-/ :-/

Entiendo que no habeis tenido ningún incidente mecánico (ni de otro tipo) y que las motos se han comportado de maravilla.
Me gustaría preguntarte, al menos en cuanto a la GT que es la que yo tengo, si ha tenido algún problema con el tipo y calidad de  la gasolina que os encontrasteis por ahí?

Saludos

PD.- Después de este libro, voy a ver si encuentro el otro relativo al viaje por Africa.
 
Hoy he recibido el libro.

Muchas gracias por la dedicatoria. Espero disfrutarlo. ;)

Un saludo.
 
Pib la GT se porto muy bien, el único pero que yo le vería es en todo caso el top caise que al llevarlo tan cargado podía pasar lo que ocurrió en un bache cuando íbamos desde Libano a Siria, que salto y "se arrastro" un buen tramo de carretera. Por lo demás la moto perfecta incluso cuando yo en la LT notaba que no íba demasiado fina( más ruido del normal el embrague) porque la gasolina era de baja calidad, la GT no notaba nada. Por tanto estate tranquilo que tienes una moto para ir "hasta el fin del mundo"
 
Pib, en cuanto al primer libro "Crónicas desde una moto de Sidi Ifni a Elefantes" , narra las peripecias por tierras marroquíes y más concretamente por Sidi Ifni hasta el Aaiunn, zonas por la que los españoles estuvimos durante mucho tiempo, y donde incluso pude hablar con personas que todavía se acordaban del paso nuestro por esos lares. La verdad es que es un viaje a un pasado nuestro aún bastante reciente.

El otro viaje dentro del mismo libro relato mi pequeña aventura con la LT y en solitario a la concentración invernal de la Elefantentrefen en Alemania. la verdad es que fue toda una aventura aunque fuese por tierras europeas.
(te envío un privado)
 
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