Uno que decide irse de vacaciones al Nilo para conocer países tan interesantes como Egipto,Sudán o Uganda. Su intención, además de conocer países era ver en libertad a los impresionantes cocodrilos del Nilo, animales capaces de engullir enteros muchos animales pequeños, y atacar también al ser humano o a animales grandes; a menudo les golpea con la cola hacia el agua para facilitar su captura. Presto en su aventura, decide dar un paseo por las orillas. De repente, tras unos cañaverales escucha voces. Aparta un poco la espesura y puede ver a dos hombres a escasos metros del agua...¡por Dios!, pensó, ¿que hacen esos dos infelices tan cerca del agua?, sus vidas están en peligro...¡los cocodrilos!, ¡sus temibles colas!, he de ir en su ayudaaaaa...pero, ¡de repente!... ve como uno de ellos emite un silbido agudo y potente mientras portaba un enorme palo en su mano derecha. ¿Pero que hace ese insensato?, pensó... no parpadeó cuando estupefacto vio a un enorme Crocodilos nilóticos (debía medir más de 4 metros) reptar hipnótico hacia aquel imprudente...no le salía la voz de su cuerpo, quería gritarle pero, entumecido, impávido, su laringe dejó de funcionar, palideció y quiso cerrar sus ojos, pero tanto ver programas de tele basura le había acostumbrado a soportar lo indecente, lo inaudito, lo inmoral. Dispuesto pues a ver el desastre asistió a lo que jamás pudo pensar... aquel insensato se estaba bajando los pantalones y exhibiendo su sexo a aquella bestia...parpadeó, sus ojos como chupes, su gesto inenarrable, apretó fuerte las cañas, las partió...aquel imponente cocodrilo estaba practicando el sexo oral con aquel hombre. No daba crédito a lo que veía, el hombre comenzó a tener espasmos y ¡de repente! propinó un enorme golpe con el palo que portaba a aquel horrendo reptil que le hizo desplazarse rápidamente de nuevo al agua emitiendo unos alaridos parecidos a los que emite (valga la redundancia) un perro cuando es maltratado. El golpe sonó seco, un "crack" que le sobresaltó de tal manera que se abalanzó sobre las cañas dándose por hecha su presencia. Aquellos hombres le miraron sonrientes. El, inmóvil, tembloroso, sólo pudo decir...bu-buenas ta-tardes tengan ustedes...a lo que ellos contestaron...¡hombreeee, si es paisanooo!...¿quieres probar tu?, a lo que el contestó...bu-buenoooo, ¡claro!...perooo...por favor...a mi no me dé con el palo, pararé cuando usted me lo diga.
Ráfagas pa to kiski.
Ráfagas pa to kiski.