En alguna ocasión, visto el estado del asfalto a la altura de la cabina del peaje todo encharcado con una mezcla de agua-aceite, he puesto la moto bajo el techado justo antes de la ventanilla del empleado, he parado el motor, me he quitado guantes, he sacado la pasta y me he acercado andando a pagarle mientras le hacía ver el lamentable estado del asfalto.
Recuerdo que en una ocasión en Polonia, la empleada me pidió disculpas y me abrió la barrera para que pasara sin pagar el importe.
Gracias, pero prefiero el asfalto limpio......